Noviembre 1962

Boletín Salesiano. Noviembre 1962 Mes de las Animas benditas Una de las devociones más populares y quizá de las más extendidas entre el pueblo cristiano, es, sin duda alguna, a las benditas ánimas del Purgatorio. A primero de noviembre fluyen hacia los ce- menterios, se puede decir, que la inmensa mayo- ría de almas sencillas, humildes y buenas que for- man lo que llamaríamos “la masa” del pueblo cristiano. Cada una de estas personas van a la tumba de sus seres queridos a llevarle un ramo de flores, como símbolo de un recuerdo humano, y a recor- darle ante el Señor —Dueño de la vida y de la muerte— que le alivie de las Penas del Purgato- rio, como expresión sinceramente cristiana de que se reconoce los destinos eternos de las almas. La Iglesia, siempre Madre, ordena a sus sacer- dotes la celebración de tres Misas el día 2 de no- viembre por todos los fieles que murieron en la paz del Señor y se encuentran expiando las penas debidas por sus propios pecados. El gran dogma de la Comunión de los Santos nos asegura firmemente que nuestras oraciones, sacrificios e indulgencias aplicadas por las almas del Purgatorio las alivia inmensamente. Ellas no pueden merecer para sí mismas, sus mismas ple- garias que elevan a Dios no les sirve. Ellas cuen- ta con nosotros, que todavía peregrinamos por este valle de lágrimas, porque saben que nuestra oración, nuestro sacrificio, nuestras indulgencias adquiridas y aplicadas por ellas les son útiles para abreviar sus días de purgatorio y mitigar sus penas. Como cristianos, como Cooperadores Salesianos hemos de mirar durante este mes dedicado a las Almas del Purgatorio, no solo a las almas de nuestros parientes y personas allegadas, sino a todas ellas —con ese sentido universal de la Igle- sia— y en especial, si caben especialidades en este terreno, por las olvidadas y abandonadas. BOLETIN SALESIANO ORGANO DE LA PIA UNION DE COOPERADORES SALESIANOS Revista de la Obra de Don Bosco AÑO LXXVI Núm. 11 Noviembre 1962 SUMARIO pág,. DE ESPECIAL INTERES La Familia Salesiana y el Con- cilio …………………. 3 Valor moral de las calificacio- nes cinematográficas …….. 4 Don Bosco en Moscú ……….. 8 La Casa Central de las Misio- nes Salesianas del Ecuador, DESTRUIDA………………. 10 Esquevi, Esquevi, por el P. Gre- gorio Ayerra, misionero sale- siano …………………. 21 LEMBATI, LA ESPINA DEL MISIO- NERO, por el P. Luis Adams. misionero salesiano …….. 24 SECCIONES FIJAS Noticiario salesiano mundial … 10 España salesiana … …….. 19 Los Cooperadores en acción … 20 De nuestras Misiones …….. 21 Crónicas de gracias ……… 27 Necrología … ………….. 30 Becas sacerdotales salesianas. 31 director : JAVIER RUBIO IBAÑEZ Dirección, Redacción y Admón.: Alcalá, 164 – Apartado 9134 MADRID-2 Depósito legal: 3044.—1958 (Con censura eclesiástica ) NUESTRA PORTADA.—En Dibrugarh (Asam), este joven nos enseña dos gran- des piños, magníficos eiemplares, pro- ductos del país. Los misioneros recogen abundante cosecha de estas piños; pero con seguridad que. al recogerlas, le piden a Dios la abundancia de la otra cosecha espiritual, de las almas. La Familia Salesiana y el Concilio Oraciones y sacrificios. Don Bosco fue un hombre que se preocupó intensamente por todos los asuntos de la Iglesia. Vivió, se puede decir, al servicio de la Iglesia, y así se lo dejó en herencia a sus hijos: iSiempre con el Papa», «siempre con la iglesia». Los Salesianos. los Cooperadores, los que de alguna forma integran la Familia Salesiana, tene- mos que preocuparnos intensamente por este hecho tan trascendental en la Iglesia del siglo XX. No podemos mantenernos ni fríos, ni indiferentes, ni al margen de este extraordinario beneficio que Dios está otorgando a su Iglesia. Si nuestro Soberano Pontífice Juan XXlll pide a los cristianos oraciones y sacrificios para que la Luz del Espíritu Santo ilumine las inteligencias de los Padres del Concilio, esta petición es para la Familia Salesiana una orden que ha de cumplir con inmensa satisfacción, porque así lo desea el Papa. Acción. Don Bosco jamás fue un hombre * pasivo*. Fue siempre un «incansable trabajador», un hombre esencialmente activo. Siguiendo la línea de Don Bosco los Cooperado- res salesianos no pueden permanecer “pasivos” No se pide sólo al salesiano que en su cátedra, ante el gran acontecimiento del Concilio Universal, o en el pulpito o confesonario extienda las consig- nas de Juan XXlll con respecto a la oración y el sacrificio, se pide a todos los miembros de la Fa- milia Salesiana, especialmente al Cooperador, que en su oficina, en su taller, en el ejercicio de su profesión, en su familia, en el sector de sus amis- tades hablen con interés del Concilio, recuerden la petición que el Papa hace a los cristianos, extien- dan el amplio repertorio de noticias sobre el Con- cilio, divulguen lo más posible las enseñanzas que dimanarán del mismo, despierten la conciencia de «adormecidos» cristianos ante un acontecimiento que afecta directamente a los cristianos… Esta es la acción que deben desarrollar, calla- damente si se quiere, los Cooperadores, pero ac- ción fecunda y eficaz, porque se hace llevando la inquietud por el Concilio a un buen número de almas. Sumisión. No se hace el Concilio para el mundo no cris- tiano; se hace para el mundo cristiano. Del Con- cilio Vaticano ll saldrán normas para «impregnar de más auténtico cristianismo la vida de muchos cristianos». Y esto es lo que nos interesa recoger con verdadero espíritu de sumisión del Concilio. D. Bosco decía que «Cooperador es sinónimo de buen cristiano». Entre lo mucho que legisle el Concilio nos interesa todo aquello que se refiera a los seglares y al apostolado seglar. Es cierto que todo lo del Concilio nos interesa. Es cierto que a todo lo que el Concilio decrete estamos, ya de antemano, sometidos de corazón. Pero es necesario que el Cooperador Salesiano disponga su ánimo para recibir con espíritu de su- misión —y con deseos de llevarlo a la práctica— todo cuanto el Concilio aconseje, legisle o decrete en torno al mundo de los seglares. Si el mundo se descristianiza, si los sacerdotes son escasos, si la Iglesia, el Concilio ^piensan» en los seglares— los seglares deben estar con ánimo abierto y sumiso al servicio incondicional de la Iglesia. – 3 CAMPAÑA DE MORALIDAD VALOR MORAL DE LAS CALIFICACIONES CINEMATOGRAFICAS Bien poco sospecharon los inventores del cine la importancia industrial que iba a ad- quirir en breves lustros, y menos aún la in- fluencia con que iba a sujetar conciencias, imponer modos e inspirar conductas. Este de la influencia del cine es tema tan comentado que no hace falta insistir más. Pero hay una cuestión, siempre candente, cuando de ir al cine se trata: ¿cuál es el valor moral de las calificaciones de las pe- lículas? Muchos, sobre todo jóvenes de ambos se- xos, educados religiosamente, se resuelven contra ellas y se sublevan como si tascaran un freno; otros las minimizan negándoles valor y seriedad, y otros las ignoran como cosa que con ellos no reza. Necesidad de la censura. Todos sabemos que en multitud de na- ciones se ejercen sobre las películas dos tipos de censura : la estatal y la de la Igle- sia. En España, la censura del Estado cla- sifica las películas en “Aptas para todos los públicos» y “Apta para mayores» y entre ambas unas veces aparece “Apta para me- nores” y otras “Apta para menores de die- ciséis o de dieciocho años”. La Iglesia, a su vez, las clasifica por números del uno al cuatro y algunas veces añade junto al nú- mero la frase “con reparos” Cabe preguntar por qué Estado e Iglesia clasifican las películas y por qué las censu- ran y limitan su visión a tipos de personas. La respuesta se halla en la misma in- fluencia del cine sobre los individuos y las masas, a los que puede arrastrar a acciones y actitudes contrarias al bien común y a la salud de sus almas. El Estado censura en orden al bien común, y la Iglesia en orden al bien de las almas, que no sólo incluye el bien común, antes lo completa y eleva. La existencia de producciones cinemato- gráficas atentatorias contra la dignidad hu- mana, contra la moral pública, contra la misma seguridad política y social de una masa de ciudadanos; la proliferación de directores de cine que no tienen reparos en presentar ante el público escenas inconve- nientes, obliga al Estado y a la Iglesia a tomar sus medidas para defender los valo- «La razón de ser del Concilio Ecuménico es la continuación, o mejor dicho, es la repetición más enérgica de la respuesta del mundo moderno al mandato del Señor: «Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto Yo os he mandado.» (Del radiomensaje de S. S. Juan XXIII. anunciando el Concilio.) 