Boletín Salesiano. Abril 1962
fáacaé- p/àha wìcact&neA ^oleManaS-
El mejor premio que Dios puede conceder □ uno familia es un hijo sacerdote
Ina/p. da í?an ■ dfoacv
P Provinciali Pateo Ora!. Primo do Rivera, 22. Madrid
BECAS EN FORMACIÓN
Cuarta Beca Sagrado Corazón.—Total: 21.987 ptas.
Beca María Auxiliadora. Guadalajara.— Total:
22.436 pesetas.
Beca Sanio Domingo Savio. San Blas.—Total:
15.306 pesetas.
Beca María Auxiliadora. Salamanca.—Total: 6.300
pesetas.
Beca San Juan Bosco.—Total : 350.
Beca inmaculada Concepción. Doña Concepción
Alvarez Mancha.—Total: 16.509,50.
Beca San Luis.—Total: 18.000.
Beca Siervo de Dios Laura Vicuña. Carabanchel
Alto.—Nueva entrega, 2.575.—Total: 21.970.
Beca don Antonio Garzón. A. A.—Total: 8.055.
Beca María Auxiliadora. Atocha.—-Total: 28.155.
Beca María Auxiliadora II.—Primera entrega, 15.000
pesetas.
Beca don Antonio Torm. Estrecho.—Total: 24.000.
Beca San Luis Gonzaga. Estrecho.—Total: 15.000.
Beca San Josi Obrero.—Total : 7.500.
Beca Escuela de Automovilismo.—Total: 20.000.
Beca don Buenaventura Roca. Béjar.—Total :
5.000.
Beca Santiago Apóstol. La Paloma___Total: 11.000.
Beca Josefa A. Roldán y Familia.—Total: 15.600.
Beca Vicente travedrò.—Total: 5.000.
Beca A. y G.—Total: 5.000.
Beca Pío XII. Villaamil (Madrid), PP. de Fami-
lia.—Total : 5.900.
Beca don Felipe Hernández. AA. AA. de la Pa-
loma.—Total: 5.900
Beca Sacerdotal Don Juan.—Total: 10.000.
Beca Santa Teresa y San Vicente.—Nueva entrega,
33.000.—Total : 43.000.
Beca Viuda de Pujade.—Total: 2.000.
Beca Nuestra Señora de las Angustias. Arévalo.—
Total: 14.000.
Beca Fuentes Bajo.—Total : 28.000.
Beca Francisco Tierra.—-Total: 3.500.
Beca Ludezu.—Total : 6.000.
Nueva Beca don Enrique Sáiz.—Total: 1.000 ptas.
u. da Yl. de. la i/fotced
P. Provincial: Poseo Son Jvon Bosco. 74. Barcelona
BECAS EN FORMACIÓN
Primera Beca Padre Miguel Riera, del Colegio de
Tarrasa.—Total : 3.698 pesetas.
Beca Muy Rvdo. don Florencio Sánchez.—Total :
5.600 ptas.
Beca Santo Domingo Savio. Monzón.—Total: 43.070.
Beca sacerdotal Maria Antonia Porta de Durán.—
Total: 4.500.
Beca Doña Dorotea de Chopitea. AA. AA. de Ro-
cafort.—Total : 27.000.
Beca don Daniel Conde.—Total : 3.500,
Beca señorita Emilia.—Total: 25.000.
Beca San Marcelino.—Total : 20.000.
Beca San Juan Bosco.—Total: 15.050.
Beca Ntra. Sra. del Rosario. Reus.—Total: 2.000.
Beca Roselló Estela.—Nueva entrega. 2.500.—To-
tal: 15.000.
Beca don Francisco Bandrés. Sarria.—Total : 15.000.
Beca San Fernando. Residencia de Huesca.—
Nueva entrega, 10.000.—Total: 25.000.
Beca María Francisca.—Total: 10.000.
Beca Domingo Savio, de los Círculos de la Ins-
pectoría.—Segunda entrega, 5.000.—Total: 15.000.
Beca don José Recasén.—Total : 2.679.
Beca doña Bibiana Socías.—Nuevo donativo : 6.000.
Beca don Rodolfo Fierro, en sus Bodas de Diaman-
te, Colegio de San Juan Bosco, de Horta.—Pri-
mera entrega, 10.000 ptas.
P. Provinciali Colla M.* Auxiliadora, 18 Sevilla.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca Padre Antonio Marcolungo.—Nuevas entre-
gas, 1.025.—Total: 20.070.
