Boletín Salesiano. Marzo 1962
El mejor premio que Dios puede conceder o uno lomillo es un hijo sacerdote Ina/p» da ‘dan ^tcan dlaacu f Provincial’ Poioo Grat. Primo de Rivera. 25. Madrid BECA COMPLETA Beca «Santa Inés».—Total: 30.000 ptas. BECAS EN FORMACIÓN Cuarta Beca Sagrado Corazón.—Total: 21.987 ptas. Beca «María Auxiliadora». Guada lajera.—Total : 22 436 pesetas. Beca «Santo Domingo Sacio». San Blas.—To- tal: 15.306. Beca «Maria Auxiliadora». Salamanca.—Total: 6.300 Beco «San Juan Bosco».—Total: 350. Beca «Inmaculada Concepción». Doña Concepción Alvarez Mancha.—Total: 16.509,50. Beca «San Luis».—Total 18.000. Beca SierVa de Dios Laura Vicuña. Carabanchel Alto—Total: 19.395. Beca don Antonio Garzón, A. A.—Total: 8.055. Beca María Auxiliadora. Atocha.—Total: 28.155. Beca don Antonio Torm. Estrecho.—Total: 24.000. Beca San Luis Gonzaga. Estrecho.—Total: 15.000. Beca «San José Obrero».—Total: 7.500. Beca «Escuela de Automovilismo».—Total: 20.000. Beca «Don Buenaventura Roca». Béjar.—Total: 5.000 Beca «Santiago Apóstol». La Paloma.—Total: 11.000 Beca «Josefa A. Roldán y Familia».—Total: 15.600. Beca «Vicente travedrà»__Total: 5.000. Beca «A. y G.».—Total: 5.000. Beca «Pío Xtt». Villaamil (Madrid), PP. de Fami- lia.—Total : 5.900. Beca «Don Felipe Hernández». AA. AA. de la Paloma.—Total : 5.900. Beca Sacerdotal «Don Juan».—Total: 10.000. Beca «Santa Teresa y San Vicente».—Total: 10.000. Beca «Viuda de Pujada».—Total: 2.000. Beca «Nuestra Señora de las Angustias». Arévalo. Total: 14.000. Beca «Fuentes Bajo».—Total : 28.000. Beca «Francisco Tierra».—Total: 3.500 Beca «Ludezu».—Total: 6.000. Nueva Beca «Don Enrique Sáiz».—Total; 1.000 ptas. 2. do, Yl. d. do. la ÍTía^cad P. Provincial: Paleo Son Ivon Borro, 74 Barcelona BECAS EN FORMACIÓN Primera Beca «Padre Miguel Riera», del Colegio de Tarrasa.—Total 3.698 pesetas. Beca «Muy Rodo, don Florencio Sánchez».—To- tal: 5.600. Beca Santo Domingo Savio. Monzón.—Total : 43.070. Beca sacerdotal María Antonia Porta de Durán».— Total: 4.500 ptas. Beca «Doña Dorotea de Chopitea». AA. A A. dr Rocaíort.—Total : 27.000. Beca don Daniel Conde.—Total : 3.500. Beca señorita Emilia.—Total: 25.000. Beca San Marcelino.—Total: 20.000. Beca San Juan Bosco.—Total: 15.050. Beca de Ntra Sra. del Rosario. Reus.—Total : 2.000 Beca «Roselló Estella».—Total : 5.000. Beca «D. Francisco Bandrés». Sarria.—Total: 15.000 Beca «San Femando», de la Residencia de Huesca Total: 15.000. Beca «María Francisca».—Total: 10.000. Beca «Santo Domingo Savio».—Total: 10.000. Beca «Don José Recosen».—Total: 2.679. Beca «Doña Bibiana Sodas».—Nuevo donativo: 6.000 ptas. do, Alalia Auxiliadaia P. Provinciali Calle M.° Auxiliadora, 18. Sevilla. BECAS EN FORMACIÓN Beca P. Antonio Marcolungo. Colegio de la San- tísima Trinidad.—Total; 19.045. Becas Consejo Inspectorial de Cooperadores.—Padre Ricaldone, 4.000 ptas. ; Padre Viñas, 5.000 pe- setas ; don Manfredini, 4.000 ptas. ; don Floren- cio Sánchez, 4.100 ptas. Beca Sagrado Corazón de Jesús. Herederos de doña Salvadora García.—Total: 10.000. Beca don Rafael Romero. Colegio San José del Valle.—Total: 5.913. Beca «doña Pura Bermúdez».—Total: 15.300. Beca doña Amparo Zabala. Carmona.—Total: 5.000 Beca doña Josefa Rodríguez.—Total: 2.000. Beca don Juan Romero. Colegio Salesiano Cádiz Total: 21.514. Beca «don Gregorio Ferro».—Total: 15.000. fleca Don v4 ndrés Y un Algeciras.—Total: 4.000 Beca «Ntra. Señora del Rosario», de Rota.—Total : 12.000 pesetas. Beca «Don Juan Torres», de Jerez.—Total: 15.000. Beca «Firgen del Carmen», de Puerto Real.—To- tal: 12.000. Beca «Corpus Cristi», Sevilla.—Total: 2.200. Beca «Padre Modesto Giménez» (Residencia).—En- | trega : 20.000 pesetas. Beca «Padre Agustín Nafre» (Utrera).—Total 9.000 ll Beca Sagrado Corazón.—Una Cooperadora, 10.000 » pesetas. 7napacÍGÚa da $an Ass P. Provincial: Callo do Sagunro. 218. Valencia BECAS EN FORMACIÓN Beca «San Jorge».—Total: 10.000 pesetas. Beca Ntra. Sra. del Pilar. Cooperadores Zaragoza — Total : 10 445 pesetas. 2 — Beca Mosen Chusep». Alcoy.—Total: 9.200. Beca «Don José Calasanz».—Total: 13.025. Beca iRüdo. Don Silverio Maguiera>. Alicante.— Total: 15.000. Beca tRvdo. Don Luis Berenguer». Alicante.—To- tal: 20.000. Beca
. El Royo.—Total: 5.000 Beca «San Paulino». Baracaldo.—Total: 20.175. Beca «Archicofradía Marta Auxiliadora». Baraca’- do—Total: 14.650. Beca «Don Pedro Olioazzo». Baracaldo. — To- tal: 9.000. Beca «Don Eduardo Caprani». Baracaldo. — To- tal: 4.925. Beca «Escuela de Aprendices del Serción» To- tal: 25.000. Beca «Nuestros Mártires». Zuazo—Total : 18-409 Beca «Marta Auxiliadora». Don Román García Ro- mo. —Total: 5 000. 3 BOLETIN SALESIANO ORGANO DE LA PIA UNION DE COOPERADORES SALESIANOS Revista de la Obra de Don Bosco AÑO LXXVI Nóm. 3 Marzo 1962 SUMARIO PÓflB. DE ESPECIAL INTERES LOS CAMPOS DEL APOSTOLADO SE- GLAR …………………. 5 Sueño realizado …………. 8 Eco NACIONAL DE LA FIESTA DE San Juan Bosco……….. 10 Muere ciego un Arzobispo Sale- siano …………………. 12 Primer Congreso de caciques jíbaros ……………….. 16 A ORILLAS DEL ALTO RÍO NEGRO. 24 Hermana, he venido a mirarte. 26 SECCIONES FIJAS Mundo Salesiano…………. 16 Noticias gráficas ………. 17 España Salesiana………… 20 Diez noticias en una página … 19 Crónica de gracias ……… 28 Becas ……………… 2 y 3 • director : JAVIER RUBIO IBANEZ ★ Dirección. Redacción y Admón.: Alcalá. 164 – Apartado 9134 MADRID-2 Depósito legal: 3044.—1958 (Con censura eclesiástica.) BODAS DE DIAMANTE DE DON SALVADOR ROSES Un poco tarde nos llega la noticia, la grata no- ticia de que nuestro D. Salvador Rosés ha cele- brado sus sesenta años de Misa. A nadie extrañe que digamos nuestro D. Salvador Rosés, porque el Boletín Salesiano y él han tenido mucho que ver, pues durante muchísimos años él fué director del Boletín. Todos recordamos aquellos artículos tan jugosos y al mismo tiempo tan atrayentes. Con alma de artista y corazón salesiano fué lanzando a millares los ejemplares del Boletín Salesiano que tanto difundieron la idea de Don Bosco en nuestra patria y en Hispanoamérica, ya que en aquellos tiempos, don Salvador, hacía el único Bo- letín Salesiano de habla española. Celebró la Misa de diamante el dia de la In- maculada; asistieron a ella todas las autoridades de Ronda, donde actualmente reside y se le nom- bró hijo adoptivo de la ciudad. Los antiguos alumnos salesianos, por mano de su presidente D. Segundo Leria, le ofrecieron un pergamino y el acto de homenaje. D. Salvador correspondió con unas palabras, llenas de emo- ción y belleza, que conmovieron a todos los pre- sentes. Boletín Salesiano da gracias al Señor por la gloria y la alegría de su hijo predilecto y desea a nuestro D. Salvador Rosés que siga derraman- do el bien a manos llenas. NUESTRA PORTADA Los hombres que hicieron posible las escuelas profesionales Salesia- nas son los Coadjutores Salesianos; siempre los veréis como a éste de nuestra portada, atentos a la ense- ñanza v educación de los apren- dices. 4sí, con música… y la sonrisa de un aprendiz. Es la mejor manera de disponernos a leer nuestro Boletín de marzo, porque Don Bosco ha logrado clamorosos triunfos en todas las ciudades industriales españolas. Y porque los Cooperadores Salesianos van afirmándose y extendiéndose en España con promesa de un futuro henchido de frutos de apostolado. Por todo ello, muchacho, sonríe y da al aire tu canción. Campaña de la moralidad LOS CAMPOS DEL APOSTOLADO SEGLAR Un acontecimiento de la máxima impor- tancia domina el presente año el pensa- miento y el corazón de los católicos: es el Concilio Ecuménico. Intimamente ligado a con él, por voluntad de nuestro Rector Ma- yor, y para los Cooperadores, está la cam- paña de la moralidad, consigna que por sí sola merece una atención especial, pero que relacionada con el Concilio cobra nueva luz y obliga a más o. por lo menos, estimula y despierta en los buenos mayores deseos de realizarla. Con ánimo de dar a nuestros queridos Cooperadores idea de la importancia de esta consigna y de su alcance católico, re- producimos el siguiente artículo de Mon- señor Femando Prosperini. de Roma, es- crito para los Cooperadores Salesianos. — 5 «No ss para nadie un misterio que el pró- ximo Concilio tratará de despertar en los seglares la conciencia de ser parte viva y operante de la Iglesia, y teniendo en cuenta todas las formas de apostolado, que en es- tos últimos tiempos se han descubierto, y en las cuales ya se han adiestrado amplia y generosamente, los estimulará a contribuir con la mayor entrega posible a la obra de la Redención. La señal más clara de esta decisiva orientación es la constitución de una, entre las Comisiones Pontificias, que lleva precisamente el nombre de Comisión del Apostolado Seglar, formada por cons- picuas personalidades competentes de todo el mundo, las cuales están trabajando in- tensamente para que la acción de los se- glares sea cada vez más orgánica, segura y eficaz en todos aquellos sectores en los que su obra es especialmente preciosa y diríamos indispensable. Frentes de batalla. Uno de estos sectores es ciertamente la defensa de la moralidad pública. Ya se considere el aspecto impropiamen- te llamado «positivo» (sería mejor, «forma- tivo») de este apostolado, ya se piense en el aspecto más impropiamente denominado negativo, puesto que la reacción contra las malas costumbres y los focos de infección se resuelve en una obra positiva de sanea- miento moral, los seglares tienen en ella una parte de primerísimo orden. La acción formativa, referida a la mora- lidad pública —puesto que de ésta nos ocu- pamos—, está ordenada principalmente no sólo a formar la conciencia moral cuanto a reconstruirla. Se trata de despertar de nue- vo la conciencia de pecado, que se está perdiendo, y la convicción de que la ley moral es absoluta, puesto que no depende del consentimiento de una mayoría, sino de la voluntad de Dios. Se trata de devolver a las conciencias el saludable temor de los divinos castigos, el conocimiento de la gra- ve obligación de huir de las ocasiones pró- ximas de pecar y del deber sacrosanto de no tentar con nuestra conducta a los que nos miran y toman como modelo. Misión formativa que parece ser de la competencia del clero, pero, no tan exclu- sivamente que no obligue a fondo a los seglares a prestar individualmente su cola- boración más eficaz por medio de las asociaciones a que pertenecen y, por me dio de ellas y, sobre todo, a través de los contactos que para el clero resultan difíciles sino imposibles, pero fáciles y dia- rios para los seglares por la común vida o el trabajo común. Sin contar que en sus manos y bajo su responsabilidad están los medios (prensa, cine, radio, teatro, televi- sión). precisamente encaminados a formar o influir en la opinión pública y a los que la técnica moderna ha hecho más inmedia- tos y eficaces. La reacción, «tarea principalmente de seglares». Por otra parte, la reacción contra las pú- blicas manifestaciones de inmoralidad, es una forma de apostolado que cuadra sobre todo a los seglares. Piénsese en la necesi- dad que se impone de vigilar sobre am- bientes cerrados al clero y sobre manifes- taciones de la vida de las que los sacerdotes necesaria y obligatoriamente se mantienen alejados. Piénsese en la necesidad de te- ner contactos con organismos públicos, con los cuales los seglares, naturalmente, tienen mayor trato y relaciones diarias por moti- vos profesionales, culturales, políticos, ad- ministrativos, etc. Aún más. en tales orga- nismos son los seglares los que ocupan los cargo directivos o ejecutivos y, por consi- guiente. se hallan en posición inmejorable para orientar las actividades de los mismos de manera tal que se traduzca en una de- fensa eficaz de los valores morales. Añádase a esto que mientras ante los poderes públicos, responsables de la re- presión del desorden moral, la reacción del clero se da por descontada, porque es lógico suponer en él una delicadeza de conciencia y, consiguientemente, una mayor sensibilidad, estimada exagerada, la reación del hombre común, del «hom- bre de la calle», como se suele decir, en su calidad y con sus responsabilidades