4 res morales, sociales y espirituales de tantos individuos indefensos frente a la visión de tales espectáculos. ¿Quién puede ignorar que la gran masa de espectadores y los niños no tienen en sí mismos recursos con que con- trarrestar y neutralizar las ideas e imáge- nes, que ven en las pantallas, cuando tales ideas o imágenes llevan ocultos elementos disolventes? Contra tal indefensión sólo hay dos armas: educación del espectador para juzgar y apreciar el valor o las inconvenien- cias de la película o censura de éstas y cla- sificación de las mismas. Mientras la educación para ver el cine no alcance a la totalidad de los espectadores, la censura y la clasificación seguirán sien- do necesarias para salvaguardar y conservar la gracia y las virtudes. Pio XII justificó la censura y vigilancia del cine con estas ponderadas palabras: La autoridad civil está obligada sin duda alguna a cumplir con su deber de vigilar los nuevos medios de difusión y comunicación sociales; y tal vigilancia no puede limitar- se a la defensa de los intereses políticos, sino que se ha de extender a la tutela de la mo- ralidad pública, la cual moralidad está fun- dada sólidamente sobre la ley natural, que como afirma la Escritura, está escrita en el corazón de todos los hombres”. Qué es la censura. La censura es una actividad entroncada con la estética, o estudio acerca de lo bello y de lo bueno, que examina las películas en relación con el público que las ha de ver, para pronunciar un juicio acerca de la opor- tunidad de que dichas películas sean pre- senciadas por ese público. Una película es examinada por los cen- sores como un fenómeno humano cualquie- ra. que cae bajo las reglas de la moral y, por tanto, de la prudencia, la cual preside toda actividad humana. «Después de todo, ¿qué viene a ser un Concilio Ecuménico sino el renovarse de este encuentro del rostro de Jesús resu- citado —Rey glorioso e inmortal— ra- ri ante en toda la Iglesia para salud, ale- gría y resplandor de las naciones?» (Juan XXIII. Ibidem.) Él juicio de la censura de un film será determinado sustancialmente por dos facto- res: por la obra en sí misma y por la edu- cación moral y estética del público a que va destinada. Por consiguiente, las calificaciones expre- san un juicio objetivo sobre el valor moral del contenido de una película, sobre su po- der de sugestión en general y de la suges- t onabil.dad del espectador en particular. Tres elementos a los que, en general, atien- den los censores eclesiásticos. MOGLI ANO VENETO. — Los alumnos del Colegio Salesiano sorprendieron a los tele- espectadores italianos con la representación en latin de un paso del historiador romano Tito Linio. El hecho fue comentado favora- blemente y los artistas muy felicitados por la impecable ejecución escénica y la correc- ta dicción latina. – 5 «Por este sentido de responsabilidad frente a los deberes del cristiano, llamado a vivir como hombre entre hombres, como cristiano entre cristianos, es por lo que los demás, aún no siéndolo de he- cho, deben sentirse excitados, gracias al buen ejemplo a serlo.» (Juan XXIII. Ibidem.) Valor de la censura de la Iglesia. Ante el fenómeno del cine la Iglesia no ha podido permanecer indiferente, tanto más cuando venía comprobando el daño irreparable que ciertas películas o escenas de películas causan en las almas. La Iglesia, en este caso sus Pastores, los Obispos, han procedido a la censura, basa- dos en una experiencia directa, comproba- da y larga, de los males que el cine desca- minado ha causado a todo tipo de personas y no sólo niños, jóvenes o de bajo nivel cul- tural. Ningún católico sensato se atreverá a dis- cutir la rectitud de los Obispos y su clara visión de las cosas al imponer al cine una censura, que no persigue otros objetivos que impedir la ofensa de Dios y el daño de las almas. La Iglesia califica las películas : y nos- otros. los católicos, ¿qué hemos de pensar de las calificaciones? ¿Qué valor les hemos de atribuir? ¿Nos obligan en conciencia? De nuevo traemos aquí palabras de Pío XII : “Recomendamos vivamente que se recuerden con frecuencia a los fieles su; deberes en esta materia y la grave obliga- ción de informarse sobre los juicios morales (calificaciones) y conformar con ellos su conducta. (Miranda prorsus.)» O sea. que las calificaciones no son una simple noticia, sino que como puntualiza Pío XII, tienen un valor normativo; quiere esto decir que las calificaciones se dan para 6 – guía de nuestro comportamiento acerca de la asistencia al cine. Ellas no añaden obligaciones, pero nos recuerdan la obligación que todo hombre tiene, en fuerza de la ley natural, de no ex- ponerse voluntariamente y sin proporciona- do motivo a la ocasión próxima de pecado ; que esto son las películas inconvenientes, ocasiones y riegos próximos de perder el alma. Ante una película que deseamos ver, la prudencia nos sugiere que nos enteremos por persona capacitada de su conveniencia o no ¡ para nosotros en particular. La Iglesia, en vista de la dificultad que estas indagaciones i suponen para la casi totalidad de sus fieles, toma sobre sí, y nadie más capacitada para ello, la tarea de dar el juicio moral sobre las películas, señalando para quienes es apta y para quienes no lo es. La falta del que hace caso omiso de las calificaciones de la Iglesia es pecado de im- prudencia, que consiste en ponerse a sa- biendas y libremente en peligro de perder la gracia y amistad de Dios. Una objeción corriente. Recalcamos que las calificaciones morales de las películas ofrecen plena garantía de objetividad y seriedad, por lo que afirmir i con desenvoltura que “a mí no me hace ¡ nada”, objeción tan corriente y apreciación tan común entre jóvenes y adultos, es con frecuencia una mentira dictada por el res- «El hombre busca el amor de una fa- milia en torno al hogar doméstico: el pan de cada día para sí y para los suyos más íntimos, la esposa y los hijos. »E1 hombre aspira a vivir y siente el i deber de hacerlo en paz, así dentro de la comunidad nacional como en las relacio- nes con el resto del mundo.» (Juan XXIII* r «Habrá que gritar y lamentar, una vez más, toda ofensa y violación del quinto y del sexto mandamiento del sagrado De- cálogo: el no hacer caso de los compromi- sos que se siguen del séptimo manda- miento: las miserias de la vida social que piden venganza en la presencia de Dios.» (Juan XXIII.) pecto humano, por el temor a no ser con- siderados espíritus fuertes, o un pretexto ilusorio que ante un examen desapasionado y no superficial muestra su endeblez e in- consistencia. Porque un cristiano no ha de parar atención exclusivamente en los peca- los externos, sino también en los internos ; y no sólo a los pecados que puede cometer durante o inmediatamente después de la vi- sión de la película, sino también a los que vendrán más tarde como consecuencia de la sugestión ejercida por ella. No rechaza- mos sólo los venenos de efectos fulmíneos sino todos, aunque sean de efecto retardado. De todas formas, y para evitar ilusiones tan fáciles en un campo tan delicado, lo me- jor es consultar con el propio confesor has- ta lograr formarse una conciencia propia, segura y prudente, pero mientras tanto se ha de seguir obedeciendo a las califica- ciones. Cae de su peso que para nostros los ca- tólicos la norma segura y la orientación nos viene dada por la censura de la Iglesia y no por la del Estado ; por consiguiente nos hemos de guiar siempre por aquélla. Nuestra conducta. No ha de bastar saber la calificación de una película; nuestra actuación ha de ser totalmente combativa en este aspecto. Los Cooperadores se han unido para oponer un dique al mal en cualquier forma se presen- te. Frente a la influencia nefasta d:l cine mito y hasta del menos bueno, nos hemos de unir más aún, por la cantidad de almas juveni- les que deforma y pierde. Y puesto que mu- chas películas son malas porque son comer- ciales, empecemos por no asistir a ninguna de ellas; neguémosles nuestra aportación económica, nuestro dinero. Que ni una pe- seta de esas que con tantos sudores gana- mos vayan a engrosar las arcas de los que se enriquecen comerciando con los bajos instintos y la inclinación al mal que todos sienten. Es absurdo que nos estemos quejando continuamente del daño de los películas y sigamos aportando nuestra contribución eco- nómica para que se sigan produciendo. Co- mencemos por no ir, por boicotear todo film inconveniente, en vez de sacar pretextos para verlos. Concluyamos recordando que la Iglesia se adelanta a censurar las películas para evitarnos tropiezos espirituales; que tene- mos obligación de seguir esas normas por el peligro mediato o inmediato de ofender a Dios que existe al verlas ; y añadamos una última y poderosa razón: para evitar el escándalo que toda persona buena da cuando ostensiblemente penetra en un local donde la autoridad eclesiástica nos indica que no debemos entrar. «Es DEBER de todo hombre y deber MAS URGENTE para el cristiano, el considerar lo superfino con la medida de las necesidades del prójimo, y el poner buen cuidado en que la administración y la distribución de los bienes creados se haga con ventaja de todos. «Esto es lo que en el sentido social y comunitario, que es inmanente en el au- téntico cristianismo, se llama difusión y TODO ESTO habrá que afirmarlo VI- GOROSAMENTE.» (Juan XXIII.) – 7 Don Bosco ha llegado a Moscú en fotografia como la que