Becas Consejo Inspectorial de Cooperadores.—Padre
Ricaldone, 4.000 ptas. ; Padre Viñas, 5.000 pe-
setas ; don Manfredini, 4.000 ptas. ; don Floren-
cio Sánchez, 4.100 ptas.
Beca Sagrado Corazón de Jesús. Herederos de doña
Salvadora García.—Total: 10.000.
Beca don Rafael Romero. Colegio San José del
Valle.—Total : 5.913.
Beca doña Pura Bermúdez.—Total: 15.300.
Beca doña Amparo Zabala. Carmona.—Total: 5.000.
Beca doña Josefa Rodríguez.—Total: 2.000.
Beca don Juan Romero Colegio Salesiano. Cádiz.
Total: 21.514.
Beca don Gregorio Ferro.—Total : 15.000.
Beca don Andrés un. Algeciras.—Total: 4.000.
Beca Ntra. Sra. del Rosario. Rota.—Nueva entre-
ga, 6.000,—Total : 18.000.
Beca don Juan Torres, de Jerez.—Total: 15.000.
Beca Virgen del Carmen, de Puerto Real.—Total :
12.000.
Beca Corpus Christi.—Nueva entrega, 200.—Total :
2.400 ptas.
Beca Padre Modesto Jiménez (Residencia.—Entre-
ga : 20.000 ptas.
Beca Padre Agustín Nofre. Utrera.—Total: 9.000.
Beca Sagrado Corazón.—Una Cooperadora. Nue-
va entrega, 5.000.—Total: 15.000.
2 —
JnapAct&da de, £a/n, ^sss
P. Provincial: Calle de Sagunto. 218. Valencia.
BECAS COMPLETAS
Beca Pedro Joaquín Soler. Zaragoza.—Total : 30.000
pesetas.
Beca Virgen de los Desamparados, de A. y T. Mar-
qués, de Valencia.—Total : 30.000.
BECAS En FORMACIÓN
Beca San Jorge.—Total: 10.000 pesetas.
Beca Ntra. Sra. del Pilar. Cooperadores Zaragoza.—
Total: 10.445 pesetas.
Beca Mosen Chusep. Alcoy.—Total : 9.200.
Beca don José Calasanz.—Total; 13.025.
Beca Rodo, don Silverio Maguiera. Alicante.—To-
tal: 15.000.
Beca Rudo, don Luis Berenguer. Alicante.—Total :
20.000 ptas.
Beca Antiguos Alumnos Salesianos. Valencia,
calle Sagunto, 218.—Total: 1.550.
Beca Círculo Domingo Savio. Valencia.—Total :
3.800 ptas.
Beca Colegio Salesiano. Valencia.—Total: 63.750.
Beca ArchicoJradía María Auxiliadora. Valencia,
calle Sagunto, 218.—Nueva entrega, 4.000 To-
tal: 17.500.
Beca Rüdo. don Mariano Aisa. Burriana.—Total:
2.050 ptas.
Beca don Manuel Pérez. Valencia.—Total: 79.203.
Beca don Francisco Serráis.—Primera entrega,
5.000 ptas.
Beca Virgen de las Virtudes. Villena.—Nueva en-
trega, 1.280. Total: 16.280.
Beca Cooperadores de Don Bosco. Sagunto (Valen-
cia).—Total: 1.000.
Beca Perpetuo Socorro, de Bétera.—Primera entre-
ga, 1.000 ptas.
de, Santiago al
9. Provincial, Escuelas Solesiona,. Zamora
BECAS en FORMACIÓN
Beca San Benito. Allariz.—Total : 20.900 pesetas.
Beca don Pedro Olioazzo.—Nueva entrega, 1.000
pesetas.—Total : 6.939.
Beca Ntra. Sra. de la Merced. Celanova.—Total:
2.000 ptas.
Beca doña Luda Bechade. Cambados.—Total :
4.250.—Beca Santo Domingo Savio. Cambados.—
Total: 5.000.—Beca don Emilio Montero. Orense.
Total : 10.000.—Beca don José Saburido. Orense.—
Total: 13.856.—Beca Domingo Samo. León.—To-
tal : 9.855.—Beca Nuestra Señora de Cooadonga.
Tudela Veguín.—Total : 3.000.—Beca Santa Luda.
\ igo.—Total: 22.000.—Beca María Auxiliadora.