de padre, educador, ciudadano, profesio- nal. es interpretada como el eco de la opi- nión pública y de la sensibilidad común, ofendida ante la desfachatez de ciertos ex 6 — hibicionismos del libertinaje. Y es, no lo olvidemos, a esta sensibilidad común a la que el magistrado atiende cuando es lla- mado a juzgar si una publicación, si una película, si un cuadro, una fotografía o cualquier objeto ha ofendido el pudor o la pública decencia. De ahí se sigue que en el apostolado para la defensa de la moralidad pública el seglar tiene, permítasenos repetirlo, un lugar de primerísimo orden, por no decir que es es- pecíficamente suyo. Esto por delante, para que tal actividad —formativa y represiva— sea eficaz, es ne- cesario individualizar las causas de la ac- tual desorientación moral, los aspectos más preocupantes de la inmoralidad y las cir- cunstancias que lo tornan más escandalo- samente desfachatado y más peligrosamen- te endémico. Nos limitaremos a unas cuan- tas que nos parecen de una claridad meridiana. El divismo. Entre las causas deformadoras de la con- ciencia moral damos el primer lugar al mo- derno «divismo». En la política lo llaman «culto a la personalidad» y por el Congre- so comunista de Moscú nos hemos ente- rado a qué extremos de delirio puede llegar. Pero en política, aunque a distancia de años y cuando los crímenes ya no admiten reparación, el culto a la personalidad aca- ba siendo condenado; hasta se rehacen los procesos a los muertos (antes momifica- dos para venerar sus despojos y se les arro- ja ignominiosamente de sus suntuosos mau- soleos). Por el contrario, el «estalinismo» de que son objeto las estrellas del cine, del boxeo, del ciclismo, del fútbol, de la canción, et- cétera, etc…. no tramonta nunca. Pasan los «divos» y las «estrellas» pero no el divis- mo. no tramonta esta herejía práctica, que COLLE DON BOSCO.—Las obras del templo de Don Bosco han comenzado. El Rector Mayor no puede ocultar la ilusión que tiene puesta en ellas y con frecuen- cia se traslada para ver sus progresos, momentos que aprovechan los aspirantes del Colle para decirle que ellos también anhelan el momento de que la maqueta tan airosa y blanca se convierta en un templo de verdad, en el que ellos serón monaguillos, cantores y hasta, si se tercia, cicerones. De ello se encargarán los Cooperadores Salesianos. SUEÑO REALIZADO Las últimas estadísticas nos dicen que los Salesianos han alcanzado el número de 21.608 y sus Casas el de 1.356, repartidas en 70 provincias o Inspectorías. Las Hijas de María Auxiliadora son 17.478 y sus Ca- sas 1.387 esparcidas por 48 naciones. Precisamente cien años ha. en 1861, Don Bosco tuvo el sueño llamado de la rueda : una máquina de gran tamaño dotada fun- damentalmente de una rueda y una lente. A cada vuelta de manivela Don Bosco con- templaba el desarrollo de su Congregación de diez en diez años ; asi llegó hasta 1911. En esta fecha pocos de sus salesianos le eran conocidos. Haciendo girar la rueda al- canzó hasta el 1961. Don Bosco quedó es- tupefacto ante el espectáculo que en la gran lente vela: “Una multitud inmensa de jó- venes, todos desconocidos, una gran varie- dad de trajes, países, semblantes, lenguas, de suerte que, por más que me esforcé, no me fué dado contemplar sino una mínima parte con sus superiores, maestros y asis- tentes : —Pero si no conozco a ninguno—dije a mi Guía misterioso. —Y, sin embargo, todos son hijos tuyos… Hablan de ti y de tus primeros hijos y re- cuerdan las enseñanzas recibidas de ti y de ellos. En esto la rueda se puso a girar tan ver- tiginosamente y con tanto ruido que me desperté. Los diez últimos años corresponden a los diez que nuestro querido Don Renato Zig- giotti lleva de Rector Mayor. Durante su rectorado los Salesianos han subido de 17.000 al número apuntado de 21.608 y las Casas han seguido en su aumento un pro- medio de 25 por año. Este maravilloso desarrollo, el cumpli- miento del sueño de nuestro santo Funda- dor nos cercioran de que la mano de Dios está con nosotros, pero también nos obli- gan a una fidelidad extraordinaria a los consejos y mandatos del Santo. justifica, aún más, exalta los más locos des- órdenes, las más graves evasiones de la ley moral, con tal que sus autores sean quienes en una playa o estación invernal, más por sus excentricidades y sus desenfrenos que por su talento, hayan logrado la celebridad o la riqueza. No hay que decir cómo esta idolatría, que alcanza los más grotescos his- terismos. desmantele el sentido moral y el respeto a la ley. Democracia fuera de lugar. Otro corrosivo de la conciencia moral es el uso introducido de aplicar el método democrático a principios de valor absoluto. Nadie pone en duda que la democracia (cuando es auténtica y no la máscara de tiranía o de vulgaridad) es digna de res- peto; pero no puede depender del juicio o del capricho de una mayoría que una cosa sea lícita o ilícita, verdadera o falsa, puesto que la verdad y la justicia están por encima de todo mudable parecer; la convi- vencia social está gobernada por estos va- lores y no viceversa. Por el contrario, con la mayor indiscrec- ción y desvergüenza, diarios y revistas (los mismos que son responsables del divismo) someten a encuestas o a referendum lo que bajo ningún concepto puede ser objeto de discusión, y se decide de la licitud o ilici- tud de una acción o costumbre no en base a su conformidad con la ley moral, sino se- gún el juicio de la mayoría. Sin contar que nunca se trata de la mayoría sino de una mayoría, entre los pocos que se han pres- tado al juego, escogidos no pocas veces entre los odiosos y los viciados quienes aprovechan cualquier ocasión para que se hable de ellos. Por lo que puede acontecer, y acontece, que sean llamados a dar juicio sobre la censura los más descarados por- I nógrafos y que ultrajen la indisolubilidad \ del vínculo matrimonial los más célebres coleccionistas de adulterios y divorcios. Mayoría por tanto extremadamente re- lativa y por añadidura cualificada… pero • del revés. Mas quede bien entendido que. aunque se tratase de mayoría absoluta e incluso de unanimidad, no por esto lo ilícito se tornaría honesto, como no dejaría de lucir el sol aunque un mundo de ciegos se obstinase en negar la existencia de la luz. 8 — COMODORO RIVADAVI A.—Universidad Don Bosco. El Gobierno argentino, como oportunamente anunciamos, reconoció oficialmente la universidad libre salesiana de Don Bosco, debida al celo del Obispo, Monseñor Carlos Pérez. Ofrecemos una vista parcial de la universidad más austral del mundo. Decadencia de la moral familiar. Entre los aspectos más preocupantes de la moderna inmoralidad hemos de citar la decadencia de la moralidad familiar. La infidelidad se esparce por todas las clases sociales y no son pocos los que piensan en el divorcio como el remedio de las uniones infelices. Esta decadencia de la moralidad fami- liar, preludio seguro del caos moral, ni siquiera es deplorada; mas bien suele jus- tificarse porque todos los medios de comu- nicación del pensamiento, como lamenta el Sínodo Romano, divulgan falsas teorías y hieren con el arma del ridículo las virtu- des que son su base y fundamento. La dejadez de los buenos. Los buenos son. por gracia de Dios, to- davía una gran mayoría, pero no hablan, no reaccionan, no denuncian los desórde- nes, no recurren a las leyes para invocar sus sanciones; se lamentan en sus aden- tros. pero no mueven un dedo por comba- tirlas. ¿ Por caridad hacia los autores del desorden?, o tal vez ¿por miedo a compro- meterse?. o ¿a afrontar las burlas de los corrompidos y de los tristes? Quien esto escribe, al ver con qué ardor los buenos aplauden unas conclusiones que compro- metiendo a una asamblea entera no com- prometen a nadie, o deplorando en gene- ral Ja inmoralidad corriente, no señalan las manifestaciones concretas, se permite pensar que es por miedo y no por caridad. Y esta falta de reacción por parte de los buenos es la causa de que sea mayor cada día la audacia y la desfachatez de los «in- dustriales del pecado». Los seglares que tienen fe y viven según la ley de Dios, adelántense a ocupar su puesto animosamente en la batalla para la defensa de los valores morales, antes de que se vean envueltos en la marea de fango. La Iglesia espera esta preciosa colabora- ción, sobre todo de la falange de los Coo- peradores Salesianos». Hasta aquí Monseñor Prosperini. Sus pa- labras, bien meditadas y pensadas, servi- rán de orientación para que nuestros es- fuerzos no sean baldíos, y al dar en el blanco sean más eficaces. — 9 MADRID.—Aspecto del Pabellón de Deportes durante la concentración de más de once mil aprendices el dia de San Juan Bosco. ECO NACIONAL DE LA FIESTA DE SAN JUAN BOSCO El nombre de San Juan Bosco salta pun- tualmente todos los años a la actualidad nacional en las pantallas de los cines, de la televisión y en las planas de los diarios y revistas gráficas. Don Bosco va tomando carta de naturale- za en España. Es un personaje familiar en los cada día más vastos horizontes salesia- nos; es de casa en millares de hogares españoles de Cooperadores y antiguos alumnos salesianos. Su día es esperado con ilusión por más de cien millares de apren- dices que lo aclaman Patrono celeste, lo mismo en las grandes ciudades industriales que en los pequeños núcleos de industria. El mundillo del cine español se viste Sus mejores galas en honor del Santo a cuya fiesta va asociado el generoso reparto de premios y galardones a artistas y produc- tores del séptimo arte. La fiesta de Don Bosco adquiere en Es- paña unos matices especiales, como se advierte por lo dicho y se presenta a la noticia, resumiendo en un día tres carac- terísticas de su vida y sistema: piedad, tra- bajo y alegría : porque por disposición pro- videncial la cinematografía española le ha escogido por patrono, en recuerdo de sus sesiores de ilusionismo y del teatro infantil, que hizo pieza de su sistema educativo para 10 — dar a la mente la debida distracción. Las autoridades escolares pidieron su protec- ción sobre todos los jóvenes aprendices para que él los introdujera en el mundo del trabajo, como ideó genialmente hace cien años, formados espiritualmente y material- mente adiestrados, a fin de que preserva- sen su virtud y fueran transformando el ambiente laboral elevando su nivel. En las Casas salesianas, donde Don Bosco es Pa- dre, Maestro, Mentor, Guía y ejemplo siempre vivo, triduos, novenas, funciones religiosas solemnes vienen a recordar el secreto de sus triunfos: su vida de unión con Dios, su celo amoroso por las almas, su piedad. En Madrid destacó especialmente el acto con que los aprendices honraron a su Pa- trono. Tuvo lugar en el Palacio de los De- portes y revistió mayor solemnidad y afluen- cia que el año anterior, pues pasaron de diez mil los jóvenes congregados en el mismo. Asistieron las autoridades escolares y profesores de las escuelas profesionales de la capital, presididos por el Director gene- ral de Enseñanza Laboral, señor Reyna; el Presidente de la Diputación Provincial, Marqués de la Valdavia; el Jefe de la Sec- ción Profesional Industrial del M. de E.. señor Llórente, y el Provincial de los Sa- lesianos, Padre Maximiliano Francoy. El señor Obispo Auxiliar de Madrid. Dr. Lahiguera, celebró la santa Misa para la muchachada y les dirigió una plática en la que glosó las virtudes de San Juan Bos- co. Puso de relieve su genialidad al solu- cionar con un siglo de anticipación el pro- blema de la juventud obrera y presentó a Santo Domingo Savio como fruto precioso de la educación del Santo y como modelo para las juventudes modernas. Cinco mil comuniones se repartieron en- tre los aprendices. Después de la Misa de acción de gracias se desarrollaron diversas competiciones deportivas que entusiasma- ron a los muchachos. Fiestas similares se celebraron en Bilbao. Pasajes, Málaga, Valencia, Barcelona, Cá- diz, Sevilla. Vigo, Pamplona. Zaragoza, etcétera… En Barcelona tuvo resonancia especial la entrega de la Placa de plata de San Juan Bosco, instituida para premiar al artista que haya interpretado durante el año el papel más ejemplarmente humano y religioso a la famosa pequeña actriz Marisol. Entre el coro de festejos en honor de nuestro Padre, merecen recuerdo los cele- brados en todas las Asociaciones de Anti- guos Alumnos Salesianos. En Madrid, apar- te de las que cada Asociación celebró, se rindió un homenaje en conjunto, oficián- dose una Misa comunitaria y tras ella un acto académico en el que don Leopoldo Pérez Fontán, presentó a Don Bosco como Padre y Maestro de los antiguos alumnos. Estas breves líneas nos dan a entender que el 31 de enero se está convirtiendo en nuestra Patria en un día señalado, y quiera el Señor que así sea para bien principal- mente de la juventud española obrera co- locada bajo su protección. EJERCICIOS COOPERADORES Abril. — Del 7 al 11. Ejercicios Espirituales cerra- dos que se celebrarán en Cha- martín. Abril. — Del 19 al 23. EE. EE., semicerrados, qus se celebrarán en La Paloma (Ma- drid) . ESPIRITUALES COOPERADORAS Abril. — Del 5 al 9. EE. EE. cerrados a celebrar en las Salesianas de Vicálvaro. Abril. —Del 11 al 15. EE. EE. cerrados a celebrar en Villa San Pablo (Caraban- chel). Nota.