reproducimos: presi- diendo la escuela técnica de una gran Casa industrial italiana, cuyo dueño inspiró su vida de trabajo en Don Bosco,, llegando de la nada a ocupar un lugar destacado en la industria. DON BOSCO… …EN MOSCU ¡Sí! Don Bosco ha ido a Moscú, aunque de momento solo en efigie. El mérito es totalmente de un gran devo- to suyo: El Comendador Cayetano Zocca, creador de la Oficina Zocca, en Como. Per- sonalidad de fama mundial, por sus “recti- ficadoras”. fue invitado a Moscú para pre- sentar y dar una explicación de sus produc- tos ante una comisión de técnicos rusos. Y así, proyectando un documental de su obra, entre cuadro y cuadro, y en las paredes de su escuela y talleres, la paterna y simpática figura de Don Bosco pudo mirar y ser mi- rada más allá del telón de acero. ¿Por qué. pues. Don Bosco y no otro? Lo exolicó con verdadera satisfacción el mismo Comendador Zocca durante su visita hecha recientemente a la Escuela Profesio- nal Salesiana de Milán ; porque Don Bosco fue el que le sostuvo en los desalientos, en las desilusiones, en las humillaciones de los tiemoos duros. El Comendador Zocca, en efecto, no nació Comendador, sino que llegó a serlo luchan- do. día a día, con una voluntad de hierro y una fe grande. Una vida ejemplar que vale la pena presentar a los jóvenes. Su padre, llamado Antonio, era un hora- r> – bre analfabeto, nacido para trabajar la tie- rra, y en unión de dos hermanos la trabajó , hasta que murió. Por una serie de hechos que sucedieron en la familia, el joven Cayetano tuvo que entregarse pronto al trabajo. Comenzó por mozo de cuadra cuidando bueyes. Pero no se sentía con ganas de llevar la vida que había tronchado la de su padre antes de tiempo. Teniendo una innata pasión por la mecánica, con la ayuda de una hermana suya, logró entrar en un taller en Conicela (Bolonia). ¡Un muchacho despierto, pero atemori- zado por el nuevo ambiente, en un taller de la ciudad! vestido con sencillez y llevando bajo el brazo un paquetillo con la comida para el almuerzo, ¡vaya flanco para los chistes de los obreros viejos, los cuales, en los primeros días se divertían a costa de él! Pero bien pronto se dieron cuenta de las buenas cualidades del muchacho. Su carrera fue rápida: aprendiz mecáni- co, obrero especializado (¿quién puede con- tar las largas horas robadas al sueño para frecuentar una escuela nocturna?), jefe de departamento, jefe de taller, director técni- co …director técnico de los talleres Maserti. Había estudiado solo hasta la clase 4.* Sentía a su lado, lo decía él, la presencia de Don Bosco, del que había leído su ma- ravillosa vida ; fue él quien le dio voluntad y fortaleza para salir adelante. En la vida de Don Bosco he leído, afirma r 5 e! Comendador Zocca, trozos como éste: “Acordaos, jóvenes, que vuestra edad es la primavera de la vida. Quien no se acostum- bra desde joven al trabajo, será siempre un holgazán hasta la vejez, con deshonor para ,| ¡a Patria, para los padres y, quizá, con 3 ! daño irreparable para la propia alma. . I Trabajad con esperanza. Cuando estéis 31 cansados, cuando estéis atribulados, alzad n í los ojos al cielo: allí os espera el premio. 51 Haced como aquel ermitaño que se sentía confortado mirando al cielo a través de una 5 | pequeña grieta que se abría en su pequeña . t y oscura cueva.” y I Yo miré también al cielo desde aquella e | modesta habitación de mi casa, agrietada por todas partes, y rogué a San Juan Bosco . ; que me guiara en mi difícil camino. El me ha ayudado con mucha frecuencia. 12 NOVIEMBRE ONOMASTICO DEL RECTOR MAYOR Recordamos a nuestros coope- radores que el amadísimo D. Re- nato Ziggiotti celebra su santo el doce del presente mes. Buena ocasión para ofrecer por él oraciones y enviarle nues- tro óbolo para la construcción del Templo a San Juan Bosco en su colina natal. No hace mucho tiempo necesitaba 10 mi- llones y sin ellos se produciría un gravísimo quebranto en mis negocios. Miré a la imagen de San Juan Bosco, hice la señal de la cruz con una reliquia que llevo siempre conmigo, le pedí que salvara mi empresa de la que vivimos mi familia y casi trescientas familias. No habían pasado más que minutos cuan- do se presentó una señora a comprarme dos máquinas por valor de 10 millones, que me los pagó en el acto. Actualmente los talleres Zocca abarcan 8.000 metros cuadrados. Poseen una escue- la interior de pre-aprendizaje que prepara una maestría cualificada ; envía al exterior productos que mantienen muy alto el nom- bre de “Zocca”. Por algo la “The Washington Internatio- nal Accademy” le otorgó el título de inge- niería mecánica “Honoris causa” y sus pa- tentes son solicitadas desde todo el mundo. La lectura de la vida de Don Bosco le inspiró confianza y valor en la vida cuando era campesino ; Don Bosco, fundador de talleres para muchachos necesitados, fue después su Patrón y, por tanto, tiene su simpática figura en la escuela y en los ta- lleres. Y así. Don Bosco, verdadero amigo de los obreros, ha pasado a través de la cortina de hierro y ha sido contemplado por los técni- cos de Moscú. – 9 – CUENCA (Ecuador).—La Casa Salesiana en llamas. L La Casa central de las Misiones Salesianas del Ecuador destruida En el corazón de la noche del 19 de julio último, un incendio de una violencia in- creíble redujo a ruinas el imponente edifi- cio del Colegio Salesiano “Cornelio Mer- chán”, de Cuenca, Ecuador. En sus pabellones funcionaban unas es- cuelas profesionales y otras elementales gra- tuitas, que diariamente proporcionaban ins- trucción. educación y comida, a más de 1.500 muchachitos, contados entre los más pobres de la ciudad. De las noticias recogidas por las autori- dades y de los testigos oculares se despren- de que el incendio comenzó por el primer piso y que las llamas presentaban un color blanco vivísimo, semejante al producido por una soldadura autógena, y que fue instan- tánea la rapidez con que se propagó el fuego. El origen del incendió está todavía en- vuelto en el misterio. Queda totalmente ex- cluido que se originara por un corto circui- to. ya que la luz eléctrica continuó ilumi- nando los sectores adyacentes. Parece com- probado que se trata de una bomba incen- diaria, puesta por un terrorista para s ru- bra r el pánico entre la población católica y fiel, que salvó al Ecuador de caer en manos del comunismo ateo. El fuego, que con velocidad fantástica envolvió en pocos instantes al edificio ente- ro, se alzó a muchos me’ros de altura ilu- minando con luz meridiana toda la ciudad hasta los barrios más apartados atrayendo oleadas de público que, angustiado y con- movido, se amontonaba en las calles pró- ximas al Colegio y se prodigaba en gene- rosos aunque inútiles intentos de salvar el edificio de las llamas, en colaboración con los bomberos. Pero todo esfuerzo resultó vano. En muy poco tiempo el fuego destructor dejó tras de sí paredes humeantes y montones de rui- nas carbonizadas, en las que yacían hierros retorcidos y máquinas desventradas. Hubo desgraciadamente que lamentar asimismo dos víctimas, un empleado y un pobre, a quien aquella noche se le había dado cobi- jo en la casa. El edificio constaba de cuatro plantas. 10 – cuyas medidas eran 18 por 80 metros. En los sótanos se almacenaban un surtido gran- de de películas y los instrumentos musica- les de la banda del Colegio, y existía tam- bién un vasto taller con buena maquinaria. En las diversas plantas se hallaban instala- dos los talleres de electrodinámica, carpin- tería, las aulas de primera enseñanza y una vasta capilla interna. Pero entre todas las cosas llamaba pode- rosamente la atención, por su riqueza y va- lor histórico, el Museo Arqueológico y una Pinacoteca con cuadros antiguos de los di- versos períodos históricos del Ecuador, des- de la época colonial hasta nuestros días. Todo ha quedado destruido. El valor de la Pinacoteca y del Museo es incalculable y la pérdida de las obras de arte y de las piezas raras de arqueología, irreparable. “El Mu- seo del P. Crespi, escribe un periódico lo- cal, tenía un valor difícil de concretar en cifras. Hemos tenido ocasión de visitarlo varias veces acompañando a artistas, que habían visitado los museos de España y Francia, y hemos escuchado de sus labios palabras y juicios críticos halagadores y vis- to la admiración que algunas de las telas suscitaban en ellos, que, en opinión suya, podían brillar en cualquier galería de arte.” Junto a estos salones del Museo estaban los talleres de electricidad y de galvanotec- nia con maquinaria moderna, montada este mismo año. Las pérdidas causadas por el incendio se elevan, según nuestros primeros cálculos, a más de treinta millones de pesetas (diez mi- llones de sucres). Este es, a grandes rasgos, el panorama de la catástrofe. Ahora se nos presenta e’ acu- ciante problema de proveer de escuelas y material escolar y alimentos o los mil qui- nientos muchachos de las escuelas elemen- tales y para los 300 de las Escuelas Profe- sionales. La repercusión del trágico suceso en la opinión pública del país fue enorme. Las emisoras locales, en conexión con to- das las del país y la prensa diaria, difun- dieron la noticia hasta los últimos confines del Ecuador, que vibró al únisono con el dolor de los salesianos de Cuenca. Las autoridades nacionales y locales y las de provincias, ofrecienron inmediatamen- te su apoyo para la reconstrucción de la Obra. Este noble gesto se debe, en gran parte, al hecho de tratarse de un centro edu- cativo, que ha rendido al Ecuador grandes servicios al proporcionarle mano de obra especializada en el sector industrial, sacada de entre los hijos del pueblo, y de haber sido el primero en el Ecuador en establecer la planificación de estudios, lo que permite al joven salir con el título de “bachiller in- dustrial” en diversas especialidades. Cuenca fue. naturalmente, la primera en reunir las fuerzas vivas de la población. Asistieron 250 personas entre autoridades j representantes de los diversos sectores de CUENCA (Ecuador).