Vigo S. Matías.—Total: 26.135.—Beca P. Miguel
Salgado. Vigo S. Matías.—Total : 3.050.—Beca
Cooperadores de Cánido. Vigo S. Matías.— Total :
4.000.—Beca Santo Domingo Sacio. Vigo S. Ma-
tías.—Total : 3.000.—Beca don Tomás Bous sus. Vi-
go S. Matías.—Total : 5.000.—Beca San Juan Bosco.
V igo-Hogar.—Total : 4.000.—Beca Ceferino Na-
mancurá. Vigo-Hogar.—Total: 8.000.—Beca María
Auxiliadora. Vigo-Hogar.—Total: 3.000.—Beca San
José. Compañías Zamora.—Total: 7.250,—Beca
Jorge Irisarri. Estudiantes Zamora.—Total : 5.250.
Beca María Auxiliadora. Archicofradía Zamora.—
Total : 1.500.—Beca Círculo Domingo Saoio. Za-
mora.—Total: 14.000,
P. Provincial, Calle M.* Auxiliadora. 14. Córdoba
BECAS EN FORMACIÓN
Beca María Auxiliadora. Familia Royan.—Total:
7.200.—Beca Familia Muñoz. Segunda entrega, 3.000.
Total: 6.000—Beca don Sebastián M.° Pastor.—To-
tal: 1.600.—Beca S. Rafael. Córdoba.—Total: 10.000.
Beca Córdoba.—Total : 20.000.—Beca Casa de Cór-
doba.—Total : 2.500.—Beca Srta. Pilar Valderra-
ma.—Total : 75.000.—Beca Rafael Moure Ríos.—
Total: 1.000.—Beca don José María Doblado.—To-
tal : 25.000.—Beca señora F. Peña. Málaga.—To-
tal: 12.000. Beca señores C. L. M., S. C. B.—
Total: 20.000.—Beca María Auxiliadora. Málaga.—
Total: 2.000.—Beca Mantilla. Montilla en 1947.—
Total : 25.000.—Beca San Miguel. Montilla.—To-
tal : 21.300.—Beca Casa Pozoblanco.—Total: 10.000.
Beca Familia Vargas. Ronda.—Total: 10.000.—Beca
Domingo Savio. Ronda.—Total: 500.—Beca doña
María. Las Palmas.—Total : 3.700.—Beca Sagrado
Corazón. Las Palmas.—Total: 10.000.—Beca Ma-
rrado. Las Palmas.—Total: 1.500.—Beca Santa Ca-
talina de Alejandría.—Total : 23.200.—Beca don
Antonio Espinosa. Santa Cruz de Tenerife.—Total:
14.000.—Beca Santa Cruz de Tenerife. Tercero.—
Total : 6.800.—Beca Santo Domingo Savio. Tene-
rife.—Total: 12.000.
. de Jianci&cv
p Provinciali Escuelas Salesianos. Deusfo Bilbao
BECAS COMPLETAS
Beca Virgen del Carmen. C. L. H., San Sebastián.
Total : 30.000 ptas.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca Mamá Mar garita, don Leandro Cañada.—
Primera entrega, 1.500.
Beca don Enrique Sáiz. A. A. de Burgos.—Total :
16.279.—Beca María Auxiliadora (II). Iniciada por
las Asociaciones Salesianas y Archicofradía de
Pamplona.—Total: 20.000.—Beca Alfonso Gómez
Pineda. Pamplona.—Total: 5.000.—Beca vHIME-
NASA*, para un Coadjutor.—Primera entrega,
50.000.—Beca Santo Domingo Savio. Compañías.
Santander.—Total : 11.000.—Beca San José Obre-
ro. Int. Santander.—Total : 7.000.—Beca María Au-
xiliadora. Archicofradía. Santander.—Total : 6.000,
Beca San Andrés. Burgos.—Total : 395 ptas.
Beca Virgen del Castillo. El Royo.—Total: 5.500.
Beca San Paulino. Baracaldo.—Total: 20.175.—
Beca Archicofradía María Auxiliadora. Baracaldo.
Total: 14.650—Beca don Pedro Olioazzo. Baraca’.-
do.—Total: 9.000.—Beca don Eduardo Capran
Baracaldo.—Total: 4.925.—Beca Escuelas de Apren-
dices del Nervión.—Total: 25.000.
BOLETIN
SALESIANO
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES SALESIANOS
Revista de la Obra de Don Bosco
AÑO LXXVI Nùm. 4
Abril 1962
SUMARIO
Págs.