—Para detalles, diríjanse al P. Vicente Ríos: Gral. Primo de Rivera, 25 – Ma- dridl-5 – Teléfono 227 23 47. 11 Mons/Ricardo Pitti ni MUERE CIEGO UN ARZOBISPO SALESIANO El pasado 10 de diciembre expiraba san- tamente Monseñor Ricardo Plttlni, a los ochenta y cinco años de edad. Su vida extraordinaria y su Ingente acti- vidad hicieron de él uno de los hijos más preclaros de Don Bosco. El mismo, en su libro Memorias de un Arzobispo ciego, nos traza con rápidas pinceladas, al modo Im- presionista, un vivo retrato de su alma. Resumimos. HACIA DON BOSCO «El año escolástico 1891-92 i’ué para mi vocación sacerdotal un año de aguda crisis. Tenia dieciséis años y estudiaba filosofia en el seminario. ^Nocivas Influencias de algún compañero, lecturas de clásicos no expurgados y sueños de carreras más brillantes, provocados por algunos éxitos literarios en la clase de retó- rica. atenuaban la voz de Dios y hacían pa- lidecer en mí el ideal del sacerdocio, con- cebido desde mi niñez junto a mi santa ma- dre. Pero ella había muerto tres años antes. «Durante la última visita que le hice, me había parecido que se recuperaba con el despertar de la primavera: sin embargo, un mes más tarde, cuando vinieron a visitarme mis hermanitos, Pedro y Carolina, al Semi- narlo y preguntarles con ansiedad: »—¿Cómo está mamá?—me miraron con sorpresa y rompieron en llanto. »E1 párroco se había olvidado de anun- ciarme. diez días antes, que mi madre ha- bía fallecido. «Salí por los corredores gritando, loco de dolor. «Por la tarde, mis compañeros salieron de paseo, como de costumbre ; yo quedé solo en casa. El corazón me llevó a la capilla, so- litaria en aquella hora. Arrodillado a los pies del altar de la Virgen le dije con toda mi alma: »—Protege mi orfandad.» La súplica del joven clérigo fué escucha- da. Durante las vacaciones de 1892 cayó en sus manos un Boletín Salesiano: «Leí con avidez —escribe— las cartas de los misione- ros salesianos de las pampas argentinas y del desierto de la Patagonia. El deseo de las Misiones, suscitado años atrás por los Ana- les de la Santa Infancia y por el Cristianis- mo feliz del historiador Antonio Muratori, se reavivó como una llamarada con aquellas lecturas. »Sin consultar a nadie escribí al Director espiritual de los Salesianos, don Julio Bar- beris, pidiéndole mi admisión. Con sorpre- sa recibí a vuelta de correo la respuesta que en sustancia decía: «No admitimos de or- dinario ex seminaristas, pero tú ven. Tráe- te contigo, además de la ropa, las cartas testimoniales de tu Arzobispo y una canti- dad prudencial de dinero y las notas de los exámenes finales últimos». »M1 papá me dió el permiso con disgusto y no me quiso dar dinero. A su vez, el señor Arzobispo se negó a darme las cartas. »Me puse en viaje con solas mis notas de exámenes que afortunadamente eran muy buenas. »Un gran interrogante se dibujó sobre la frente de don Julio Barberls, cuando le di- je que mi padre me había negado el dinero y mi Arzobispo las testimoniales. Me miró de arriba abajo y me dijo marcando las pa- labras de manera característica: »—Sería mejor que te volvieses a casa. «Un sollozo me subió a la garganta y los ojos se me llenaron de lágrimas, más elo- cuentes que cualquier palabra. El me comprendió: me pidió las notas, su lectura lo tranquilizó. Hizo que me acompa- ñaran a Valsálice, al Seminario de las Mi- siones, en el que entonces se hallaba la tum- ba de Don Bosco, donde continuaría mis estudios. »Pocas horas después, de rodillas, ante la tumba del Padre, le pedí con todo mi cora- zón: »—Don Bosco, quiero ser hijo tuyo para siempre. >Han pasado cincuenta y cinco años des- de que pronuncié estas palabras y no me he arrepentido jamás de haberlas dicho.» 12 — SE REALIZA UN SUEÑO En enero de 1893 llegaba a Valsálice un auténtico apóstol: Mons. Luis Lasagna, con- sagrado poco antes obispo por León XIII. «Verlo aparecer en el patio, estrecharnos en torno suyo y sentirnos dominados por su personalidad, fué la misma cosa. Su figura esbelta y ágil, su rostro abierto y coronado por rubios cabellos, la mirada llena de luz, su sonrisa franca y, sobre todo, su palabra ardiente, nos conquistaron de golpe. »Nos habló con entusiasmo de sus viajes, del Uruguay y de Villa Colón. Terminó di- ciendo : »—He conseguido de los Superiores llevar- me a siete de vosotros conmigo. Los que quieran venirse, pídanlo por escrito al Di- rector.» Más de un centenar de cartas ha- bía al día siguiente sobre la mesa de su despacho; naturalmente, la mía no faltaba. » Cuando por la noche, después de las ora- ciones, el Director leyó los siete nombres escogidos, al oir el mío, estuve a punto de lanzar un grito de alegría incontenible. La Divina Providencia me conducía a la reali- zación de mi ideal misionero.» Pronunció los votos religiosos en noviem- bre de aquel mismo año y por Navidad ya estaba junto a Monseñor Lasagna en Las Piedras, Uruguay, adonde había sido des- tinado. Así pasaron en un lugar pobre y sin co- modidades, pero llenos de trabajo y alegría, los años de su juventud, amargados tan sólo por la trágica muerte de Monseñor Lasagna e iluminados por el esplendor del sacerdocio, que le confirió el Arzobispo de Montevideo el 22 de enero de 1899. EN LAS SELVAS DEL CHACO PARAGUAYO En 1926 se cumplían los cincuenta años de la llegada de los salesianos al Uruguay. «Celebramos las bodas de oro en Monte- video. Yo también cumplía cincuenta años y era Inspector de Uruguay y Paraguay. Ol- vidé mi edad desfilando con gallardía por la avenida del 18 de Julio al frente de los tres mil alumnos y alumnas salesianas de los doce colegios de la capital y alrededores. El pueblo se amontonaba en las aceras ad- mirando y aplaudiendo. Desde un balcón de su residencia, el Presidente de la Repúbli- ca, José Batlle Ordóñez, el anticlerical, que tantos quebraderos de cabeza había dado a la misma Sociedad Salesiana, miraba y ad- miraba el cortejo. Sólo Dios sabe lo que pasó en su alma. Yo sólo sé que desde entonces su actitud para con la Obra de Don Bosco cambió. »Hay en ella tanta genialidad, populari- dad y adaptación a las necesidades del am- biente contemporáneo, que conquista la benevolencia de todos y despierta la admi- ración hasta de los mismos enemigos de la causa católica.» MONSEÑOR RICARDO PITTINI En 1922, Don Rinaldi le había escrito, al nombrarle Inspector, que viera la posibili- dad de abrir unas Misiones entre los indios del Chaco Paraguayo, pues ésa era la vo- luntad de la Santa Sede. Don Ricardo Pittini se personó en el Alto Paraguay para medir las dificultades. «Hicimos el largo viaje, parte en canoa, remontando las aguas desbordadas del Pa- raguay, y parte a caballo. Era tiempo de sequía y los chamacocos se habían instalado junto a una laguna que les proporcionaba agua y pesca. » Columnas de humo que subían por entre los árboles nos indicaron el lugar donde los indios acampaban ; llegamos hasta ellos por un tortuoso sendero. Fuimos acogidos con maravilla llena de frialdad y sospechas. »Tan sólo cuando comencé a sacar de las alforjas unos regalos se acercaron, primero los niños y después todos los demás, estre- chándose en torno mío. Casi me desvanecí por el sofocante calor y las emanaciones que exhalaban los indios. » Visité la toldería, al aire abierto, pues cada familia vivía al pie de un árbol del que colgaban sus enseres. »A1 contemplar tanta miseria, tanta des- nudez. tanta suciedad, tanta ignorancia y al — 13 sentirme asaltado por un ejército de insec- tos, fruto de la convivencia humana y pe- rruna, la poesía del Cristianismo feliz co- menzó a convertirse en una realidad bas- tante prosaica. »Después de cenar volví al campamento. Los fuegos encendidos al pie de cada árbol iluminaban con luz incierta la escena y las siluetas humanas que discurrían en torno. Un cantor, un indio semidesnudo, alto y ro- busto me saludó con unos cantos imitación de las tormentas y de la gritería de la caza al tigre. Pobres tímpanos míos. ¡►Contesté al brindis con una canción a María. De esta suerte, por primera vez, re- sonó el dulce nombre de María en la floresta y penetró en el alma de los indios, que es- cuchaban satisfechos y boquiabiertos.» A la vuelta, a pesar de todo cuanto había visto, a pesar de que la prudencia humana aconsejaba desistir de la empresa, siguió la voz de la obediencia y los deseos de la San- ta Sede y el Chaco Paraguayo, vió entrar a los Salesianos. Mons. Ricardo Plttini trabajó en Uruguay y Paraguay imprimiendo un ritmo de juve- nil crecimiento hasta 1928 en que fué des- tinado como Inspector de Estados Unidos. UN SALTO CASI MORTAL «Efectivamente, asi es, un salto casi mor- tal desde los bosques del Chaco a los rasca- cielos de Nueva York; desde la florida pri- mavera del Uruguay en noviembre, al pre- ludio frío y húmedo de aquella metrópoli: de la vida tranquila y alegre del ambiente sudamericano al vértigo de la vida febril estimulada por los negocios en aquella tie- rra; de la melodiosa habla española al gu- tural y áspero anglosajón; de la red de oro de relaciones y amistades, resultado de una convivencia de treinta y cuatro años al am- biente social enteramente desconocido de Estados Unidos. Salto, en verdad, casi mor- tal, pero no para las alas de la obediencia, que no conocen distancias. Don Ricardo Plttini comprendió que no podría ni cumplir su cargo, ni propagar el nombre de Don Bosco y su obra, ni ganarse la simpatía de aquellas gentes, si no habla- ba su misma lengua. A los cincuenta y dos años no es fácil masticar inglés y, sin em- bargo, es voz común, que lo habló de mara- villa. Asi le fué posible recorrer diversos semi- narios de Estados Unidos y hablar de la Obra Salesiana completamente desconocida. El año 1929 pudo volver a Italia para con- templar la beatificación de Don Bosco; su corazón saltó de alegría al verle en la glo- ria del Bernini. HACIA NUEVAS METAS En julio de 1933, Don Ricaldone le escri- bía: «Su Excelencia el Presidente de la Re- pública de Santo Domingo y el Nuncio de Su Santidad desean fundar o una escuela agricola o una escuela profesional. Ve, ob- serva e infórmanos.» «La obediencia —escribe don Ricardo Pit- tini, no se comenta, se cumple.» La manana del 15 de agosto aterrizaba en Santo Do- mingo. Fué su primer vuelo y resultó his- tórico para él y para la Obra Salesiana en la isla dominicana. En la capital lo esperaba el Nuncio. Mon- señor Fletta, después Cardenal, gran amigo y bienhechor de los Salesianos, el cual lo acompañó ante el Presidente de la Repúbli- ca. Don Ricardo Plttini presentó su propo- sición de unas grandes escuelas profesiona- les para las que pedía una considerable ex- tensión de terreno y una cantidad de dinero para su construcción. —Vaya y escoja el terreno que le guste, respondió el Presidente. Y en cuanto a la suma de dinero, ¿qué cantidad cree nece- saria? —No se la señalaré yo, señor Presidente: ponga una mano en su corazón y otra en la bolsa y escuche lo que ambas le digan. 