— Lamentable aspec- to que ofrece lo que hasta hace muy poco fue floreciente colegio salesiano. 11 CUENCA (Ecuador).— El Vicepresidente de la República del Ecuador (señalado por una fle- cha), contempla ape- nado las ruinas del cole g io salesiano, mientras el viejo mi- sionero P. Crespi, creador del Museo ar- queológico, explica los daños irreparables su- fridos con el incendio. l.i población. El primer acuerdo que se tomó fue la formación de un comité que va a tomar ahora sobre sus hombros la recons- trucción del edificio, interesando en ello a las autoridades nacionales, a las empresas privadas y a las organizaciones internacio- nales, dado que se trata de atender a 1.500 muchachos y de volver a montar la única escuela técnica de la provincia de Azuay. Mientras tanto, los particulares en noble porfía, rivalizaron en iniciativas de pronto auxilio. Los antiguos alumnos recogieron cerca de trescientos voluntarios para deses- combrar el edificio. Su ejemplo fue seguido por otros que ofrecieron su ayuda prestan- do su trabajo en su único día disponible, el sábado. La generosidad popular ha sido la pri- mera en acudir con sus ofertas, pequeñas si se quiere, pero conmovedoras. Así el pue- blo de Sinincay aportó madera para la re- construcción ; la serrería San Jorge prome- te tablones para las armazones ; las familias del barrio de María Auxiliadora ofrecen cada una un saco de cemento; el teniente alcalde de Paute cede su estipendio mensual y diversos obreros entregan sus jornales de un día. El profundo afecto que en todos los es- tratos sociales se nutre hacia los Salesianos multiplican los episodios. Un hombre del pueblo, tras mucho insis- tir. logra que un sacerdote salesiano que desde el techo de la carpintería trata de so- focar el incendio, se baje del peligroso lu- gar, sustituyéndole él, y le dice: “Padre, usted piense en salvar almas y déjeme a mí que arriesgue la vida para salvar la obra salesiana”. Los niños paran a los salesianos por la calle para entregarles sus huchas o sus li- mosnitas, acompañadas de una sonrisa com- placida. Un limpiabotas no cesa hasta que se le admiten sus exiguas ganancias para contri- buir a la reedificación del Colegio. Un za- patero remendón cede quince días de jornal con el mismo fin. Hay quien se encara con María Auxilia- dora y le dice filialmente cómo ha podido permitir que obras tan beneficiosas para sus hijos sean destruidas. Las lágrimas de muchas personas descon- soladas y los gestos más conmovedores pro- claman que el pueblo de Cuenca ha sentido como propias las dolorosas heridas abiertas por el trágico incendio. Toda la ciudad, au- toridades. empresas y particulares, merecen nuestra más viva gratitud. Sus nombres, con el de nuestros bienhechores de todas las na- ciones, quedarán impresos, más que en mármoles, en los corazones de nuestros jó- venes y en el de las generaciones futuras. Estamos seguros que la noticia de nues- tra tragedia despertará los corazones de los amantes de las Misiones salesianas y nos 12 – ayudarán a levantar el ánimo de los salesia- nos de esta joven Inspectoría misionera, y especialmente el de nuestros coadjutores, que ven sus sueños de apostolado entre los obreros, truncado. Entre tanto, levantamos al cielo nuestros ojos y llenos de confianza en Dios, que es siempre Padre, incluso cuando nos prueba tan fuertemente, repitamos las palabras que nuestro amadísimo Arzobispo, en su llama- miento a los fieles de Cuenca, ha escrito: El Señor nos había concedido esta gran Obra, el Señor nos la ha quitado, bendito sea su santo nombre”. Fulvio DOTTO, SDB. A petición del P. Director del siniestrado Colepio Sale- siano de Cuenca, reproducimos la siguiente carta: Casa Central de las Misiones Salesianas Apartado 275 – Cuenca – Ecuador A los queridos lectores del Boletín Salesiano: En la noche del 19 de julio, u. p., un furioso incendio provocado por manos adiestradas por cabecillas del odio y del ateísmo, en pocas horas redujo a ce- nizas: — La Escuela Elemental gratuito Cornelio Merchán —que acogía a 1.500 niños de los más pobres y necesitados de la ciudad, a los que se les distribuía con frecuencia, alimentos y vestidos. __Los Laboratorios de mecánica, electricidad, galvanotècnica y carpintería, pro- vistos todos de modernas máquinas para la enseñanza de los Artes y Oficios. __ Un cine-teatro con equipos de máquinas de proyección y películas. — Una hermosa y grande capilla y un amplio dormitorio. Los técnicos y entendidos están muy concordes en afirmar que los daños as- cienden a 30 millones de pesetas, fruto de tanta generosidad y de treinta anos de trabajo de los misioneros de Don Bosco. Pero incalculables e insustituibles los daños que produjo el incendio, en el Museo Arqueológico Incásico y en la Pinoteca, cuyos cuadros remontaban a la época colonial. ¿Quién podrá imaginar nuestra angustia y la de centenares de familias de los niños y jóvenes al aproximarse el nuevo año escolar? Quisiéramos abrir, al menos en diciembre. en galpones provisionales, las es- cuelas para los 1500 alumnos del Merchán y equipar con máquinas los Labora- torios de la Escuela Profesional. Pero ¿cómo poder hacerlo sin la ayuda de vues- tra generosidad? Un periodista preguntó al Rvdo. P. Carlos Crespi, fundador y alma de esta obra ■ «Qué dolor al reducirse a cenizas treinta años de fatigoso trabajo para con- seguir los medios>. Respondió: *No lloro por esto. Pero sí lloro de emoción, cuan- do mis niños renuncian a un puñado de imote* —maíz cocido— para ofrecerme pocos centavos en ayuda a la construcción de su nueva escuela> Es por esto que me dirijo a vosotros, como si yo fuera uno de estos niños que en su dolor os suplican: €¿Podréis con vuestra generosidad ayudarnos a construir nuestra escuela y nuestros laboratorios? Dios os recompensará con largueza, en esta y en la otra vida, cualquier peque- ña privación sufrida por su Amor. A.gradecido en nombre de Don Bosco: F Dotto Fulvio (Director). P. D.—Las ofertas en dinero, objetos y máquinas, dirijidlas a: Rvdo. P. Director del Boletín Salesiano. Alcalá, 164 – MADRID para P. Director. Casa Central Misiones Salesianas Cuenca (Ecuador). 13 ITALIA Nuevo Obispo salesiano VILLA DE SERIO (Bér- gamo).—Ha sido consagrado Obispo el relevante misio- nero salesiano del Río Ne- gro (Brasil), Mons. Juan Marches!. La ceremonia de la con- sagración tuvo lugar en su pueblo natal de Villa de Se- rlo (Bérgamo), actuando de Obispo consagrante S. E. Monseñor Piazzi, Obispo de Bérgamo, acompañado por dos Obispos misioneros. Monseñor Minali, capuchi- no, y Mons. Arduino, sale- siano. Entre las personalidades que se encontraban en la ce- remonia figuraban el Emmo. Cardenal Testa y el Reve- rendísimo Rector Mayor, D Renato Zlgglottl. El nuevo Obispo cuenta setenta y dos años. ARGENTINA Inauguración de una má- quina tipográfica SAN ISIDRO (Argentina Si Nuncio Apostólico Mon- señor Umberto Mazzoni, ha bendecido e inaugurado, coincidiendo con la fiesta del Papa, una nueva máqui- na tipográfica en las Escue- las profesionales salesianas de San Isidro (Argentina). Mons. Mozzoni, al poner en marcha la máquina apre- tando al botón, se encontró con la agradable sorpresa de que la máquina le ofre- cía, como primera tirada, una bella imagen de Su Santidad Juan XXIII. BRASIL Nueva Casa para los Aspi- rantes Salesianos. FORTALEZA (Brasil). — Uno de los números de las fiestas organizadas por la Archldiócesls de Fortaleza con motivo de las Bodas de oro sacerdotales de su Arz- MONTEVIDEO.—Interior del monumental triple templo, dedicado a Maria Auxiliadora, recientemente inaugurado. obispo Monseñor Almeida Lustosa, salesiano, fue la colocación y bendición de la primera piedra de un Aspi- rantado Salesiano Agricola. La nueva casa de formación se levantará en Villa Don Bosco, nuevo nombre de la ciudad llamada Acaruzlnho. CHINA «.EDUCAR Y EVANGELI- ZAR». MACAO (China).