DE ESPECIAL INTERES
NO HAY DOS MORALES DISTINTAS. 5
¿Vió Don Bosco el templo que
SE LE ESTÁ LEVANTANDO EN SU
COLINA NATAL? ………… 8
La Madre de Don Bosco …… 9
Primer Congreso Internacio-
nal SOBRE VOCACIONES RELIGIO-
SAS …………………. 11
Noticias Gráficas ……… 17
El árbol gigante que llegaba al
cielo ……………….. 22
Ta Pli ………………… 25
SECCIONES FIJAS
Noticiario Salesiano ….. 13
El circo de Dios……….. 13
El P. Mariano del Rio, recibe la
Cruz de Caballero de la Or-
den de Isabel la Católica … 15
Diez Noticias en una página … 16
España Salesiana ………. 18
Los Cooperadores en acción … 20
Crónica de gracias ……… 27
Necrología ……………. 31
Becas………………..2 y 3
director :
JAVIER RUBIO IBAÑEZ
*
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá. 164 – Apartado 9134
MADRID-2
Depósito legal: 3044.—1958
(Con censura eclesiástica )
NUESTRA PORTADA
SU EMINENCIA EL CARDENAL
DE SANTIAGO DE CHILE,
EMMO. RAUL SILVA HENRIQUEZ
Con honda satisfacción y enorme júbilo
llegó a todos los rincones del mundo la
buena nueva de que S. S. Juan XXIII ha-
bía nombrado Cardenal al Arzobispo de
Santiago de Chile, Monseñor Raúl Silva
Henriquez. El nuevo Eminentísimo señor
Cardenal es Salesiano, y de ahi el júbilo
que de todos se apoderó. Es el tercer hijo
de Don Bosco que recibe la sagrada púrpu-
ra en lo que va de siglo.
Su carrera ha sido extraordinaria. Na-
cido en una familia hondamente católica
y que cuenta entre sus antepasados varios
Obispos, estudió la carrera de Leyes en la
Universidad de Santiago, donde se licen-
ció. Siendo ya abogado, entró en la Con-
gregación en 1931, a los veinticuatro años
de edad. A los treinta y un años, se orde-
naba Sacerdote en Turín, año de 1938. en
que volvió a su patria. Su campo de trabajo
fueron diversos Colegios, en los que ocupó
el cargo de Director. En 1959, la Santa Sede
le nombró Obispo de Valparaíso, y dos años
después, el 14 de mayo, lo preconizaba Ar-
zobispo de Santiago de Chile. Aún no ha
pasado un año de su entrada triunfal en
su sede arzobispal, cuando de nuevo el
Papa lo ha tenido presente para elevarlo
a la púrpura y dar asi a la noble nación
chilena un representante en el Sacro Co-
legio.
BOLETIN SALESIANO, en nombre de
toda la Familia salesiana española, se com-
place en darle la más cumplida enhora-
buena y desearle que en su alto cargo con-
siga grandes triunfos para nuestra Madre
la Iglesia.
NO HAY
DOS
MORALES
DISTINTAS
«£i> ningún consejo, en
ninguna intervención pue-
de el profesional hallarse
fuera de la mora/.»
PIO XII
LIMA.—El Colegio Salesiano lleva varios
años llevándose el primer premio de ins-
trucción premilitar, fruto de una educación
moral integra, como quería Don Bosco:
Buenos cristianos y honrados profesionales.
No es nueva la teoría que separa al hom-
bre en dos mitades morales: como indi-
viduo está sujeto a la ley moral de los man-
damientos divinos, pero como profesional,
no. Un abogado, como hombre, no podría
mentir ; un médico, como individuo, no
podría matar sin ser ambos considerados
como transgresores ; pero como abogado, si
miente, sus mentiras no le hacen transgresor
del octavo mandamiento porque son cosas
del oficio ; el médico, si llevado de una falsa
compasión procura la eutanasia al enfermo,
no es reo de homicidio, porque son cosas de
la profesión.
Es más común de lo que parece esta ma-
nera equivocada de pensar, por lo que el
negociante ni se pregunta si sus ganancias
excesivas son lícitas, ni el empresario si los
jornales que paga son justos, ni el obrero si
rinde lo que debe. Se tienen dos medidas,
una pata los actos del invididuo, otra para
— 5
los de la profesión: en este último terreno
la moral es cosa aparte.