14 CHACO PARAGUAYO. — Tocó a Mons. Pittini abrir muchos de los caminos de América a los Salesianos: El Chaco, Santo Domingo, Boston… En el Chaco tuvo que empezar por una obra de misericordia, vestir al desnudo, como nos lo muestra la histórica foto. Una ligera sonrisa, un generoso ofreci- miento de dinero y un certificado de propie- dad, cedida a la Obra Salesiana, decidieron en cinco minutos aquella fundación. UNA MITRA EN EL HORIZONTE «Una llamada de Mons. Fletta desde Puerto Principe, a principios de octubre del 1935, me obligó a volar hasta aquella ciu- dad. Lo encontré con el Arzobispo de Haití, Monseñor Le Gouaze y fui invitado por am- bos a pasar tres dias de campo a 1.500 me- tros de altitud en las montañas que coro- nan Puerto Príncipe. Defectivamente, pasamos tres dias y fué tal el generoso trato que me dispensaron que ahora lo comparo al que gozan en Es- tados Unidos los condenados a la silla eléc- trica tres días antes de su ejecución. Con la diferencia que a mí se me preparaba la sede arzobispal de la Iglesia primada de América. »La tarde del tercer día, el Hundo me co- municó la decisión de la Santa Sede. Mi única observación fué que quería oír el pa- recer del Rector Mayor. Sonriendo me en- señó una carta de Don Ricaldone en que me animaba paternalmente.» ARZOBISPO DE SANTO DOMINGO El 8 de diciembre, el Arzobispo de Puerto Principe lo consagraba obispo en la que ha- bía de ser su catedral, a pocos pasos de la tumba de Cristóbal Colón. Sintetizó su programa en el escudo epis- copal, vinculando los nombres del descubri- dor y de su carabela capitana, la «Santa Maria». Uno de los motes decía: «Cristum fero: Llevo a Cristo» y el otro: «Ad Jesum per Mariam». «En esta nación —escribe— como en to- das las de Hispanoamérica, era urgente re- novar y vivificar el cristianismo y atraer al pueblo a Jesús por medio de María, de la que es grandemente devoto. Y también urgía corroborar el apostolado de la Jerar- quía mediante la Acción Católica y los Co- legios católicos.» Tal fué la obra de Mons. Pittini en los años de episcopado en Santo Domingo, don- de pueblo y autoridades, en admirable co- operación con su Arzobispo, resucitaron una primavera católica prometedora. CIEGO En 1945 comenzó para Mons. Pittini el cal- vario de una ceguera, que fué avanzando hasta ser completa. «No he de ocultar —escribía— que esta sombra perpetua, tendida siempre ante mis ojos, refleja asimismo una sombra de tris- teza sobre mi alma Ya no puedo percibir la belleza de las formas, de las líneas, de los colores. No puedo ya gozar de los espec- táculos, de la naturaleza y del arte, de las cosas bellas, que según la definición de Santo Tomás, «vistas, agradan». »Sufro de modo particular al no poder ver en los ojos del amigo el reflejo de la amis- tad, en los ojos del niño el de la Inocencia y en el parpadeo de las estrellas el reflejo de Dios. »Todo esto me entristece pero no me hace infeliz. » Ahora más que nunca estoy convencido que la verdadera felicidad emana de una conciencia tranquila, en buenas relaciones con Dios y con el prójimo y que, lejos de entrar por los ojos, brota de lo intimo jun- to con la voz que nos asegura haber cum- plido con nuestro deber. «Además, aun sin ojos se puede trabajar y hasta gozar de la belleza que llega a tra- vés del oído con la armonía de los sonidos y la casi divina expresión de la palabra. »De esta suerte he podido continuar y todavía continúo cumpliendo los deberes de mi estado, en perpetuo contacto con las al- mas que me han sido confiadas, recorrien- do, aunque en medida más limitada, mi dió- cesis de una punta a la otra.» Bien dijo el P. del Pino, Inspector, en su elogio fúnebre: «La luz incandescente que lo consumía quemó sus pupilas y la noche lo cubrió con su manto; pero no logró apa- gar los fulgores de su espíritu. Los que en- tonces pudieron acercarse a él constataron que un sentido finísimo rompía las tinieblas y creaba imágenes maravillosas y llenas de luz y vida en sus apagadas pupilas.» EL ULTIMO MAGNIFICAT Enfermo desde hacia tiempo, el 8 de no- viembre último, 26 ° aniversario de su con- sagración episcopal, pudo celebrar la santa misa, que desde días atrás no celebraba. Fué la última. Su extraordinario fervor la ha- cia presagiar. El 10, habiéndose agravado, dictó sus úl- timas disposiciones: funerales sencillos, se- pultura en la iglesia de San Juan Bosco: «Quiero reposar entre mis hermanos, con Don Bosco, a quien siempre amé y me amó». Su última petición fué a su ex secretario para que le rezase el «Magníficat». Lo si- guió con devoción conmovedora. Poco des- pués, un ligero movimiento con los labios, como si quisiera hablar; cruzó sus manos sobre el pecho y se durmió en el Señor. Era el 10 de diciembre de 1961. Asi moría santamente, serenamente, como había vivido, este gran hijo de la Iglesia, que, primero como salesiano, y después como Arzobispo Primado de las Indias, hizo de su vida una ininterrumpida cadena de actos de bondad y de entrega de sí a las almas. — 15 MUNDO SALESIANO Primer Congreso de caciques Jíbaros DON BOSCO EN UN RINCON DE LA SELVA ECUATORIANA Sucua.—La civilización cristiana y el pro- greso se abren camino entre los indios ji- baros del Ecuador, confiados por la Iglesia y el gobierno ecuatoriano a la Congregación Salesiana. Entre ellos tienen ya lugar ma- nifestaciones de tipo político y social que indican haber alcanzado un grado de ma- durez muy satisfactoria. La obra salesiana entre ellos va dando sus frutos y, poco a poco, se van formando po- blados con su iglesia, sus escuelas parroquia- les, sus campos de cultivo, sus pequeñas In- dustrias artesanas, sus hospitales y dispen- sarlos. Núcleos fervorosos de cristianos van afianzando y robusteciendo su fe ; se està ya a cien leguas en estos poblados de lo que fueron, tan sólo cincuenta años hace, los an- tepasados, de los que hoy vemos desarrollar una vida de civilizados. Qué lejos se está ya de las venganzas tremendas, de los corta- dores de cabezas, de las «tzanzas> o cabezas reducidas, de las orgias nocturnas. A todas estas cosas han sustituido cos- tumbres cristianas vividas con fervor, y los Jíbaros no miran ya exclusivamente a la selva: se sienten ciudadanos de una patria terrena y miembros de una Iglesia extendi- da por el mundo. Entre las Misiones salesianas más Impor- tantes de los jíbaros cuenta la de Sucúa. En ella ha tenido lugar por primera vez en la historia de las Misiones ecuatorianas un Congreso de caciques jibaros. Veinticinco caciques de doce comunidades o pueblos se reunieron durante tres dias en la Casa Misión de Sucúa, a fin de estudiar la estruc- turación social y religiosa de sus pueblos, con la participación efectiva y directa de todos los jibaros incorporados a la civiliza- ción. Los caciques asistieron a una serie de conferencias dadas por cuatro misioneros salesianos y por autoridades locales. Tras las conferencias, coloquios animadísimos e interesantes discusiones confirmaban que estaban a la altura exigida. Las conferencias se realizaban en tabla redonda, detalle éste muy Importante. Los temas desarrollados y discutidos fue- ron, entre otros: el catolicismo y su finalidad en el mundo; la moral familiar y social; las relaciones con las autoridades ecuatoria- nas; las leyes principales por las que se ri- gen los poblados y comunidades; problemas sociales y la organización de las comuni- dades. El Director del hospital católico de Sucúa habló de la higiene personal y familiar, y de la necesidad de vivir en sociedad para conseguir los medios necesarios para el des- arrollo de la personalidad humana. El Jefe de policía, después de hablar, en medio de una atención profunda, de los de- rechos y deberes de los ciudadanos. Invistió a alguno de los caciques con las insignias de Policías rurales, con el fin de que vigilasen 16 — NOTICIAS GRAFICAS AUSBURGO. Las airosas to- rres de la iglesia dedicada a San Juan Bosco acaban de ser ‘envinadas. Miden setenta me- tros de altura. SUI ¿A. Primera piedra del Aspirantado Salesiano. ELISA BETH VILLE. Mien- tras la guerra enluta el Congo, este novel Sacerdote Salesiano ofrece la hostia pacífica y el cáliz salvador. COLLE DON BOSCO. Esta- do de las obras del templo a San Juan Bosco. ROMA. —- El Ministro de Trabajo inglés de vi- sita en Ponte Mammolo. VIETNAM. — Los militares han levantado este sugestivo y original monumento a la Reina de la Paz. Don Uggiolìi, ciudadano honorario de Belén A nuestro Rector Mayor le ha llegado el siguiente documento : Reverendísimo Padre: El 70 aniversario de la Obra Salesiana en Belén me ofrece la grata ocasión de expresar a su señoría la gratitud sincera de la población y la personal mía por el bien desarrollado por los hijos de San Juan Bosco. La ciudad que vió el nacimiento del Salvador, Jesús, se alegra de poder contar entre sus habitantes un elevado número de quie- nes, educados en la escuela del Santo de la juventud, ocupan hoy cargos de responsabilidad en el mundo del trabajo. En vista de lo cual y con la aprobación de la Corporación Muni- cipal, hemos determinado conferir a su Señoría muy Reverenda la Ciudadanía de Honor de Belén, como certificado de gratitud por cuanto los Salesianos han hecho en estos últimos setenta años en favor de nuestros hijos. Encargamos nos represente ante V. S. M. R. al P. Lac- coni, Inspector de los Salesianos, el cual, junto con el documento de ciudadano de honor, le entregará la llave simbólica de la ciudad de Belén. Ciertos de que V. S. querrá seguir, en la persona de sus hijos, la obra benéfica hasta ahora llevada a cabo con tanto celo y sacrificio, le rogamos acepte este homenaje de gratitud sincera y cordial, con los sentimientos de nuestro más devoto aprecio.—Ayoub Musalam. Al- calde de Belén (Jordania). El Rector Mayor se ha mostrado vivamente complacido y ha declarado que de cuantas distinciones ha recibido, ésta que le hace conciudadano de Jesús es la que más le ha gustado. el cumplimiento y el respeto de las leyes en su jurisdicción territorial y asi conseguir el orden y tranquilidad públicas. Un miembro del Instituto Nacional de Co- lonización les Ilustró acerca de sus derechos sobre una zona de reserva jibara, territorio reservado exclusivamente a los jibaros. Esta breve reseña, si el lector se traslada con su Imaginación, al lugar donde se des- arrolló y logra ambientarse, es más que su- ficiente para darse cuenta de la Importan- cia y trascendencia de lo sucedido entre los ayer salvajes, que hoy se asoman a la vida orgánica de los pueblos civilizados con una capacidad de comprensión de problemas tales como los reseñados, que realmente ma- ravilla. Por otra parte, nos parece asistir al nacimiento de un pueblo a la civilización, cosa siempre grandiosa, pues nunca se sabe lo que la historia reserva a los pueblos que nacen bajo el signo del respeto a leyes y códigos de conducta. Las conclusiones, eminentemente prácti- cas, tomadas en el Congreso de caciques constituyen un código de normas que regu- larán la vida de un puñado de poblaciones jibaras. Las autoridades civiles y eclesiás- ticas del Ecuador, por una parte, y los ca- ciques jibaros, por otra, han aceptado las conclusiones y entrado en vigor. Pronto otras Misiones se hallarán en gra- do de seguir el mismo camino y asi Don Bos- co, con sus hijos, podrá elevar hasta el Se- ñor un himno triunfal de gratitud, por ha- ber querido servirse de la Congregación Salesiana para la elevación del jibaro, otro- ra terror de la Impenetrable floresta ecua- toriana. NOTICIAS DEL CONGO Elisabethville. — La guerra desencade- nada por la ONU en Katanga si bien ha producido daños materiales en las Casas de las Hijas de María Auxiliadora, ha respetado la vida de todas. El 6 de diciembre tuvieron que abandonar el hospital de Elisabethville. gravemente bombardeado, refugiándose en La Kafuba. Durante los bélicos acontecimientos llegó a Katanga Don Planazzi, del Capitulo Ge- neral, en visita de inspección, que hubo de interrumpir por la situación. Las Navidades pasaron entre bombardeos, ráfagas de ametralladoras y tiroteos y un continuo afluir a las Casas de la Misión de niños y madres buscando refugio. En Sa- lí ania, las Hijas de María Auxiliadora aco- gieron a unas cincuenta hermanas y novi- cias de una Misión, no Salesiana, que per- manecieron dos dias enteros entre dos fue- gos. 18 — DIEZ NOTICIAS EN UNA PAGINA _______ ii■■lamii.iilliliiluí* • ■ BIRMANIA Mandalay.