—La vis- pera de la fiesta de Maria Auxiliadora fue administra- do el sacramento del bau- tismo a 25 alumnos del colegio salesiano. Al dia si- guiente, fiesta de Maria Au- xiliadora, hicieron la prime- ra comunión. En dicho día, visitó por primera vez el Instituto sa- lesiano el nuevo Goberna- 14 – > dor de la provincia, el ex- celentísimo señor Teniente Coronel don Antonio Lopes dos Santos que dejó escrito en el álbum-recuerdo’. «Es- ta obra educadora y social merece el apoyo y la sim- t patia de todos». ALEMANIA Internado para jóvenes obreros NUREMBERG (Alema- nia).—La Iglesia de los Stos. Angeles Custodios, erigida en 1953, ha sido confiada por el Sr. Obispo de Nu- remberg, a los salesianos. La nueva iglesia será pron- to erigida en parroquia. Pe- ro el corazón de la Obra sa- lesiana en esta famosa ciu- dad, sede del tribunal que condenó a los jerarcas na- zis, será un internado obre- ro, que cuenta en la actua- lidad con 70 jóvenes. JAPON El emperador del Japón condecora a un salesiano TOKIO (Japón).—El em- perador del Japón ha con- cedido una condecoración al salesiano D Antonio Ca- voli, que lleva treinta y cin- co años de misionero en el Japón, en reconocimiento por el trabajo social realiza- do por él en favor de los pobres. URUGUAY La Encomienda Pontificia , insistiendo y animando a todos a ser verda- deros apóstoles en sus propios domicilios y centros de trabajo. Acto seguido tuvo lugar la bendición de la bandera. Dicho acto se realizó en un coloquio de expan- sión e intimidad salesiana, quedando todos muy animados a emprender nuevos trabajos de apostolado, según las directrices de nuestros Superiores. (Viene de la pdg. 19) —Pero yo no quiero serlo si no soy sale- siano. Todos dijeron lo mismo, por lo que el se- ñor maestro, don Manuel, ferviente coope- rador. dirigiéndose al religioso, le dijo: —Me parece, padre, que aquí no tiene na- da que hacer. Y asi fue en efecto. Pocos dias después de la primera misa de don Salvador, el 16 de agosto, los felices pa- dres del misacantano asistían a la profesión religiosa del tercero de sus hijos salesianos, en el Noviciado de Astudillo (Falencia). Con este motivo, apenas pronunciò su hijo la fòrmula de los votos, pasaron al centro del presbiterio, donde el Rvdo. Sr. Inspector, don Emilio Corrales les felicitó enalteciendo con su fervorosa palabra las glorias de la fami- lia cristiana, y prendió en su pecho, en nom- bre del Rector Mayor, la medalla que la Congregación concede a los padres que le dan tres de sus hijos. Al acto solemne asistieron también los otros dos hijos salesianos, el Rvdo. D. Sal- vador, misionero en las Antillas, que ha ve- nido a España para celebrar su primera misa, y don Victorino, también misionero en Venezuela, que ha venido asimismo para vi- vir estos acontecimientos que han llenado de felicidad a su familia y de alegría al pue- blecito leonés de Las Grañeras. 2S – El Padre Gregorio Ayerra, autor del articu- lo con Esquevi, el indiecito imoro> que abrió las puertas a la evangelización de su tribu. ESQUEVI, ESQUEVI UN NUEVO JOSE SALVA A SUS HERMANOS UN MISIONERO DEL CHACO BOREAL OS TIENDE LA MANO AL llegar a mi Misión de Puerto Gua- raní, muy pronto supe las trágicas leyendas de los temidos Indios Moros. Me hablaban de ellos, con gran espanto, los muchachos de la Misión. Los hechos más terroríficos los oía de los niños chamacocos a quienes daba clase y quienes en la toldería escuchaban las gestas épicas de sus mayores con los enemigos de su raza, los Moros. Con más ecuanimidad, pero con no me- nos frecuencia, me habla de ellos mi com- pañero, el Padre Dotto. Por aquel entonces, el Vicario Apostóli- co, Excmo. señor Angel Muzzolón, después de organizar las siete parroquias del Vica- riato, que se asienta en la ribera derecha del río Paraguay, pensaba en una expedi- ción al Oeste, en busca de los Moros. El Padre Dotto había sido designado para ello. Así pues, me desayunaba con Moros, comía con Moros y cenaba con Moros, aun- que nada tenían que ver estos indígenas con la clásica morería a la española. Un día, el 19 de junio de 1956, llegó una gran noticia : a 40 kilómetros al Oeste de Bahía Negra, había sido capturado un Indio Moro. Unos estancieros descubrieron un grupo de indios salvajes, los persiguieron al galo- par de sus caballos y como un muchacho quedase rezagado, le echaron el lazo y que- dó apresado. Algunas semanas después, el Padre Dotto daba comienzo, a la evangélica, a su Primera Salida al Oeste, con más ideales que el mismísimo Don Quijote y con más sufrimientos y desventuras que el Caballero de la Triste Figura. Era una tardecita tibia de nuestro invier- no chaqueño, con una temperatura que so- brepasaba ampliamente los treinta grados ; el muchacho recadero de la Misión vino su- doroso y apresurado hablándome en gua- raní : Eyú, eyú-mi Pa-í oúma petéi indio moro barco pe. Venga, venga Padre; ha llegado un indio moro en el barco. 21 CHACO BOREAL.—Los sa’esianos desde hace varios años intentaban inútilmente acercarse a los indios tmoros». Hoy lo han conseguido y el misionero salesiano dice la primera misa en las tierras de la tribu inaccesible. Para cuando llegamos nosotros al puerto, todo el pueblo se hallaba allá. Las gentes me saludaron con muestras de afecto y res- peto, cosa tan característica del pueblo pa- raguayo y, una vez entrado en el barco, me hallé de frente a un muchacho, indio moro. Tenía como unos trece años; era más bien bajo y rechoncho, de labios salientes y carnosos, nariz chata, con cejas depiladas, de tez morena y pómulos prominentes, cabe- CHACO BOREAL. — Un cacique indio «moro». Los españoles llamaron «moros» a estos indios por el color oscuro de su piel, distinta de la de los restantes indios ame- ricanos. llera abundante con coleta o trenza atada a la usanza de los toreros. Calzaba sandalias de madera y no llevaba más ropa que un pan- talonero; en su derecha llevaba su lanza de guerra consistente en un palo de 1,50 metros más o menos, terminado con una bayoneta, resto de la contienda del Chaco. Parecía una estatua viviente, ni pestañea- ba ; me acerqué y le sonreí, trate de hacer- le unos mimos acariciando su rostro. Todo fue inútil, parecía de bronce. Le hice la se- ñal de la Cruz sobre la frente. Saqué del cesto de mi recadero galletas frescas, me las aceptó, y con gesto rápido se puso a comerlas. Me retiré bastante des- concertado, no había logrado que me mira- se una sola vez, ni aún de soslayo. Me consolaba la idea de que sobre la carne de este muchacho había trazado el signo de la Redención Humana… esa Cruz del Sur, que con sus fulgores cubre estos países de Sud América, que tantas veces, en las noches tropicales, había guiado al indie- ci to por las angostas veredas que le condu- cían al toldo, hecha Gracia y Misericordia de Dios, estampaba un beso en el cuerpo y en el alma de este hijo de la selva para ha- cer de él un Hijo de Dios. Pasaron unas semanas, este muchacho, que en su tribu se llama “Esquevi” y entre nosotros “José”, volvió de nuevo a Puerto Guaraní, confiado a los salesianos para su educación. La Providencia ha puesto en él altos des- tinos : en adelante la Gracia de Dios actua- rá, los hombres serán meros instrumentos. Pasan los años en Guaraní, Casado, Olimpo; José es ya todo un hombre, se acerca a los veinte años, ha recibido el Bau- tismo, hizo su Primera Comunión, reza por su pueblo y desea volver al corazón de los suyos. Mientras tanto el camino es penoso, seis expediciones frustradas en siete años. Peli- gros por doquier: en los elementos, en las alimañas y en los hombres, en el hambre y en la sed, en la sequía y en las lluvias, en la carencia de medios y en la escasez de caminos; peligros en los ataques de los mismos indios. Miles de kilómetros recorridos en plena selva tropical; en carreta, a caballo, en ca- rro polaco, a pie abriendo picada con ma- chete, hasta que sonara la Hora de Dios. Y fue el 20 de julio de 1962; el Padre Bruto Stella y José se hallaban una vez más en esa penosa búsqueda de los Moros, a unos 800 kilómetros de Asunción, selva adentro y en el corazón del Gran Chaco Paraguayo. De repente, cruzó de cerca y velozmente un indio salvaje, desnudo. José se lanzó tras éi a carrera tendida, gritándole en su idioma. En un momento dado, el salvaje cesó en su carrera, se volvió hacia José, se habla- ron y se reconocieron. Llamaron al Padre Bruno; pronto se oyeron gritos y silbidos convencionales, hasta que se presentaron unos treinta niños, mujeres y hombres. Nuevas tribus se entregan confiadas, a los Misioneros Salesianos del Chaco, me- diante este Nuevo José, salvador de su pueblo. El 22 de agosto salió de Asunción la pri- mera expedición de tres grandes camiones ; al frente de ella y conduciendo uno de los camiones, iba el Vicario Apostólico Monse- ñor Angel Muzzolón. El día 24, Conmemoración de María Au- xiliadora, la Santísima Virgen asentaba sus reales en la Nueva Misión, por las inmedia- ciones del lugar llamado Madrejoncito. José hace años que oye hablar de España ; recibió ya varios regalos de sus amigos. CHACO BOREAL. — Mujer •perteneciente a la tribu de los «moros». Esta es la primera foto lograda de una india smora»,. vestida gracias a los servicios de Cáritas. En los cinco años que viví con él, cuando le advertía tristezas y añoranzas o esa llama- da irresistible a la selva que él sentía, yo me cuadraba ante él y le gritaba: “¡Esquevi, Esquevi!”