¿Cómo se ha llegado a este absurdo de tan
funestas consecuencias para las almas? Es,
sin duda, fruto del intento, siempre atizado
por el enemigo del humano linaje de sepa-
rar al hombre de la obediencia divina y de
desplazar a Dios de la órbita del hombre en
la medida de lo posible.
La filosofía y el afán de lucro, hoy más
vivo que nunca por su extensión universal,
le han prestado al intento sus mejores armas.
La primera con la concepción de la moral
autónoma, el segundo con la secuela de co-
modidades que sigue a la posesión del di-
nero.
La falsa filosofía, poniendo como premisas
las numerosas injusticias existentes, deduce
la no existencia de una moral y justicia ob-
jetivas, de unas leyes divinas que obliguen
realmente al hombre por encima de sus opi-
niones, conveniencias o utilidad particula-
res. La conducta del hombre, en consecuen-
cia, no se rige por normas dictadas por Dios
sino por las dictadas por la conciencia de
cada cual.
Cuan erróneas y perturbadoras sean estas
doctrinas para las almas lo alcanza cualquie-
ra que reflexione sobre ello breves momen-
tos. Baste añadir que esta moral ya autóno-
ma, ya utilitaria, ha nacido en el campo filo-
sófico protestante. Sin embargo, hay católi-
cos, incluso de los que se consideran prac-
ticantes, que en su vida obran de acuerdo
con esta teoría. Pío XII ya señaló esta fu-
nesta práctica cuando dijo: » Más que de la
vida privada, hay muchos que quisieran
excluir el dominio de la ley moral de la vida
pública, económica y social”.
Por otro lado, el afán de lucro conduce a
los hombres a pensar que lo único que im-
porta es ganar dinero, el cómo no interesa,
el caso es ganarlo para procurarse las mil
comodidades que la vida moderna ofrece
hoy a las familias y a los individuos. A quien
por motivos morales desaprovecha una oca-
sión de enriquecerse se le considera, por lo
menos, como un anticuado; a quien en su
negocio no observa la justicia social y ex-
plotando al prójimo realiza pingües ganan-
cias no le faltan una legión de envidiosos,
dispuestos ellos mismos a seguir las mismas
normas.
El cuadro que el mundo nos presenta en
este aspecto de la moral profesional no es
nada halagüeño, ni hace concebir muchas
bendiciones divinas para la Humanidad.
Una de las consecuencias más funestas para
el individuo de esta separación de la
moralidad profesional, de la moral cristiana,
es la degradación del concepto cristiano de la
propia profesión.
Siempre la Iglesia consideró al trabajo y
a la profesión, cualquiera fuera su tipo, in-
telectual, manual o mixto, como un instru-
mento que al par que procuraba el sustento
diario, según aquello de “comerás el pan con
el sudor de tu rostro”, perfeccionaba al in-
dividuo, no sólo profesionalmente en sus ha-
bilidades técnicas, sino espiritualmente. El
trabajo en la mente de la Iglesia está consi-
derado como un instrumento para ganarse
el cielo, después de haber sido en la tierra
motivo de expiación, fuente de merecimien-
tos y ofrenda reparadora.
Por consiguiente, si le considera únicamen-
te como instrumento para conseguir los bie-
nes terrenos y gozar de ellos, el concepto de
profesión y trabajo han venido muy a menos.
Pío XII exhortó al presidente de la XV Se-
mana Social de España, que iba a tratar
precisamente de la moral profesional, a que
estudiaran a fondo el concepto de la profe-
sión como actividad personal, realizada en
orden a la comunidad, con un fin trascen-
dente.
Palabras profundas y luminosas que nos
descubren todo el valor humano, social y
divino y la trascendencia de esa profesión
que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo
y de nuestros pensamientos y moviliza gran
parte de nuestras energías.
La profesión es una actividad personal:
Nadie puede estar sin hacer nada; las pro-
fesiones son múltiples y variadas, pero todas
implican una actividad, un poner en juego
energías, capacidad y cualidades propias.
Ante la necesidad de desplegar esta activi-
dad personal la primera postura que debe
adoptar el cristiano es considerarla como
mandato divino y. por consiguiente, como
fuente de perfección ya que la aceptación del
cumplimiento de la voluntad divina por par-
te de la voluntad humana está en la misma
raíz de la bondad de todo acto humano.