—Las Hijas d e María Auxiliadora han abier- to en Birmania su primera Casa, compuesta de habita- ciones y siete aulas, hechas éstas de cañas de bambú y tejado de cinc. En ellas reci- birán educación 400 niñas, que ya las venían esperando desde hace tiempo. ECUADOR Guayaquil.—El Colegio Sa- lesiano Cristóbal Colón ha festejado sus bodas de oro. Fue fundado por Mons. Co- min en 1911 y cuenta en la actualidad con 1.616 alumnos. Ha dado vida a otras obras i salesianas: las escuelas de Maria Auxiliadora y de Santo Domingo Savio, con 1.550 alumnos, a cinco Oratorios festivos y a tres parroquias. Los festejos fueron realzados con la presidencia del Nun- cio de S. S. y del Ministro de Educación Nacional, que con- decoró al Colegio por sus mé- ritos. EL SALVADOR San Salvador.—El P. Sale- siano Juan Alas García ha visto premiado su libro Es- ta dicha de ser hombre en el VII Concurso Nacional de Cultura. Es la segunda vez que tal premio recae en un salesiano. La distinción le fué otorgada por el Ministro de Educación Nacional en una función de gala MOZAMBIQUE Chiure.—En esta localidad del Portugal africano, fué en- tregada a las Hijas de Maria Auxiliadora una Casa-Misión. El jefe indigena, musulmán de religión, les dió la bienve- nida: «Hacia tiempo que os esperábamos, hermanas, por- que hace mucha falta vuestra obra para educar y formar a nuestras hijas». PORTUGAL Lisboa.—Durante la última conferencia mundial de los escultlstas católicos, el señor Daza, jefe de los «boys scouts» católicos filipinos, entregó al jefe nacional portugués una medalla de Santo Domingo Savio, como reconocimiento a su labor escultlsta. Sabido es que nuestro santito es el celestial Patrono de los «boys scouts» católicos filipinos. TAILANDIA Bangkok. — La TV. militar tailandesa televisó el dia de Navidad un programa navi- deño en el que los alumnos del Colegio Salesiano inter- pretaron diversos cantos. E’ coronel-director entrevistó a un Padre Salesiano Durante la entrevista declaró el coro- nel que había visitado en Tu- rin la Casa Madre y habló con gran respeto de la reli- gión católica. Varios diplo- máticos europeos, entre ellos él embajador inglés y señora, oyeron la Misa del Gallo en la Capilla Salesiana, en la que la función resultó sobrema- nera emotiva por los cantos de los niños GUATEMALA Guatemala.—Con excepcio- nal solemnidad se ha coloca- do la primera piedra del Templo Expiatorio Nacional guatemalteco al Sagrado Co- razón de Jesús. Como en Es- paña, la construcción del Templo Expiatorio ha sido confiado a los Salesianos. A la ceremonia asistieron : Monseñor Rossell, Arzobispo de la ciudad; el Presidente de la República, Idigoras Fuen- tes; los presidentes de ambas Cámaras representativas, va- rios ministros y el Cuerpo di- plomático acreditado en Gua- temala. ITALIA Roma. — Un grupo escolar del Estado, destinado a pri- mera enseñanza y que se le- vanta al lado del Templo a San Juan Bosco, ha sido bau- tizado con el nombre de Don Miguel Rúa. Turín. — En poco tiempo han fallecido dos grandes Obispos salesianos, Mons. Pit- tinl, a los ochenta y cinco años y Mons. Olivares, de no- venta de edad. El primero era Arzobispo de Santo Domingo y el segundo, que vivía reti- rado en Genova, fué Obispo de Castellamare di Stabbia. Milán.—Ha sido nombrado Obispo Auxiliar del Cardenal Montini, el antiguo alumno salesiano de Milán. Monse- ñor Luis Oldani. — 19 ESPAÑA SALESIANA UNA OBRA SOCIAL DIGNA DE AYUDA Cientos de muchachos agradecerán el óbolo que ayude a construir sus talleres Había una vez un campo en las afueras de Madrid. De esto han pasado catorce años. Un Salesiano, sacerdote por más se- ñas, jugaba en él todos los domingos con un puñado de chiquillos. En el campo sólo había campo, esto es. tierra, hierba y piedras. Las casas más cer- canas se divisaban en lontananza; no ha- bía peligro de que rompieran cristales ni apedrearan a los viandantes. Tampoco ha- bía, por consiguiente, obstáculos para que los chiquillos jugaran a sus anchas y ejer- citaran sus pulmones. Frío, nieve, agua y sol por turno irregular venían a acompañar al Salesiano y a sus muchachos domingo tras domingo. Pero Madrid se estaba desperezando y se acercaron los trazados de calles, las colme- nas de casas baratas quedaron un poco más cerca. Nuevos chicos exploraron los nuwos terrenos y descubrieron el campo, con su Salesiano y tres Catequistas. Aumentó el griterío, aumentaron los oyentes del cate- cismo. Hoy dicen: La caridad tiene un nombre, y con Don Bosco nosotros añadimos: y Dios a los que ama los hace caritativos. Y vinieron las primeras mil pesetas de doña María Ibarra de Oriol. Al doniingo siguien- te, balones flamantes y camisetas auténti- cas de fútbol atrajeron más reclutas y retu- vieron con nuevo lazo a los veteranos. Dos años seguidos llevaban impertérri- tos a la intemperie. Tanto puede con los niños el entregarse a ellos sin reserva… y María Auxiliadora. , La caridad se hizo nombre de nuevo con los señores de Oriol, doña María Ibarra y don José María, quienes regalaron un terre- no de 62 por 58 metros. El ejército infantil pisó con fuerza, se sentía dueño del campo de batalla, pero le pusieron un nombre de paz: Oratorio de Santo Domingo Savio. Tras el campo nuevo vino un pabeHoncito y Dios volvió a amar a nuevos bienhecho- res y bienhechoras que levantaron y am- pliaron en los terrenos antiguos, un edificio con aulas, capilla, teatro, residencia para más salesianos. Habían pasado siete años solamente y el campo perdido en las afue- ras de Madrid era ahora un todo armónico y proporcionado, que albergaba 420 mu- chachos diariamente y una nube de ellos los domingos. Con toda solemnidad y asis- tencia de ún Ministro y personalidades, quedaba inaugurado el 31 de diciembre de 1954. La caridad había hecho prodigios y vol- vió a hacerlos tres años después. No hay mejor preparación de un niño pobre para la vida que darle, junto con la educación, un oficio que le proporcione un lugar en el mundo del trabajo. Los Excmos. señores Marqueses de Perinat costearon una nave y la maquinaria Suficiente para empezar. Junto a las aulas surgían ya los talleres. Pero Madrid dio un estirón nuevo. La marea llegó al Oratorio, lo encerró entre cuatro calles y lo sitió; las colmenas de las casas baratas asomaron sus balcones a los patios donde el griterío no se perdía en el aire. El problema que esta invasión creó al Oratorio, levantado con la sola caridad de los buenos, ha sido de categoría : Se ha quedado pequeño, pequeñas sus aulas, pe- queña su iglesia, pequeño su teatro, peque- ños sus talleres. No queda otra opción: o crece o muere. El Oratorio de Domingo Savio mira en torno suyo en esta apurada coyuntura y espera la ayuda de los buenos. Aun antes 20 — de que llegue se ha lanzado a la ampliación requerida y ya los cimientos de los nuevos talleres y escuelas afloran. Todos los días cientos de muchachos, ante María Auxilia- dora y Santo Domingo Savio, rezan por sus bienhechores presentes y futuros y del altar corren a ver cómo progresa la obra de la que depende su porvenir. Esos muchachos empiezan a comprender lo que cuestan las cosas, pero no pueden hacer otra cosa, son pobres, sino pedir para que los que pueden les ayuden y envíen a su Director muchas limosnas, aunque sean pequeñas. Ya lo sabéis, queridos lectores del BO- LETÍN, sobre todo, vosotros los madrileños: En el Oratorio Santo Domingo Savio, de Hermanos García Noblejas. 66, de Madrid, hay centenares de niños, buenos y simpá- ticos, que piden por ustedes todos los días para que sean del número de sus bienhe- chores. Esta es una oportunidad que el Señor nos ofrece a todos de ayudar a San Juan Bosco a hacer de los niños pobres honrados ciudadanos y buenos cristianos. GODE LLETA.—Capilla del nuevo Noviciado. Nueva Casa de Formación en la Inspectoría de Valencia El día 15 del pasado mes de agosto de 1961, en la Inspectoría de Valencia, fué inaugura- da una nueva Casa de Formación para No- viciado y Estudiantado Filosófico. Se halla situada en la localidad de Godelleta (pro- vincia de Valencia) y más precisamente en el conocido lugar denominado «Calicanto». El edificio, por el momento, es una adap- tación de la «Masía del Pilar», que por mu- chos años fué residencia y Casa de Forma- ción de los Padres Escolapios. Se espera, con la ayuda de Dios, poder levantar el nuevo Seminario, capaz para albergar dignamente las próximas generaciones de clérigos es- tudiantes de filosofía de la Inspectoría de San José. El lugar es muy sano y con alrededores muy pintorescos, y sobre todo con muy bue- na comunicación con la capital, de la que justamente dista por carretera 24 kilóme- tros. Ya desde los primeros días de la estancia de los salesianos y a requerimiento del se- ñor párroco, se empezó en seguida la di- fusión de la devoción a María Auxiliadora entre los fieles del pueblo de Godelleta; se instituyó la Archicofradia y ya hay 90 fa- milias que reciben una vez al mes la visita domiciliaria de 3 capillitas de María Auxi- liadora. Quiera el Señor bendecir los primeros pa- sos de esta nueva fundación, para su mayor gloria y preparación al apostolado de nue- vas juventudes salesianas — 21 LOS COOPERADORES EN ACCION En ¡a Inspectoría de Madrid ORGANIZACION DEL CENTRO DE COOPERADORES DE VILLAAMIL Se escogieron dos caballeros y dos señoras, con los que se constituyó el primer Consejo local, que se ampliará a medida que surjan nuevos campos de apostolado. El día de San Francisco de Sales, a las ocho y media de la noche, previa una fun- ción eucaristica, tuvo lugar la I Conferencia Reglamentarla, dada por el Director del Boletín Salesiano, don Javier Rubio, quien desarrolló el tema propuesto sobre la mora- lidad. Al acto habían sido Invitados algunos pa- dres de familia. Las alumnas de los Cursos de Magisterio interpretaron, con afinación y gusto, diversos cantos regionales, y se pro- cedió al reparto de Diplomas. Fueron éstos cincuenta y dos, muchos de ellos a nombre de los dos esposos. De esta manera quedaba regularizada la situación de los miembros de este Centro. El acto terminó con la colecta para las obras del Templo de Don Bosco en el Colle, según petición de nuestro amado Rector Mayor. Dias después, reunido por primera vez el Consejo local, se acordó el perfecto funcio- namiento de la Secretaria, la constitución de una biblioteca formativa para los socios, un ropero para ayuda del Oratorio festivo y la participación en diversas actividades pa- rroquiales. M ADRl D-VILLAAMIL.—El dia de San Fran- cisco de Sales se dió la I Conferencia Regla- mentaria a los Cooperadores de este Centro y diversos invitados al mismo. Un momento de la Conferencia. Madrid.—Desde octubre del presente cur- so viene funcionando con toda regularidad el Centro de Vlllaamll, con sede en la Casa Inspectorial de las Hijas de María Auxilia- dora. Todos los meses se celebra el Ejercicio de la Buena Muerte, con Misa vespertina, conferencia reglamentarla y cambio de im- presiones. Como faltaba Consejo local y los miem- bros carecían del Diploma correspondiente se acordó señalar la fiesta de San Francisco de Sales para que el Centro quedase orga- nizado. y así se hizo. En la Inspeotoría de Zamora EN EL SEMINARIO DIOCESANO DE FALENCIA El día 14 de enero se trasladó el P. Ignacio Díaz al Seminario Diocesano de Falencia para proyectar unos documentales sobre las Obras Salesianas y dar una conferencia. Primeramente agradeció al señor Rector del Seminario la atención que tenia al darle toda clase de facilidades. Seguidamente felicitó a todos los semina- ristas por la acogida tan cariñosa que le habían dispensado, puesto que más bien parecía hallarse entre clérigos de la Con- gregación. Para los que ya hace años son MADRID.—Reparto de Diplo- mas a los Cooperadores Sa- lesianos en VillaamiL Tuvo lugar el dia de San Francisco de Sales. Fueron repartidos cincuenta y dos Diplomas, muchos de ellos a matrimo- nios. ALLARIZ (Orense’).