. Me miraba, se sonreía y, de mo- mento, olvidaba sus penas. Pero Esquevi se daba cuenta, por lo visto, de que el Mi- sionero sentía otras tristezas y añoranzas. Y él, que nunca suele gritar, que habla sereno, reposado y tranquilo, dulce en sus modulaciones, se cuadraba ante mí y me gri- taba: “¡Español, España!» Sabe él que yo ando por España ; cuando dentro de breves meses me salude de nuevo en el corazón del Chaco, bien se que me gri- tará: “¡Español, España!”. Y yo. ¿qué le podré responder? Mis lectores tienen la palabra; tan sólo me limito a poner fin a estas líneas di- ciendo: A la Iglesia y a España les han nacido nuevos pueblos en las selvas tropicales del Chaco Boreal de! Paraguay. Gregorio Ayerra Misionero salesiano El P. AYERRA espera de todos los amantes ¡ de las Misiones salesianas un óbolo para atender a sus pobrísimos indios. Mándale tu limosna a PROCURA MISIONES SALESIANAS Alcalá. 164 – Madrid 23 LIMBATI La espina del misionero HACE algún tiempo os hablé de las espinas del corazón del misionero. Ahora os pondré un ejemplo. Un día veo que viene hacia mí Juan, un cristiano de Futa. —Hola, Juan; qué alegría verte por aquí. ¿Qué buenas noticias me traes? •—Padre, me manda el Presidente de la Acción Católica para que te entregue esta carta. La abro y leo: Buenos días, Padre Luis. Esperamos que usted se halle bien. Entre nosotros las co- sas no van bien. Venga cuanto antes. Nos SAKANIA (Congo).—Un sacerdote nativo al celebrar su primera Misa contribuye a la paa del Congo. encontramos con grandes dificultades por culpa de Lembati (el brujo). No lo deje para luego, porque sufrimos mucho. El presidente del sector Quiba. José Musa.” —Dime, Juan ¿qué pasa? —Esta es. Padre, la situación. El sábado pasado, durante la tormenta un rayo pene- tró en casa de Cristina, la hija de Bernar- do. La casa ardió y Cristina resultó con quemaduras en el brazo. Al día siguiente, Bernardo fue al brujo Lembati para ente- rarse de quien le quiere mal a él y a su fa- milia para enviarle el rayo a casa de su hija. Lembati le ha dado una carta para el jefe del pueblo. El mismo domingo por la tarde el jefe convocó a toda la gente y les leyó la carta. En ella acusa a mi padre To- más de haber lanzado el rayo contra la casa de Cristina. — ¡Pero, otra vez con las supersticiones! ¿Bernardo es cristiano y acude al brujo? ¿Supongo que tu padre no habrá reconocido haberlo hecho? —No, y ahí está el mal. Ni lo ha recono- cido ni ha querido pagar. Además ha insul- tado a Lembati llamándolo embrollón y mentiroso porque, le dijo, sobre el rayo sólo Dios tiene poder. Suerte que ha habido uno que se ha atrevido a resistir al brujo. —¿Suerte, dice? No, Padre. Si hubiese reconocido y pagado al brujo a estas horas ya estaría todo olvidado y perdonado ; ahora el pueblo está dividido, y nueve sobre diez están con el brujo. El no puede equi- vocarse en tales cosas ; todos lo dicen. Mi padre lo tacha de hipócrita, de malhechor y portador de desgracias. Caramba, Juan, ¿hasta tú piensas como Lembati? —No, pero él sabe muchas cosas. Hubie- ra sido mejor que hubiese reconocido el juicio del hechicero, nosotros le hubiéramos ayudado a pagar y todo estaría ya en paz. 24 – ELISABETHVILLE.—El Jefe del Gobierno katangueño, Moisés Thsombe, aprecia grandemente a los salesianos, a quienes visita con frecuencia. En nuestra foto lo vemos junto al Director del Colegio Salesiano en Elisabehvüle, a donde acude con cierta frecuencia. En Katanga florece la Misión salesiana de Sakania, por lo que ardientemente deseamos que llegue la paz definitiva a aquellas atormen- tadas gentes. Ahora todos le injurian y discuten con mi padre sin parar. —¿Y quién tiene la culpa, tu padre o Lembati? —Si mi padre hubiera aceptado el fallo del brujo todo estaría en regla. —Bien, Juan, le dije un poco amoscado, vuelve a tu pueblo y anuncia que pasado mañana iré a dar mi opinión y que mientras tanto que permanezcan tranquilos. Un asunto de estos desanima a cualquie- ra. Aun no hacía una semana Lembati ha- bía revuelto a Quiba, ahora tocaba a Futa. En Quiba la semana pasada acusó a tres cristianos, dos protestantes y tres paganos, de ser la causa de todas las calamidades del pueblo. Los tres paganos, los dos protes- tantes y dos católicos reconocieron, por mie- do naturalmente, que había dicho la ver- dad. Pagó cada uno una multa que osciló entre los 200 y 2.000 francos y después fue- ron rebautizados por el brujo; una purifi- cación externa mediante un ‘avado de cabe- za y una purificación interna con una be- bida mágica. Finalmente les marcó con un hierro candente la frente y las sienes para que todos reconocieran que estaban purifi- cados y por consiguiente nadie debía hacer- les ningún mal. Los espíritus se habían marchado con el bautismo del brujo. Ya podían circular libremente, nadie les cau- saría mal alguno, porque el mal que hicie- ron no fue culpa de ellos sino de los espí- ritus que en ellos se introdujeron, pero ahora los espíritus habían sido arrojados. Así piensan los paganos y siete sobre diez de nuestros cristianos. Los dos católicos que se dejaron enredar en los lazos del brujo gozan ahora de tran- quilidad, sí. pero de tranquilidad por fuera porque su conciencia comienza a remorder- los por haber participado en prácticas pa- – 25 ganas. El tercer hombre, un miembro de Acción Católica, tuvo el coraje suficiente para negarse y desafiar al brujo Lembati. No reconoció el oráculo, rechazó el bautis- mo de la purificación ; se negó a ser mar- cado con el hierro; hizo cuanto había que hacer para permanecer fiel a sus promesas bautismales: “Renuncio al diablo, a sus obras y a todas las prácticas paganas”. Pero para los paganos y los cristianos a medias esta negación tiene otro valor. Para ellos es cosa cierta que Lembati no se equi- voca. Quien se le enfrenta atrae la mala suerte y como no quiere librarse de los es- píritus mediante la purificación se convier- te en un perpetuo portador de mal de ojo para toda la población. Así se explica la tempestad de odio y de injurias y hasta de golpes que ha tenido que sufrir el valiente cristiano de Quiba. Pero su alma está com- pletamente tranquila, tiene la certeza de haberse librado del paganismo y abierto a Cristo ; está contento de haber sufrido algo por El. Esto es lo sucedido en Quiba, caso ordi- nario que hoy sucede aquí y mañana en otra parte. Pero el caso de Putta es extraordina- rio. Allí se acusa a Tomás, que no es un cristiano cualquiera, sino uno de los pione- ros de la Acción Católica, el jefe de la co- munidad cristiana de Futa. Lembati es un verdadero diablo en carne y hueso. “Hiramos al pastor y se dispersarán las ovejas”, debe pensar entre sí. Más ¿qué pen- sar de lo que dice el hijo de Tomás y se- cretario de la JOC: “Hubiera sido mejor que mi padre hubiera reconocido la senten- cia del brujo ; ya habría terminado todo y mi pueblo estaría tranquilo”? Pero, ¿es que la tranquilidad externa vale más que la paz y tranquilidad de la conciencia? Señor, ayúdanos. Haz que se comporten en pensamientos y en palabras como verda- deros cristianos. Oh Espíritu Santo dales la fuerza de querer el bien y de no temer la lucha por el triunfo del Reino de Dios. Y vos, oh Auxiliadora de los Cristianos. Reina de las Misiones, ayúdanos para que ni las muchas dificultades, ni la oposición, ni los fracasos nos desalienten. Luis Adams Misionero Salesiano en Katanga. Vista airea del Colegio Salesiano de Elisabethvüle- Katanga a los cincuenta años de su fundación. 26 – alegremente, entre en el QUIROFANO Granada.—Me encontraba ya en el otro mundo. Los huesos se me habían quedado chicos, tal era mi delgadez y endeblez, cuan- do me decidí a someterme a una operación a vida o muerte para verme libre de los tre- mendos dolores que padecía. Una de mis familiares, gran devota de la Sma. Virgen, María Auxiliadora, me inspiro tal confianza en su protección y auxilio, que a pesar de la poca esperanza que me daban los médicos de salir bien de la operación de riñón, a que debía someterme, alegremente entré en el quirófano. La operación resultó tan bien que el doc- tor don Alfonso Montilla ha ouedado admi- rado del resultado de la misma, y todavía más de mi rápida recuperación, pues a los quince dias de operada, parecía otra. Hoy, después de tres meses, completamen- te restablecida, he visitado, acompañada de mis hijos, de siete y diez años, a la Santísi- ma Virgen Auxiliadora, en su capilla, para darle gracias por el favor recibido y hacerle entrega de la limosna que le prometí. Le ruego la publicación de la gracia en el Boletín Salesiano como pública manifesta- ción de mi agradecimiento a la Sma. Vir- gen.—Victoria Ruiz Moles. NOS ESCUCHO El Plantío (Madrid).