6 —
Pero esta profesión gana en extensión y
se adorna con el manto de lo social y de la
caridad si se piensa que nuestra actividad
personal redunda en bien de esa sociedad de
la que formamos parte. Los frutos de todas
las profesiones humanas van a parar a otros
hombres: unos contribuyen a su bienestar
físico, otros al aumento de cultura y cono-
cimientos, y mediante ellos logran los hom-
bres lo que por sí solos o serían incapaces
de lograrlo o les costaría mucho. Está claro
que todos trabajemos para todos. De ahí
brota un fuerte pensamiento cristiano : si mi
profesión por sí misma redunda en beneficio
del prójimo debo ejercerla convenientemente,
no puedo aprovecharla para fines inconfesa-
bles, ha de rendir utilidad a la sociedad y,
por tanto, no puedo ejercerla de cualquier
manera; antes al contrario, vengo por ello
mismo obligado a desempeñarla a concien-
cia. Todo lo contrario de lo que la moral
profesional mundana sostiene, mientras la
moral cristiana impele a trabajar adecuada-
mente por amor al prójimo la profesional
busca el interés propio.
Eleva aún más el concepto cristiano de la
profesión la consideración de los fines tras-
cendentes, que lleva en sí por voluntad di-
vina cuando elevó al hombre al estado sobre-
natural. Merced a esta elevación lo humano
alcanza lo divino y la obra terrena tiene una
repercusión eterna ; se da un paso en la tie-
rra y se avanza en el cielo; gracias a esa
elevación somos hijos de Dios no ya de sólo
nombre sino realmente.
Veamos de pasada algunos de estos fines
trascendentes. Nuestro trabajo, nuestra pro-
fesión es una continuación y desarrollo de
la obra creadora de Dios porque perfecciona
la materia, puesta así al mejor servicio del
hombre. El Cardenal Lercaro escribe: “Es
colaboración con Dios el trabajo realizado
para hacer más provechoso el contacto del
hombre con la obra de Dios, descubriendo
nuevos estratos de la realidad (nuevos con-
tinentes, nuevos espacios…) y nuevas ener-
gías (térmica, nuclear, eléctrica…), indagan-
do los medios para tornarlas útiles, trans-
formándolas y acercándolas a sus necesida-
des y sometiéndolas a su servicio”. Con bella
frase resumió este pensamiento el escritor
Rolet: “La creación continuada es un ofer-
torio del que el hombre, mientras trabaja,
es el sacerdote”.
El trabajo desde Cristo es una acción sa-
Siempre Don Bosco
crificial, pues Él antes que su sangre ofreció
por nosotros su sudor, y podemos ofrecer el
nuestro en colaboración con Él para expiar,
por cuanto el trabajo tiene bastante de casti-
go y, por consiguiente, de penalidad ; y para
alabar a Dios, por cuanto, gracias a Él, el
hombre descubre y profundiza en la crea-
ción sus perfecciones infinitas.
De todo lo cual resulta que el ejercicio
de la profesión es un medio de santificación,
porque siendo el camino concreto señalado
por Dios al hombre para que cumpla su mi-
sión se convierte en el medio que le permite
vivir como verdadero hijo de Dios. Bien
expresó este concepto Benedicto XV cuando
dejó escrito que “la santidad consiste en el
cumplimiento exacto de todos los deberes de
nuestro estado”.
Todo lo hasta aquí dicho viene a confirmar
una verdad fundamental y es que nues-
tra vida toda entera, sin exceptuar nada de
ella, está regida por normas divinas de donde
¿VIO DON BOSCO EL TEMPLO
QUE SE LE ESTA LEVANTANDO
EN SU COLINA NATAL?
Hay un sueño de Don Bosco que parece contener
elementos profètico» sobre el santuario que está
surgiendo en Colle Don Bosco.
Soñó que se encontraba en los Becchi, junto a su
casa natal. Su madre se hallaba junto a la fuente
que mana a la izquierda de quien desciende por
el viejo sendero hacia el camino de Butigliera.
Aquella fuente había dado siempre agua purísima ;
por eso, su madre extrañaba que ahora manara tan
rucia. Lanzó, pues, el lamento de Jeremías : «Bebe-
mos nuestra agua, pagándolas.
Desde aquí condujo a su hijo a la cima de la
colina donde la vista se dilata por un amplio pano-
rama ; y allí comenzaron a charlar del bien que se
podría haber realizado en las tierras que estaban a
sus pies. En este punto Don Bosco se despertó.
Al contar el sueño hizo esta observación : <£1
lugar a donde me condujo mi madre es muy propio
para montar alguna obra, pues está en el centro de
muchos caseríos que no tienen iglesia alguna».