—Grupo de celosas Co- operadoras que semanalmente dedican una tarde para arreglar la ropa del centenar y medio de Aspirantes que se preparan para ser futuros Sacerdotes Salesianos. Cooperadores les animó a seguir militando en esta Pía Unión de Cooperadores, tan grata a los Papas y a la Iglesia. A los nue- vos seminaristas les animó a dar su nombre para que disfruten de los beneficios con que está enriquecida la Pía Unión de Coopera- dores. Agradeció la simpatía con que men- sualmente reciben el Boletín Salesiano y el cariño por el desarrollo de las Obras Sale- sianas. Con la proyección de los documentales terminó este simpático acto entre los que- ridos seminaristas de Falencia. Nuevo Centro de Cooperadores Salesianos en Moaña (Pontevedra) Desde hace un año funciona un nuevo Centro de Cooperadores en este pueblo de Moaña en la hermosa ria de Vigo. El celo de la Sta. María Durán ha dado sus frutos y hoy es un número consolador de Cooperadores los que tiene este Centro y que trabajan con verdadero entusiasmo. El Centro es visitado frecuentemente por el Rvdo. Sr. Director del Colegio de San Ma- tías D. Luis Rubuano, quien con su palabra encendida les anima a trabajar en esta obra tan del agrado de nuestro Padre San Juan Bosco y de los Superiores Mayores de la Congregación. Mensualmente les llega el Boletín Sale- siano, que la celadora, Sta. Durán, reparte entre todos ellos y en la iglesia del pueblo se tiene el acto piadoso. En la Inspectoría de Córdoba ACTO DE PROPAGANDA DE LA P. U. EN EL VISO (CORDOBA) Invitado por el señor Párroco, don Anto- nio Ramírez, el Delegado Inspectorial de Córdoba habló durante una hora a los fie- les, congregados al son de campana, en la iglesia parroquial. Explanó las ideas funda- mentales de la Pía Unión y la manera de llegar a formar parte de la misma. Al ter- minar el acto fueron varias las personas que manifestaron su deseo de inscribirse en la P. U. Gracias al celo del señor Párroco y de la Celadora, señorita Francisca Ruiz, se es- pera poder constituir pronto en El Viso un nuevo Centro de Cooperadores. ORGANIZACION DEL CENTRO DE CO- OPERADORES DE HINOJOSA DEL DUQUE (CORDOBA) El 21 de enero se organizó el Centro de Cooperadores de esta localidad con el nom- bramiento del Consejo local, a cuyo frente se halla el celoso Párroco y Decurión, don Santiago Moreno. Aprovechando la presencia del Delegado Inspectorial, don Serafín García, se reunió a los Cooperadores, por la mañana, durante la Misa Mayor, y por la tarde, en conferen- cia. Desarrolló el tema correspondiente a la campaña anual de moralidad y se nombró a los celadores y celadoras y miembros del Consejo local. HINOJOSA DEL DUQUE. —El Centro de Cooperadores de Hinojosa debe su existen- cia principalmente al fervor de este matri- monio salesiano, don Pedro Gómez y doña María Moreno, quienes con su tenaz pro- paganda entre familiares y amigos lograron ochenta y ocho Cooperadores. En nuestra fotografia aparecen con sus tres hijos: a su derecha, los dos hijos Salesianos; a su iz- quierda, la hija novicia de las Salesianas. Como se puede suponer. Don Bosco está contento con ellos. — 23 Reflexiones de un misionero a costumbres y tradiciones de los pueblos paganos, daña no poco a la extensión del Evangelio. La historia confirma qua algu- nos pueblos no aceptaron la invitación de la fe porque a veces los misioneros no su- pieron imitar a San Pablo, el cual se hacía judío con los judíos y bárbaro con los bár- baros, para salvar a todos. Cuán sapientemente la encíclica Evan- gelii praecones, de Pío XII, que es la Carta Magna del misionero moderno, advierte: «La Iglesia no desprecia o rechaza com- pletamente el pensamiento pagano, antes bien, una vez purificado de las escorias del error, lo completa y perfecciona con la sa- biduría cristiana». El misionero que tiene en cuenta tan pru- dente observación se halla frente a un cúmulo de trabajo verdaderamente enorme A gùllaó del Alta 71¿g Tiento CONFINADO aquí en el Alto Río Ne- gro, en este extremo límite del Brasil, a dos pasos de Venezuela, me consagro con empeño al aprendizaje de otra nueva lengua, una más, necesaria para entrar en el nuevo campo de trabajo que la obe- diencia me ha entregado. Y mientras voy masticando ignotas raíces lingüísticas, vie- ne insistentemente a mi memoria el recuer- do de las diversas tribus salvajes con las que he tomado contacto en mis peregrina- ciones apostólicas’, y la mezcolanza de creencias y costumbres arraigadas entre ellas. Y pienso cómo también a mí, en mis pri- meros años de misionero, me habían ve- nido ganas de condenar en bloque todas aquellas creencias absurdas y sustituirlas por las que llevan la marca de fábrica de nuestra particular civilización. Afortunada- mente resistí a la tentación, pues me di cuenta que el obrar con ligereza respecto y difícil, por la vastedad de las creencias, en las que todo pueblo abunda, por la difi- cultad de penetrar en aquella alma tan di- versa de la nuestra y no siempre abierta para el extranjero, quien a veces se sirve equivocadamente de su civilización, real o presunta; con frecuencia Se trata tan sólo de progreso material, para deprimir al salvaje y afirmar sobre él la propia supe- rioridad. Modo éste que sólo logra herir el amor propio y matar la confianza. |E visto, a veces, a alguien reírse al asis- tir a las ceremonias fúnebres de los salvajes, en las que las lamentaciones, con- fiadas principalmente a las mujeres, son parte esencial. Es ésta una costumbre antiquísima, men- cionada por el Evangelio, difundida por todo el Oriente y practicada también por los indígenas del Brasil. 24 — Pues bien, esta costumbre purificada de toda escoria y de todo asomo de desespe- ración, puede muy bien ser «elevada y perfeccionada por la sabiduría cristiana», que nos enseña no a reprimir estoicamen- te el dolor, sino a santificarlo, haciendo de las lágrimas fuente de purificación y re- signación. Conservo vivo el recuerdo de cuando, años ha, llegué a una aldea indígena del Alto Tiquié a las pocas horas de haber muerto un niño de la tribu de los Tuyucas. Se trataba del primogénito y, por consi- guiente, más acerbo se mostraba el dolor de la joven madre. Ya habían llegado las amigas de la pobre, prontas a dar comien- zo al llanto común sobre el cadáver del muertecito. Yo me retiré a un rincón a rezar. La madre abrazó con su diestra a la abuela y con la izquierda a una hermana suya; las demás, unidas también de tres en tres y formando entre todas un circulo comenzaron a dar grandes gritos, interca- lados con una melodía que en ciertos mo- mentos era a dos y tres voces. La madre cantaba las primeras andan- zas de su hijito, la alegría sentida en su corazón materno, las esperanzas puestas en él. terminadas en amarga desilusión. Y las otras le acompañaban a coro : «io maxkp, io rrtaxkp. Hijo mío, hijo mío. Tú eras tan guapo, tú hacías esto y lo otro, tu ya bal- bucías mi nombre…» Y así durante un buen rato. Terminado el llanto ritual, el cuerpo fue colocado en la ubá o barca hecha con un tronco de árbol, cortada por el medio. En una mitad se deposita el cadáver, con la otra se le cubre. ¿Quién no ve en todo esto un profundo simbolismo al que el misionero hará muy bien en dar la debida importancia ? ¡ Bien claro se ve que no todo termina con la muerte, porque vosotros pensáis que el viaje continúa todavía hasta terminar con el eterno reposo ! El mínimo gesto de desprecio por este su modo de actuar puede provocar un daño incalculable a la difusión del Evangelio, creando desconfianzas y rencores que el alma salvaje tarda en olvidar, en tanto que una palabra de aprecio y alabanza puede encaminar los corazones y las men- tes hacia le fe. MAS entre lo bueno hay también escoria. No todo puede ser «purificado y per- feccionado con la sabiduría cristiana». Gertas costumbres salvajes no se pue- den aprobar y su eliminación exigirá, sin dudas de ningún género, mucha fuerza y prudencia. Tal, por ejemplo, la vigente en el Río Negro, según la cual el cadáver del jefe de la tribu es incinerado y las cenizas son repartidas entre los parientes y amigos íntimos, a fin de que, mezcladas con las viandas, las ingieran y adquieran así la fuerza y virtudes del difunto. La cremación de cadáveres, en cuanto alguien se hace cristiano, ya no se le podrá permitir; pero, quién sabe, si no contribui- rá a extirpar tan mala costumbre, el pen- samiento de que, una vez cristianos, ya no es necesaria, porque comulgando se ad- quiere la fuerza de Dios que se entrega a quien le toma. En realidad es una cosa di- fícil para las mentes primitivas comprender ciertas verdades cristianas, pero si guardan analogías con creencias suyas el camino resulta más expedito. Y qué decir del vastísimo campo de la mitología, tan abundante en toda tribu, en la que prevalece ciertamente la fantasía, siempre tan viva en los primiti- vos, pero que puede ser utilizada para el conocimiento de su historia y para iluminar mejor ciertas verdades de nuestra fe? El mito más grandioso y casi piedra fun- damental de toda la mitología de las tribus EN un suburbio de Shillong, capital del Assam, las Hijas de María Auxiliadora comenzaron, pocos años hace, una obra magnífica a favor de la paupérrima pobla- ción. El asilo, su escuela y el Oratorio han transformado e] suburbio. Más de 600 ni- ños y niñas reciben de las buenas Herma- nas cuidados materiales e instrucción reli- giosa. Pero la obra que más atrae sobre las Hijas de María Auxiliadora las simpatías del barrio, es el dispensario, anejo a la escuela. A causa de la enorme distancia que hay desde el suburbio al hospital, situado en la parte opuesta de la ciudad, pocos podían acudir a él. De esta suerte, el dispensario de las Hermanas fue asaltado desde el principio por numerosos necesitados de cuidados y de medicinas. Siempre hay una Hermana a su dispo- sición. Se llama Sor María. Sor María, a sus ojos, no es una doctora o enfermera. de los Tucanos es el que recuerda la lle- gada de sus antepasados al Río Negro y la conquista de la región. Quizáis no hayan pasado todavía doscientos años de este acontecimiento, a juzgar por la meticulo- sidad con que cuentan hasta los más mí- nimos particulares, y por las tribus vencidas que continúan viviendo todavía bajo su dominio. El estudio de este mito dará luz sobre sus orígenes y contribuirá al cono- cimiento de su historia. Pero incluso en estos mitos puede la ver- dad cristiana hallar una confirmación. Poco tiempo ha oí a un indio contarme con entusiasmo y convicción la leyenda del dios protector de sus sembrados. «¿Ves. me decía señalando una montaña, ves aquel monte? En él habita el Baasebón. El es quien protege nuestros campos, quien hace crecer la semilla y arroja a los animales da- ñinos». Y durante casi una hora estuvo enumerando las hazañas de este ser mito- lógico. Tampoco aquí habrá que rechazar todo. Bastará poner en su lugar, en ciertos mo- mentos, la Divina Providencia y veremos que el pensamiento cristiano y el pagano coinciden. HERMANA, HE VENIDO A MIRARTE Luis Ravalico Misionero Salesiano es para los cristianos un ángel, para los pa- ganos como una «diosa». Con su experien- cia de treina y cinco años entre los indios, adivina en seguida sus enfermedades y sabe darles la medicina oportuna y segura. La fama de la Hermana-doctora ha llegado hasta las últimas casas y cabañas. Más de cien necesitados llenan todos los días el dis- pensario. Con las medicinas. Sor María administra también el remedio espiritual y 26 — Pronto será publicada una colección de estas leyendas recogidas y estudiadas con amor por el Salesiano P. Alcio.nilio B. da Silva. EL conocimiento de la mitología de las diversas tribuís servirá al misionero para impedir que los indígenas, al conver- tirse. confundan sus personajes mitológicos y nuestros santos. No es esta suposición gratuita. La extraña mezcolanza de demo- nios y santos, supersticiones y prácticas ne- gras están a la orden del día en el Brasil. Si se piensa que entre estos sus dioses, si es que se pueden llamar así, porque