—Doy rendidas gra- cias a María Auxiliadora, por la curación de mis hijitas, que, atacadas fuertemente de tos ferina, y teniendo el pequeñin quince dias solamente podía haber tenido graves consecuencias. Con gran fervor le pedimos a tan buena Madre esta gracia, y nos escucho. Agradecidos por este favor, enviamos una li- mosna y animamos a todos que recurran a la Santísima Virgen en sus necesidades y apu- ros.—Francisco Villegas. DIFICIL OPERACION Madrid.—Tuve que ser operada y padecía del corazón y había temor de que la esteno- sis mitrai tuviera complicación con la aorta, o con alguna trombosis, ya que antes de la operación me habían dado dos embolias. En este trance, acudí a María Auxiliadora y milagrosamente no sólo no se presentó en el momento de la operación el trombo, sino que al hacer la dilatación mitrai, no hubo complicación alguna. Estando recuperada y sin décimas doy gra- cias a María Auxiliadora por este gran fa- vor y entrego una limosna para sus obras.— Matilde Angeles Balbuena. ANIMO A TODOS A CONFIAR El Plantío (Madrid).—Una afección me impedía entrar en la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora. Regresé a mi casa donde me sometieron a una delicada intervención quirúrgica y al resultar por completo satisfactoria, pude Ingresar en el Aspirantado y hacer mi Noviciado, profesan- do en la Congregación a ella dedicado. Doy gracias, envío una limosna, y animo a todos a confiar en tan buena Madre.—Misionera. Sor Zulima Sánchez, Hija de M.» Auxiliadora ME HOSPITALIZARON DOS VECES El Plantío (Madrid).—Agradezco a nues- tra Madre María Auxiliadora un favor in- signe del que he sido objeto, al concederme la completa curación de la vista, después de estar completamente ciega y con unos dolo- res horribles, no teniendo los médicos espe- ranza de curación alguna, creyendo en un principio fuera tumor cerebral, me hospita- lizaron dos veces y después de grandes reco- nocimientos y experimentos dolorosíslmos, no encontraron la causa, empeorando cada dia. Como la ciencia humana no podía ha- cer nada, imploramos auxilio a lo alto, que no se hizo esperar, pues sin saber cómo, fue- ron desapareciendo los dolores y recuperan- do la vista. Hoy, gracias a nuestra queri- dísima Madre María Auxiliadora, estoy cu- rada por completo, por lo que invito a todos que recurran a la Santísima Virgen en sus necesidades. Agradecida por éste y otros muchos favores envío una limosna.—Sor Elena Castaño, Hija de Maria Auxiliadora. – 27 OTROS CORAZONES AGRADECIDOS Francisca Rodríguez (Orense), por favores reci- bidos invocando a la Santísima Virgen con la ja- culatoria “María Auxiliadora, rogad por nosotros». María Teresa Boix (Badalona) da gracias a Ma- ría Auxiliadora por numerosos favores recibidos N. N. (Barrio de San Blas-Madrid) agradece a María Auxiliadora la curación de una enfermedad de cuidado que tuvo su hijo y que, a pesar de ser contagiosa, no se propagó a ninguno de sus otros hijos. Luis Santamaría (Huesca) da gracias al Corazón de Jesús y a María Auxiliadora por el señalado favor de haber salido perfectamente bien de una delicada operación. Braulio Calviño (Vigo) da gracias a María Auxi- liadora por encontrarse en una situación apurada de un asunto particular y haber sido resuelta fa- vorablemente después de haber invocado con fe y confianza a tan buena Madre. /V. N. (San Sebastián) agradece a María Auxi- liadora por haber curado a una hermana suya de un derrame cerebral, y a una amiga por haber salido bien de una operación quirúrgica. Carmen Jaén (Rota-Cádiz) agradece a María Auxiliadora por un señaladísimo favor que le ha concedido. Providencia Macias de Dueñas (Rota-Cádiz) da gracias a María Auxiliadora por una gracia con- cedida y que le pidió durante la Novena que cele- braban los Padres Salesianos en su honor. Joaquín Duran Duran (Zamora) da gracias a María Auxiliadora por favores recibidas de Ella, y envía de limosna la cantidad que ha ganado en su trabajo. M. F. (Tona-Barcclona) da gracias a María Au- xiliadora por haber salvado su vida y la de un ser querido en un trance muy apurado y de difícil situación. P. N. J. (Barcelona) da gracias a María Auxilia- dora por haber salido de una situación difícil des- pués de haberla invocado, porque casualmente lle- gó a sus manos un Boletín Salesiano y leyó las numerosas gracias que tan buena Madre con- cedía a los que la invocaban. Dan gracias a María Auxiliadora v envían una limosna: Restituo Arnanz. Anéalo (Avila). Mar- garita Parrerons. Carabanchel Alto (Madrid); O. S. . Fuente el Sol (Valladolid); Maura Aragón y Fidela Pérez, de X; María Durán, de Reos: T. P. S-. de Granada; Mercedes Gallego, de Za- mora; María Blandino, de Puerto Real (Cádiz); N. N.. de Baracaldo; Josefa Insansé, de Sarriá (Barcelona); M. R„ de Ripoll (Gerona); Viuda de A., de Barcelona ; Rosa Gómez, de Valoría del Alcor (Patencia) ; N. N.. de Algeciras; Sastrería Romeu, de Reus, y N. N., de Reus. Gracias de Don Bosco y de Santo Domingo Savio Madrid.—Puse en manos de Santo Domingo Savio un asunto que me preocupaba grandemente, ofreciéndole, si me lo resolvía, enviar una limosna para las escuelas que llevan su nombre en San Blas, y publicar el favor en el Boletín Salesiano. Hoy agradecida, cumplo mi promesa y envío 100 pesetas.—Concepción Docasar. Tona.—Doy las gracias a San Juan Bosco por • interceder por mí en unos momentos en que lo necesitaba, enviándole una limosna para su culto, y rogándole que no nos desampare nunca.—M. F. Zaragoza.—Por dos señalados favores re- cibidos por intercesión de San Juan Bosco, a quien tengo gran devoción, entrego una li- mosna para su obra de Zaragoza, rogando se publique la gracia en el Boletín Salesiano para estimulo de sus devotos.—Felisa Igle- sias Monje. DE NUESTROS SIERVOS DE DIOS POR INTERCESION DE D. FELIPE RINALDI Pamplona.—Hallándome en una situación difícil acudí al Siervo de Dios, D. Felipe Ri- naldi, a quien profeso una gran devoción y he sido atendida una vez más. Hace unos años me encontraba gravemente enferma, casi sin esperanzas de curación, me enco- mendé al siervo de Dios y a los pocos días ya estaba de pie, siguiendo hasta hoy en per- fecto estado de salud. Por éstos y otros fa- vores recibidos de tan buen Padre hago pú- blico mi agradecimiento y ofrezco mi limos- na para su causa—Mercedes Pérez de Mi- guel. Villa de Teror (Gran Canaria).—Conside- ro como un verdadero favor obtenido del Sagrado Corazón de Jesús por intercesión de su fiel siervo D. Felipe Rinaldi, el que me otorgó hace unos quince días. En medio de aquella tribulación, acudí para su reme- dio, poniendo por intercesor a D. Felipe Ri- nal’.i, de quien había oído su poderoso va- limiento ante el Sagrado Corazón de Jesús. Hoy, superada ya la crisis, doy gracias al Señor, e invito a que todos lo hagan por mi, y animo a quien se encuentre en graves difi- cultades a acudir al Sagrada Corazón po- niendo por intercesor a este santo Salesia- no, D. Felipe Rinaldi.—J. A., S. D. B. 28 – GRACIAS Y FAVORES DE DOÑA DOROTEA DE CHOPITEA DOY GRACIAS A LA SIERVA DE DIOS Villa de Teror (Gran Canaria).—La lectu- ra del Boletín Salesiano me ha dado a co- nocer cómo Dios nuestro Señor escucha be- nignamente a las personas que acuden a El por intercesión de la Sierva de Dios Doña Dorotea de Chopitea. Animada yo por la lectura de esos favores, le encomendé en dos momentos algunas graves dificultades que se habían presentado y sin esperanza de so- lución. A los pocos dias uno y otro asunto se vieron solucionados de la mejor manera que se podía esperar. Por esto doy gracias a la Sierva de Dios, imploro su poderosa interce- sión ante Dios para con nosotros y animo a otras almas a encomendarse con la seguri- dad de verse atendidas.—Maria del Pino Hernández. EN APURO ECONOMICO Encontrándonos en un apuro financiero, al parecer insoluble, acudimos a la Sierva de Dios Doña Dorotea, prometiéndole que si en el breve plazo de cinco dias quedaba favo- rablemente resuelto el problema, publicaría- mos la gracia en el Boletín Salesiano y le enviaríamos una limosna para su causa de beatificación. La gracia no se hizo esperar y a los tres días quedó resuelto favorablemente el asun- to.—Familia de Vicente González. CURADA SIN OPERACION Peralejo de los Escuderos (Soria).—Hacia varios años que me hallaba enferma del vientre, y a punto de operarme vino a visi- tarme una buena amiga, fiel devota de dona Dorotea, la cual me invitó a encomendarme a la Sierva de Dios mediante una Novena. Asi lo hice, y repetí la Novena con sumo fervor, y cuando me presenté a los médicos me dijeron, después de un minucioso reco- nocimiento, que ya estaba curada y que no era necesaria ninguna operación. Puede us- ted figurarse mi alegría y mi consuelo. Llena de gratitud, envío una limosna para la cau- sa de beatificación, y le ruego publique la gracia.—María Márquez. AYUDA PROVIDENCIAL Málaga.—Una hermana mía se hallaba en una vivienda que amenazaba ruina; pero por más que hacia no lograba encontrar un piso para trasladarse. En tan difícil si- tuación, encomendamos el caso a la Sierva de Dios doña Dorotea, siempre tan buena con los necesitados, y comenzamos con mu- cha fe una Novena. La santità nos escuchó y pudimos encontrar la habitación deseada; pero donde se ve lo providencial del caso es que, apenas salió mi hermana de su vieja vivienda, no habían pasado todavía dos horas cuando la casa se derrumbó, salván- dola asi de una muerte segura. Agradecida por este favor, que yo tengo por un gran milagro de la Sierva de Dios, le envío una limosna, y le ruego publique la gracia para estimulo y edificación de sus devotos.