En 1938 el Rector Mayor, para conmemorar el
cincuentenario de la muerte de Don Bosco, proyectó
un grandioso complejo de obras sobre la colina del
sueño, entre las cuales se hallaba el templo hoy en
construcción. Pero no conocía el sueño. Cabe, pues,
imaginarse su sorpresa y la de Don Giraudi, el
ecónomo general, cuando se enteraron que habían
escogido precisamente el lugar soñado por Don
Bosco.
Hay más. Poco antes la comisión provincial de
higiene había declarado contaminada la fuente en
la que habían saciado su sed varias generaciones,
y en los Becchi el agua potable se tuvo que pagar.
El 2 de febrero de 1876 Don Bosco, hablando del
progresivo desarrollo de su obra, afirmó: «Se puede
decir que no hay cosa que no haya sido antes co-
nocida. La Congregación no dio nunca un paso s'n
que antes lo aconsejase algún hecho sobrenatural».
Su afirmación sería, pues, también verdadera para
esta obra que transformará la Colina que lo vio na-
cer en un centro de espiritualidad salesiana, en una
tierra santa a la que acudirán en peregrinación de-
votas multitudes de todo el mundo.
se derivan estos principios directivos del
obrar profesional:
l.° Toda actividad humana privada y pú-
blica, particular y profesional cae dentro del
orden moral, que es la expresión de la vo-
luntad divina respecto a la conducta del
hombre.
Pío XII afirmó : “El orden moral, los man-
damientos de Dios son válidos en todos los
campos de la actividad humana sin excep-
ción de ningún género”. Y en otra ocasión
añadió: “No es posible dividir la vida hu-
mana en compartimentos estancos y apartar
algunos en los que la moral no tuviera nada
que decir”.
2° Existe una obligación moral de per-
feccionarse profesional y técnicamente, pre-
cisamente por la repercusión social que de
toda profesión trasciende. Lo que se ve claro
tratándose de un médico, de un conductor
de vehículos, de un fabricante de aviones,
acontece igualmente en todas las profesio-
nes en mayor o menor grado.
Conclusión, pues, de todo lo dicho es que
la ley moral rige también el ejercicio de nues-
tra profesión, que ésta no escapa a los man-
damientos divinos y que precisamente por
estar sometida a ellos de una manera particu-
lar se convierte en medio de santificación
ordinario.
RVDO. D. SANTIAGO GARCIA CRUZ, S.D.B.
En el Colegio de Utrera entregó su alma a Dios
este ejemplar sacerdote salesiano en la madrugada
del 10 de enero, a la edad de cuarenta años. Su
prematura muerte representa una sensible pérdida
para la Inspectoría de María Auxiliadora.
Nacido en Málaga, en 1921, su vocación germinó
en el Colegio de Triana, en los albores de la fun-
dación, como primicias de la caridad de los Con-
des de Bustillo. Hecha la profesión en 1942, le en-
viaron los Superiores al aspirantado de Mondila,
como también en 1951 al cantar su Primera Misa.
Más tarde fue Asistente de novicios, y en el trienio
1955-58 fue celoso Director del Estudiantado Filo-
sófico de Consolación. En los últimos años ha des-
arrollado su labor apostólica entre los aspirantes
de Campano. Toda su vida, pues, ha estado de-
dicada a nuestras vocaciones, a las Casas de For-
mación.
Se puede decir que ha caído en la brecha, como
digno Hijo de San Juan Bosco.
Religioso de conciencia recta y delicada, humil-
de, sufrido y trabajador. Sacerdote celoso, predi-
cador eximio, experto profesor de la lengua latina.
Su muerte nos ha sumido en el dolor. Pidamos al
Señor le de el descanso de las almas justas.
8 —
Huitke de Don Badea
En el principio era la madre...
Con todo el respeto para el Libro Santo,
se podría comenzar así un perfil,
una vida de Don Bosco.
Al inicio de toda vida humana
hallamos también el padre;
pero no es de él de quien la existencia
humana trae su propio origen.
No a él sino a la madre
va la admiración y el grito del pueblo
cuando se maravilla ante una criatura,
como se cuenta en el Evangelio:
“Bienaventurado el seno que te llevó”.
Pues un niño llega a ser
lo que su madre quiera.
Todo el amor se polariza hacia la madre:
en ella hay belleza, alegría, dulzura,
descanso, fiesta, calor y gracia.