eti- mológicamente su nombre significa un «ser que deriva del hueso», que es como decir incorruptible, puesto que el hueso, por algo que está a la vista de todos, es la parte del cuerpo que más se resiste a la acción corruptora de los elementos —si se piensa, pues, que entre estos dioses los hay que pueden justificar el entregante a la embriaguez, a orgías, a la impudicia, se comprende que hay que establecer una neta distinción : condenar sin medias tintas lo que está mal y subrayar lo que de bue- no su mitología enseña. Hacer notar, por ejemplo, cómo sus antepasados sintieron una necesidad innata de adorar a un Ser superior; pero no habiendo podido lle- gar al conocimiento del verdadero Dios y de la verdadera religión, inventaron una, que tiene sus lagunas y errores, pero que no obstante prueba que el hombre es por naturaleza religioso y cree en la exis- tencia de la vida futura. ¡ Cuánto les gusta que les digan que si sus padres vivieron conforme a ley natural y se arrepintieron de sus eventuales trans- gresiones recibieron a la hora de su muerte ayuda y gracia para salvarse ! Pues en un Dios remunerador todos creen. Como se ve, no es necesario hacer tabla rasa de todas las creencias de los indios salvajes. Muchas piedras son inútiles para el edi- ficio espiritual : pero muchas tienen la re- sistencia que proviene de la ley natural y de la recta razón. Sobre ellas la construc- ción del cristianismo no sólo es posible si no también duradera. Eduardo Lagorio Misionero Salesiano todos parten del Auxilium-Convent satisfe- chos y consolados. Pero Sor María no es de hierro, y tanto trabajo la postró en cama y, durante mas de una semana, no se la vio por el dispen- sario entre sus queridos enfermos. Lna en- fermera seglar trató de suplirla lo mejor posible; pero todos preguntaban por Sor María y miraban con lágrimas en los ojos la ventana de su cuarto. Un buen día se esparció por todo el su- burbio que Sor María, repuesta ya, había acudido al dispensario. La gente corrió a «verla». Aquel día. el corredor adyacente y las dos salas de visita no podían conte- ner a los visitantes. Al marcharse éstos, todo estaba lleno de flores, verduras de to- das clases, fruta, huevos, alguna gallina y hasta un cabrito. —Para ti. hermana —le decían—; tienes que comer, ponerte bien y no caer nunca más enferma. Al día siguiente llovió torrencialmente, un verdadero diluvio. Pocos pudieron llegarse hasta el dispensario. Entre esos pocos llamó la atención un viejecito. com- pletamente calado, que sentado tranquila- mente en un ángulo no hacía otra cosa que mirar a la Hermana. Cuando todos se marcharon. Sor María se dirigió a él: —Y tú. ¿qué tienes? ¿Qué medicina quieres ? — 27 POCO DESPUES DESPERTO ALEGRE Zamora. — Mi hijo Tomás es alumno del Seminarlo Menor de Toro. Sólo dos días des- pués de regresar de las vacaciones de Navi- dad rué llamado urgentemente mi marido por el señor Rector. Se le habla declarado una meningitis aguda que ponía en peligro su vida. Fué trasladado en seguida a una clinica de la capital, donde se le aplicaron los pri- meros remedios del caso y los médicos cons- tataron la gravedad. Entre tanto yo estaba ignorante de todo, porque como no me encontraba bien, procu- raron ocultármelo. Pero ante la gravedad y el temor de que se muriera mi hijo, sin volverle a ver vivo, me dieron la fatal noticia. Corrí a su cabecera, pero antes acudí a la iglesia de María Auxiliadora, de la que soy devota archlcofrade, y con toda mi alma le supli- qué salvara a mi hijo. Al acercarme a él lo encontré profundamente dormido y me li- mité a darle un beso y encomendarlo de nuevo a María Auxiliadora. Poco después despertó alegre y sonriente, lamentando que lo hubieran molestado porque descansaba muy bien y soñaba cosas muy bonitas, aña- diendo que estaba bien y que ya no tenía nada. Poco después llegaron los médicos y cons- tataron que había pasado la crisis y que ya estaba fuera de peligro, y en la actualidad se encuentra completamente bien. Para mi ha sido un verdadero milagro de la Virgen de Don Bosco, a la que doy infini- tas gracias por tan señalado favor y por otros varios que en repetidas ocasiones me ha concedido. Agradecidísima, entrego una limosna para su culto, y animo a todos los que se encuen- tren necesitados acudan con fe y confianza a tan poderosa Madre.—Mercedes Gallego. RECIBI LA BENDICION DE MARIA AUXILIADORA Salamanca.—Un bue día, estando jugan- do en el patio con otros compañeros, sufrí una grave caída, a consecuencia de la cual quedé inconsciente y en muy grave estado, pues me rompí la parte lateral del cráneo. Llevado a un sanatorio, recibí la bendición de María Auxiliadora de manos de un Padre Salesiano, a la cual respondí fervorosamen- te. si bien todavía en la inconsciencia. A esto se unieron las oraciones de mis com- pañeros y la aplicación de la reliquia de Santo Domingo Savio, que he tenido en mi pecho todo el tiempo de mi enfermedad Después de unos días de serla preocupación, recuperé mis facultades, y hoy me encuen- tro en perfecto estado de seguir mis estudios y de animar a todos los lectores del Boletín Salesiano que en Santo Domingo Savio y en María Auxiliadora pueden encontrar reme- dio a sus necesidades. MI primera visita después de mi enfermedad fué a María Au- xiliadora ante su nuevo altar, haciendo en- trega de 500 pesetas en prueba de mi agra- decimiento.—Juan Antonio Sánchez, alum- no de 2 ° Curso de Bachillerato. ME VI A LAS PUERTAS DE LA MUERTE Barcelona.—Casi repentinamente me vi a las puertas de la muerte, y fué menester una intervención quirúrgica en la cabeza de a vida o muerte. En tan apurado trance. —¿Yo?, yo estoy muy bien —contestó el viejo riendo de buena gana. —Pero, entonces ¿por qué te has atre- vido a venir con esta lluvia? ¿Ves que mo- jado estás? Vas a pescar alguna enferme- dad. Vete en seguida a casa, a cambiarte. El viejecito se levantó lentamente y re- plicó : Mira, Hermana, ayer hacía buen tiem- po y todos vinieron aquí a verte. Para mí no había sitio. Pero hoy está lloviendo y sabía que podría entrar. Ves, Hermana, he venido a mirarte. Y ahora me marcho contento. Adiós. Hermana. Por favores recibidos de Maria Auxilia- dora y Don Bosco, los Cooperaodres de Oren- se, don Emilio y doña Clotüde Moretón, en- tregan para las Misiones Salesianas 50.000 pesetas. 28 — toda la familia y muchos amigos de la Casa Salesiana de la calle Rocafort me encomen- daron a Maria Auxiliadora y a San Juan Bosco. Su valimiento se dejó sentir genero- samente y, después de una feliz operación, he logrado una rápida e increíble recupe- ración de todas mis facultades. Agradecido a nuestra bondadosa Madre, cuyo manto del Pilar me cubrió durante el mal, y a San Juan Bosco, doy una limosna de 100 pesetas para las Obras Salesianas.—Luis Beltrán. ANTE EL ASOMBRO DE LOS MEDICOS Salamanca. — Una profunda preocupación y un gran dolor sobrevino a nuestro hogar al caer nuestro hijo Santiago gravemente enfermo. Afectado de encefalitis, con pér- dida del conocimiento, más una parálisis progresiva, nuestro hijo fué desahuciado por los médicos. No teníamos otra solución que la protección de María Auxiliadora, a la que recurrimos con gran fervor y confianza. Ante el asombro de los médicos, nuestro hijo fué saliendo de la gravedad y reponién- dose. Agradecido, envío un donativo de 50 pesetas, y le ruego haga público el favor tan grande que me ha concedido María Au- xiliadora.—José M.a Maíllo. LA VIRGEN NO HACE LAS COSAS A MEDIAS Salamanca.—El 17 de diciembre tuvo lugar en mi casa un trance doloroso. Estando un hermano mío trabajando como de costum- bre en el taller, al poner un enchufe de corriente industrial le saltó sobre la cara una viva llamarada, produciéndole heridas y quemaduras de tercer grado. La frente y los pómulos fueron la parte más afectada, teniendo también quemaduras en las partes laterales de la cabeza y posterior del cuello. El aspecto que ofrecía su rostro era verda- deramente triste, causando profunda im- presión en los que le visitaban. Ya conside- ramos como un verdadero favor el que sus ojos quedaran ilesos a pesar de tener que- mados todos sus alrededores. Visto su lasti- moso estado y ante el temor de mayores complicaciones internas, comenzamos en seguida una Novena, poniendo nuestra más absoluta y filial confianza en María Auxi- liadora, cuya imagen preside nuestro hogar. Muy pronto pudimos sentir la mano de María, pues al reconocerle de nuevo el mé- dico declaró que a pesar de lo que él mismo esperaba, estaba libre de complicaciones ce- rebrales y en franca mejoría. Continuamos la Novena, y la Virgen, que no hace las co- sas a medias cuando en ella se pone abso- luta confianza, nos otorgó el favor más com- pleto que todos esperábamos. El 23, a pesar de su mejoría, aún conservaba abiertas las heridas. Pues bien, el 24, vísperas de Navi- dad y día tan señalado en el calendario salesiano, tuvimos el gran consuelo: mi hermano se levantó con la cara completa- mente sana, sus heridas cicatrizadas del todo, sin señal alguna de su presencia, y la piel quemada apareció sobre la almohada. ¿Quién no ve en este hecho la protección palpable de nuestra Auxiliadora y su pron- titud en acudir en ayuda de los que de veras son sus devotos? Hacemos público este favor para pagar de algún modo tanta predilec- ción de María y los favores sin número de que le somos deudores.—Fermín Martin. OTROS CORAZONES AGRADECIDOS Guadix.—Siendo madre de un Salesiano y necesitando recibieran mis papeles para el subsidio de la vejez, cosa a la que se ne- gaba la empresa, acudimos a María Auxi- liadora, por cuya intercesión se nos ha re- suelto favorablemente el asunto. Envío una limosna y ruego se publique la gracia en el Boletín.—Brígida Villegas. Barcelona.—Hallándose un sobrinito mío aquejado de una grave dolencia, invoqué la protección de María Auxiliadora. Habién- dome escuchado la Santísima Virgen, cum- plo mi promesa enviando un donativo para su culto, con el ruego de que se publique en el Boletín.—E. C. S. Astudillo.—Encontrándome en una nece- sidad muy apremiante, recurrí con verda- dera fe y confianza a María Auxiliadora, y no tuve que esperar mucho; muy pronto y cuando menos me lo esperaba, tan buena Madre me concedía la gracia que tanto de- seaba. Agradecida, publico la gracia y man- do una limosna para el culto de María Au- xiliadora.—R. Castaño. Barcelona.—En acción de gracias a María Auxiliadora por salir bien mi hija en el trance de un alumbramiento difícil, envío 50 pesetas para su culto, como le había pro- metido. deseando lo publique en el Bole- tín.—A. B. Alcoy.—Por una gracia importante obte- nida de María Auxiliadora entrego, agra- decido, un donativo de 100 pesetas para su Santuario, y ruego se publique en el Bole- tín.—Roberto Valor García. Salamanca.—Siempre que lo he necesitado he visto palpable la protección de nuestra Madre Auxiliadora, por lo cual, a la vez que envio una limosna, invito a todos a solicitar su auxilio. Agradecido.—Manuel Romo. La Palma del Condado.—Sintiéndome mo- lestada de continuo por mareos y trastornos que me impedían seguir mi vida con norma- lidad, acudí, confiada, a María Auxiliadora, haciendo su Novena y poniendo como inter- cesora a la Sierva de Dios Doña Dorotea. — 29 Mis plegarlas fueron escuchadas, y me sien- to ahora restablecida. Pido se haga público mi agradecimiento y envío una limosna.— Isabel Ramos y Ramos. Madrid.—Habiendo acudido a nuestra Rei- na y Madre Auxiliadora en una necesidad, fui maternalmente socorrida por Ella, por lo cual hago público mi agradecimiento y envío una limosna, animando a todos a acu- dir con confianza a nuestra Celestial Ma- dre.—V. Ramos. Alicante.—Encontrándome en una situa- ción apurada, prometí a María Auxiliadora, si me concedía la solución favorable en un asunto de sumo Interés, enviar 25 pesetas y publicar la gracia en su Revista. Cumplo gustosa lo prometido y suplico a tan buena Madre siga protegiéndome siempre.—Una devota Alicante.—Habiendo suplicado a la Vir- gen la concesión de un favor muy señalado y habiendo sido escuchada, cumplo la pro- mesa de enviar para su culto 150 pesetas y publicar la gracia.