—Mar- cela Mariscal. ENCUENTRA TRABAJO Barcelona.—Habiendo salido mi hija del colegio y no encontrando trabajo, me dirigí con toda confianza a doña Dorotea, y al dia siguiente mi hija encontró un magnifico em- pleo, del cual se encuentra muy satisfecha. Agradecida, le envío una limosna para su beatificación, mientras hago público mi re- conocimiento.—L. de D. Dan también gracias a Doña Dorotea y envían una limosna: Madrid, Antonio Ortega; Madrid, E. Pacheco; Carabanchel Alto (Madrid), Marga- rita Farrerons; San Vicente deis Horts (Barcelo- na), Dolores Romagosa; Zamora, Jerónima Mez- quita de Barba; Loarre (Huesca), E. P.; Las Pal- mas de Gran Canaria, U. D.; Archilla (Guadala- jara), Francisca Oscoz, y Vigo. M. C. P. DE NUESTROS MARTIRES GRACIAS ATRIBUIDAS A LOS MARTIRES SALESIANOS Picasen! (Valencia).—Hace dos meses me tuve que poner en manos de un especialista del estó- mago. y habiéndome puesto una inyección, me produjo una reacción tan fuerte, que todos creían que me moriría; pero en aquellos momentos acu- dimos a la intercesión del Siervo de Dios y Már- tir Salesiano, don Juan Martorell. a cuya interce- > sión atribuimos todos el que la cosa se resolviera sin más dificultades, por lo que muy agradecida envío una limosna para su beatificación, y le rue- go publique la gracia en el Boletín.—Felicidad Medina. PICASEN! (Valencia).—Por varios favores recibi- dos de don Juan Martorell, le envío una limosna, y le ruego haga pública mi gratitud.—Matilde Vives. Barcelona.—Agradecido al Siervo de Dios don José Bonet, Mártir Salesiano, Je envío un donativo para su beatificación, con ruego de que publique mi sincera gratitud en el Boletín Salesiano.— N. N. 29 D. JOSE CANAL .MIGUEZ. S. D. B. DON JOSE MONGE BERNAI Otro veterano de la Pía Unión de Cooperado- res, llamado por Don Bosco al Paraíso, con ochen- ta y cuatro años de vida ejemplarísima. Don José era en Sevilla un joven letrado cuan- do don Pedro Ricaldone echaba las bases de lo que hoy es y representa en ella la Congregación Salesiana. Y desde el primer momento tuvo en él al colaborador diligente, resuelto, activo, ágil. Fue ocupando cargos de altura en la política y en las letras —diputado a Cortes, Gobernador de Huelva, etc.—, y siempre puso su influencia y su cariño en las obras salesianas. Cuando el ambiente se oscurecía, su presencia en nuestras Casas ilu- minaba de optimismo la situación. En las grandes alegrías como en las graves contingencias, con él aparecía el generoso participante, el paño de lá- grimas, la palabra de aliento, el Cooperador verdad. Orador elocuente y sentidísimo, su presencia du- rante no pocos años era obligada en las fiestas salesianas. Siempre decía algo nuevo. Su memoria era un arsenal de recuerdos de los «tiempos de don Pedro», como los sevillanos antiguos dicen cuando evocan al inolvidable Padre Ricaldone, Don José Monge y Bernal es de los Cooperado- res salcsianos que requieren un estudio biográfico para estímulo y ejemplo. Sirvan estas piadosas líneas de preludio a la semblanza que se espera, \ descanse en paz el ilustre caballero, que nunca desfallecía, confesando a Cristo, hablando de San Juan Bosco y de los suyos haciendo el bien a ma- nos llenas. ————————————– La mejor manera de pedir por las almas d ‘ | Purgatorio es ganar indulgencias y aplicar- las por ellas. Y este ofrecimiento que se hace por ellas queda, en realidad, en bene- ficio para las mismas personas que tienen ese rasgo de generosidad. — (Don Bosco.) Inesperadamente nos llega la noticia de la muer- te trágica del Rvdo. D. José Canal Míguez. Sale- siano, Profesor de la Universidad Laboral de Se- villa, ocurrida en la estación de ferrocarriles de Salamanca. Debido a la sordera crónica que padecía, no se dió cuenta de la cercanía de un tren que llegaba en el preciso momento en que él se encontraba pasando la vía. Don José era un Salesiano amable, simpático, de buen humor, trabajador incansable y hombre científicamente muy bien preparado. Su muerte supone una gran pérdida para la Congregación Salesiana. Actualmente contaba cua- renta y nueve años, y desempeñaba el cargo de Jefe de Estudios del Bachillerato de la Universidad Laboral de Sevilla. Confiamos en que María Auxiliadora, de la que fue tan devoto, le haya premiado con el cielo. No obstante conociendo cuán inescrutables son los designios de Dios, pedimos a todos, especialmente a sus alumnos, una oración por su alma. DOÑA MARIA DEL CARMEN FERNANDEZ En Llaranes, Avilés, ha fallecido santamente, como había vivido, doña María del Carmen Fer- nández. Un cáncer maligno nos la arrebató en pocos meses. Dió muestras de ser la verdadera “mujer fuerte» de la Escritura, en la resignación y fortaleza para soportar los dolores de la enfer- medad. Amante fiel de la Obra Salesiana, sentía las cosas del Colegio como propias. Fue una de las primeras en dar su nombre a la Pía Unión de Cooperadores y Archicofradía de María Auxilia- dora. Ejemplar madre de familia. Gustosísima, entregó a uno de sus dos hijos al Señor en el Se- minario Salesiano: “No me importa verte sacerdo- te; lo que sí me importa y te pido es que seas un buen sacerdote”. Su muerte fue un cerrar los ojos a este mundo y abrirlos para contemplar el rostro de aquella Auxiliadora, a quien tanto había invocado y amado en la tierra. Pedimos a todos nuestros lectores una oración por su alma. 30 – D. DIEGO GRAGERA AMIGO Fundador del Colegio Salesiano de Puebla de Calzada (Badajoz) El pasado 9 de septiembre falleció en la paz del Señor y a la edad de ochenta años, el señor don Diego Gragera Amigo, fundador del Colegio Salesiano establecido en la misma ciudad bajo el título “Fundación Gragera Amigo”. Era don Diego hombre modesto en sus cosas, amigo de la verdad y muy dado a ocultar las obras buenas y limosnas que hacía. Evitaba los agasajos, pues era amigo de la vida retirada. La Providencia le dotó de una gran fortuna, y gracias a su generosidad los hijos de San Juan Bosco levantaron, en el año 1953, un hermoso colegio, cuyo fin era dar enseñanza gratuita a los niños del pueblo, para lo cual donó una grandiosa finca instalada en el plan Badajoz e instalar un Seminario Menor Salesiano. Su muerte ha sido muy sentida. Sus funerales y entierro constituyeron un plesbicito de amor y ve- neración. Presidieron el cortejo fúnebre el exce- lentísimo señor Obispo de Córdoba, hijo de la ciudad; el Inspector Provincial, Padre Ruiz Olmo, y el Director de la Residencia Universitaria de Sevilla, Padre Montero, primer Director del Cole- gio, y el señor Director del Colegio Salesiano de Mérida. Sus restos descansan en el panteón familiar de la capilla del Colegio Salesiano. Juntamente con su hermana, la señorita Dolores Gragera, había pensado don Diego establecer —y está a punto de realizarse— una fundación similar para niñas. Pedimos a los lectores del Boletín una oración por el eterno descanso de tan insigne bienhechor de la Obra Salesiana. El mejor premio que Dios puede conceder o uno familia es un hijo sacerdote (Relación de las becas que han experimentado variación) Beca sacerdotal completa «Doña Consuelo Olalla». 35.000 pesetas. Beca sacerdotal tDoña Carmen Olalla».—Primera entrega, 20.000 pesetas. Beca sacerdotal «Ermitas y Daniel».—40.000 ptas. ‘Jnap. de savi? P Provincial* Celle M.* Auxiliadora. 14. Córdoba Beca Misionera. Granada.—30.000 pesetas. ORACION DE DOS ESPOSOS QUE NO TIENEN HIJOS Señor Jesús: Nosotros no hemos tenido la suerte de tener hijos: lo sentimos… Mas Tú nos ofreces la in- mensa ventaja de ayudar a otros hogares. Hemos pensado adoptar un adolescente que desee ser sacerdote. De él haremos nuestro hijo espiritual. Un día lo llevaremos hasta el altar de su primera Misa. Esto hará florecer igualmente nuestro mutuo amor y tendremos ante Ti los méritos del sacer- docio de este hijo, que nosotros amaremos como si fuese nuestro. Señor Jesús, dadnos la fuerza para que ambos seamos fieles a esta inspiración tuya. Así sea. – 31 MUCHACHO SANTO (Domingo Savio) • Dios ha regalado en nuestros tiempos a los muchachos y a sus padres un modelo de jóvenes jovial, simpático y santo: Santo Domingo Savio. • Leer su vida es pasar un buen rato, y más si va ilustrada, al gus- to de los muchachos de hoy, con abundantes dibujos y grabados. • Poner en manos de los niños y de los jovencitos la vida del mu- chacho santo es una invitación formal a ser mejor. Segunda edición —a dos colores— formato 10×15. Texto de Francisco de la Hoz. Ilustraciones de F. Fiorio. 56 páginas. Precio: 7 pesetas. Central Catequística Salesiana — Alcalá, 164 — Apartado 9134 — Madrid Se ruega al Remitente ponga sus propias señas para efectos de devolución, caso de no dar con el destinatario.