—Señora de Fuentes. Madrid.—Doy gracias al Sagrado Corazón y a María Auxiliadora por la salud de mi hija, y mando una limosna con destino al culto del Sagrado Corazón y para la iglesia de María Auxiliadora de Atocha. Deseo tam- bién se publique en el Boletín Salesia- no.—J. M. Valencia. — Por favores recibidos de la Santísima Virgen Auxiliadora, envío 400 pe- setas para las obras de la Iglesia de la Ron- da de Atocha (Paseo del General Primo de Rivera, 25), y cien para las Obras Salesianas Misionales (Brasil’). Cumplo, agradecida, mi ofrecimiento, y sigo confiando en su mater- nal protección.—Caridad Gómez Armiñán. Vigo.—Doy gracias a María Auxiliadora y envío una limosna por haber obtenido la curación de un familiar enfermo.—Concep- ción Iglesias. Vigo.—Da gracias a Maria Auxiliadora y envía una limosna por haber conseguido llevar a feliz término un asunto importante que la preocupaba.—Celia Iglesias. Rota.—Doy gracias a la milagrosa Virgen de Don Bosco, Maria Auxiliadora, por ha- berme curado a mi hijita enferma Mando celebrar una misa en su altar en acción de gracias.—ñf.° Fernández Garda. Rota.—Por haberle conseguido trabajo a mi esposo, como con tanto fervor se lo pedia a María Auxiliadora, agradecida envio una limosna para su culto—Ana M.a Borcala. San José del Valle.—Da gracias a María Auxiliadora y envía una limosna para su culto en acción de gracias por un muy gran- de favor recibido.—M.* Salud Lobato. El Milano (Salamanca). — Por un favor recibido de María Auxiliadora, agradecida, doy gracias a tan buena Madre y entrego una limosna de 50 pesetas, y deseo se publi- que en el Boletín Salesiano.—Felisa Martin. Zamora.—Encontrándose una tía mía afec- tada por una penosa enfermedad de ner- vios y siendo difícil su curación, con toda confianza acudí a la Santísima Virgen Au- xiliadora, la cual escuchó mi humilde sú- plica y en la actualidad se halla comple- tamente restablecida. Agradecida a nuestra buena Madre envío 50 pesetas para las Obras Salesianas y deseo se publique la gra- cia para que las personas en trances dolo- rosos se encomienden a tan generosa Ma- dre.—María Asunción Quevedo. Salamanca.—Por numerosos favores con- cedidos de María Auxiliadora y reciente- mente uno especialísimo, entrego cien pese- tas y deseo se publique en el Boletín Sale- siano como prometí, exhortando a todos acudan a esta Milagrosa Virgen en cualquier trance apurado de su vida, con la seguridad de que no se verán defraudados.—J. Sán- chez, Archicofrade. Salamanca.—Son muchos los favores que he recibido ya de mi Virgen Auxiliadora. En agradecimiento a los mismos y para animar a todos a acudir a esta buena madre siem- pre que se encuentren en necesidad, lo hago público en el Boletín Salesiano, al mismo tiempo que envío la limosna de 350 pesetas para su nuevo altar.—M. Nieves Méndez Marco. Gaudete (Albacete).—Hace muchos años que soy ferviente devota de María Auxilia- dora. especialmente desde que una hija mía se hizo salesiana, y a Ella me encomiendo en mis necesidades. Recientemente me ha concedido una gra- cia muy señalada. Como prometí, envío una limosna para las Obras salesianas y ruego se publique en el Boletín Salesiano la expre- sión de mi agradecimiento a tan buena Ma- dre.—Maria Belando de Pagán. Dan gracias a María Auxiliadora y envían una limosna: Clara Manzanares, 200 pese- tas; una devota, 100 pesetas, de Salamanca; Sra. de Padin, 225 pesetas; Francisco Ar- mario Ramos, 100 pesetas, de Rota: Fran- cisco Bartolomé, 100 pesetas, de Alicante; Francisca Bermejo Delgado, 25 pesetas, de Triana; Luisa Serrano; doña Balblna y se- ñorita María Nieves Carballo, de Fuente- guinaldo; María Silano, 100 pesetas, de Monzón: Pilar Brieva, de Monzón; Maria Dolores Bilbao, 50 pesetas, de Bilbao; Sa- bina Muñoz, 50 pesetas, de Fuentes de An- dalucía: Pilar San José, 25 pesetas, de Ba- imelo de Santullán; A. C., de Santander: Dolores Piniella, de Oviedo; Araceli García, 100 pesetas, de Granada; F. M„ 50 pesetas, de Valencia de Don Juan; Andrés Iraizoz, 75 pesetas, de Pamplona; G. F.. 2.500 pese- tas, de La Junquera. 30 — Gracias de nuestros Santos Barcelona.—Encontrándome mal de salud acudí a San Juan Bosco con fe, rogándole que si me curaba publicaría la gracia en el Boletín Salesiano y al mismo tiempo animo a todos a que tengan una gran fe en el gran Don Bosco. Agradecida, envio una limos- na.—E. S. Valencia.—Habiendo recibido carta de una pariente mía, anunciándome que debía ser operada y teniendo en cuenta que su esposo había sufrido tres intervenciones quirúrgicas muy graves, la encomendé a San Juan Bosco. La gracia vino y contenta envío 125 pesetas en prueba de gratitud.— C. P. Sueca.—Encomendé a Santa María Maz- zarello mis exámenes de cuarto curso y Re- válida. Noté su eficacísima ayuda, pues no solo me aprobaron, sino que además saqué estupendas notas. Agradecida, pues, le en- vío, tal como prometí, 25 pesetas, pidiendo por favor se publique en el Boletín, ya que el publicarlo forma parte de mi promesa.— R. C. Almería.—Habiendo solicitado favores de San Juan Bosco y del Vble. Don Miguel Rúa, prometí enviar 50 pesetas para el culto de Don Bosco y otras 50 para la canonización de Don Rúa, si obtenía lo pedido. En efecto, obtuve lo deseado y con fecha de hoy envío las 100 pesetas ofrecidas, ro- gando se publique la gracia en el Boletín, quedando con ello muy agradecida.—Car- inen Beltrán. De nuestros Mártires y Siervos de Dios Madrid.—Muy agradecida a Doña Dorotea, que tan buena es para con nosotros le envío en acción de gracias 25 pesetas.—Rosalía Campomanes. Arbejal.—Por favores recibidos de Doña Dorotea, envío 50 pesetas para su pronta beatificación, deseando sea publicada esta gracia en el Boletín Salesiano.—Felicitas ‘glesias. Vigo.—Reconocida a la sierva de Dios Doña Dorotea por la obtención de una gra- cia muy señalada envío una limosna y de- seo se publique en el Boletín.—Matilde Carnero. Vigo.—Habiéndole pedido a la sierva de Dios Doña Dorotea de Chopitea que inter- cediese ante el Señor por nosotras para que encontráramos una buena colocación para un sobrino nuestro, mientras hacíamos la Novena llegó la gracia y agradecidas le en- viamos 75 pesetas.—Marina y Charo Aven- daña. GRACIAS DE DON RUA Zamora.—Comenzó mi esposa a sentir un resfriado. Temiendo fuera la gripe, que ha estado muy extendida por aquí, alcanzan- do los pacientes altas temperaturas, ya que mi esposa padece del corazón y esas fiebres le hubieran sido fatales, pedí a Don Rúa su intercesión y durante los tres o cuatro días que duró el estado gripal la fiebre no llegó a 38 grados. Agradecido al favor envío cin- co pesetas para gastos del proceso de bea- tificación.—Ignacio Martin. DE PIO IX Béjar.—Doy gracias al siervo de Dios Pío IX por haberme concedido una gracia y envío una limosna.—Una archicofrade. Córdoba.—Temiendo ser intervenido qui- rúrgicamente por agravarme de un largo padecimiento, me encomendé al mártir sa- lesiano, asesinado en Málaga, Don Esteban García, e improvisadamente desapareció el peligro. Hago público mi agradecimiento para animar a los lectores a confiar e invo- car a nuestros mártires.—D. J. R. Barcelona.—Doy gracias a Don Bosco y a Celerino Namuncurá por un favor recibido y envío una limosna para las Misiones 8a- lesianas.—M. L. de E. NECROLO GlA DON DANIEL SAIZ APARICIO Santamente, como había vivido, expiró en su casa, rodeado de los suyos, este benemérito Cooperador Salesiano y ejemplar padre de familia. Toda su vida, laboriosa y difícil, se señaló con el ejercicio de dos excelsas virtudes: el cumpli- miento del deber, sin desmayos, y el ejercicio de una continua caridad. Hombre sencillo y abierto, de trato afable y sim- pático, puso, al servicio de todos, sus raras dotes de prudencia y consejo… Remedió cuantas necesidades conoció, desintere- sadamente y sin buscar aplauso, con la naturalidad del que cumple un mandato… Entrañablemente unido a la Obra Salesiana, vivió su espíritu ; su casa dio a la Congregación varios miembros: un hermano, el P. Enrique Sáiz, Már- tir de Nuestra Cruzada ; dos de sus hijos, sacerdotes : una nieta, a las Hijas de María Auxiliadora, y otros parientes. — 31 Fue a morir el día de San Bosco, del que era gran devoto. Si una muerte serena es el feliz término de una vida cristiana, la suya fue envidiable. Confiamos esté ya gozando de Dios. No obstante, conociendo cuán inescrutables son sus designios, pedimos a todos una oración por su alma, mientras enviamos a sus hijos, nietas y demás familiares nuestro más sentido pésame. DOÑA CORONA MARTINEZ LOSADA El día 2 de enero fallecía esta buena mujer, mo- delo de madres cristianas, en Raeriz de Veiga, a la edad de setenta y tres años, confortada con los auxilios sobrenaturales y rodeada de sus familiares entre los que figuraban un hijo sacerdote, actual- mente Párroco de Maceda, y otro religioso Salesia- no, próximo a la gran fecha de su Ordenación sacerdotal. Toda su vida ajetreada fue un continuo ejercicio de vencimiento propio en ocultar las espinas que constantemente laceraban su corazón. Supo superar con verdadera resignación los momentos difíciles por ios que tuvo que atravesar para empujar hacia ade- lante la numerosa descendencia que el Cielo le había regalado. Toda su vida estaba dirigida al Cielo como una saeta al blanco. Lo espiritual permeaba todas sus acciones. Amantísima del Sagrado Corazón, hacía lo im- posible por seguir la práctica de los Primeros Vier- nes. Fue esta devoción la que, fuertemente grabada en el alma, trocó todas sus cruces y espinas en rosas fragantes de virtud. Devotísima de la Sagrada Eucaristía, que recibía todos los días al asistir al Santo Sacrificio. «El día que no recibo al Señor me falta algo», me decía en cierta ocasión. Sentía una devoción por Don Bosco, cuyo cuadro pendía de la cabecera de su cama. Una mujer que había vivido de esta forma, cuyas máximas estaban fuertemente entroncadas en la caridad evangélica, debía de tener un tránsito feliz y apacible. Así fue. Una semana postrada en el lecho, in- móvil, sin exhalar ni un suspiro, sin una queja… Su vida se esfumó como una fruta en sazón que le llega la hora de desprenderse de la planta. Su corazón dejó de latir el día 2 de enero a las 18,43 horas. El entierro revistió características de una verda- dera apoteosis. Fue un reflejo del bien realizado en su vida. Los funerales fueron solemnísimos, realza- dos por la presencia de más de cincuenta y cinco sacerdotes. 1 Descanse en paz ! DON ELIGIO GONZALEZ JUAN En Urdíales del Páramo (León), falleció este buen Cooperador Salesiano el 4 de febrero. Era un hombre sencillo y bueno por naturaleza, incapaz de hacer mal a nadie, pero sí bien a todos. Estuvo cinco años paralítico y gran parte de ellos con el cuerpo hecho una llaga y jamás le oyó nadie el menor lamento ; lo soportó todo con cristiana alegría y entereza, siendo por ello la admiración de cuantos lo visita- ban. Vivió y murió santamente. Entregó a la Con- gregación dos hijos, hoy sacerdotes : don Rosendo González y don Miguel, que, expulsado de Cuba, se halla hoy en Caracas. A ambos les acompaña- mos en su dolor y suplicamos a nuestros lectores una oración por el difunto. DOÑA MARIA DEL SOCORRO VICENTE En el Milano (Salamanca), doña María del Soco- rro Vicente entregó santamente su alma al Creador, a los setenta y ocho años, tras corta enfermedad. Amó mucho a la Congregación a la que entregó su hijo, el Rvdo. don José Miguel Martín. Descanse en paz. DOÑA RAFAELA VETA En Mondila, pasó a mejor vida el día 18 del pró- ximo pasado mes. Después de una vida de sufri- mientos y cuidados familiares, que no le hicieron disminuir su amor a la Santísima Virgen de la cual era muy devota. Celadora de un coro de Visita Domiciliaria, cui- daba con esmero de la circulación del mismo. Su amor a la Congregación, como Cooperadora, le ins- piraba el sacrificio del ahorro en lo que podía, para ofrecer su óbolo en circunstancias determinadas. Una oración por su alma. Descanse en paz. Se ruega al Remitente ponga sus propias señas para efectos de devolución, caso de no dar con el destinatario.