Tal fue la mujer
que llegó a ser madre para Don Bosco.
(I. JOERGENSEN)
Afines del verano de 1815, en medio del
tumulto todavía no apagado de las lu-
chas políticas y de las armas, entre campos
de maíz y viñedos, una joven madre se in-
clina sobre una cuna predestinada: Marga-
rita Bosco contempla a su segundo hijo,
Juan. El mayor, José, tiene dos años, y
Antonio, el hijastro, nacido del primer ma-
trimonio de su marido entra en los doce.
La abuela, enferma, completa el cuadro de
la familia que, como se ve, grava ya con
fuerte peso a la joven esposa.
Enérgica, fuerte, abierta y alegre, no se
asusta por la fatiga. Desgraciadamente, cuan-
do Juan cumple los dos años, su padre es
tronchado en pocos días por la muerte. Mar-
garita había gozado cinco años de felicidad,
cinco años para una vida entera... Hay que
admitir, forzosamente, que la felicidad de
ser madre de un Santo cuesta demasiado
caro.
A vueltas con la pobreza, al cargo de tres
pequeños de naturalezas tan diferentes e in-
quietos, esta madre revela extraordinarias
dotes de educadora. ¿Su secreto? Es senci-
llo: “En la base, como en el ápice de esta
educación, leemos en la vida de Don Bosco,
estaba Dios”.
“Dios os ve”, repetía sin cansarse nunca
la madre. Y aprovechaba la más pequeña
ocasión para imprimir en las tiernas mentes
este pensamiento del buen Dios siempre
presente. En agosto las estrellas del cielo,
el tronco crepitante en el hogar cuando fue-
ra de casa el frío se dejaba sentir, lo nece-
sario cuando se lo tenía, el granizo y el ham-
bre cuando llegaban, todo venía de Dios. Y
esta campesina, que no sabía leer ni escri-
— S
bir, sirviéndose de la sola memoria sabía
enseñar el catecismo y la historia sagrada y
la vida de nuestro Señor a sus hijos.
Margarita Bosco quería que sus hijos fue-
ran trabajadores. Como los más grandecitos
también el pequeño, Juanito, ayudó en las
faenas de casa desde sus más tiernos años.
A los cuatro años deshilacliaba, con sus de-
dos gordezuelos de niño, las plantitas de
cáñamo. Y bien pronto barrer, desgranar
legumbres, hasta cocer el pan y cuidarse de
las vacas no tuvieron secretos pata él. En
casa se levantaban antes de salir el sol. Ni
se ponía mala cara ante un largo camino o
un trabajo rudo. Por la noche, un jergón de
hojas de maíz acogía los miembros cansados
por una sana fatiga.
No extrañemos, pues, que ya mayorcito
Juan anduviera cada día veinte kilómetros,
alegre, para ir a escuela, con sus zapatos
echados a la espalda.
Y más tarde, para proseguir sus estudios,
buscarse el empleo de mozo de café y des-
empeñar otros muchos oficios para pagarse
la pensión.
La vigilia de su entrada en el Seminario
Mayor, Juan piensa en hacerse franciscano.
“Si quieres hacerte franciscano, sigue tu
vocación, le dice la madre. Piénsalo bien. No
te preocupes de mi porvenir. Acuérdate que
nací pobre, he vivido en la pobreza y pobre
quiero morir. Aún más. te aseguro que si te
decidieses a ser párroco y llegaras a ser rico
yo no pondría el pie en tu casa.”
La tarde de la primera misa de su hijo,
tomándole de las manos consagradas:
“He aquí que ya eres sacerdote, querido
Juan. De ahora en adelante todos los días
dirás Misa. Recuerda que empezar a decir
Misa es empezar a sufrir. Todas las maña-
nas, estoy segura, rezarás por mí. Yo no te
pido más. De ahora en adelante no pienses
sino en la salvación de las almas, sin pre-
ocuparte lo más mínimo por mí.”
Colocados ya sus tres hijos, la viuda sien-
te de improviso que sus años pesan. Nece-
sita grandemente el reposo de su casita cam-
pestre.
Mas un buen día su Juan viene a buscarla.
En la populosa ciudad de Turín ha fundado
un Oratorio. Setecientos chicos con su fa-
milia. Todo va bien, pero está situado en un
lugar de la zona de Valdocco que no goza
de muy buena reputación y, por ese motivo,
el joven sacerdote se halla en la imposibi-
lidad de habitar en él sin una persona se-
gura, que condivida el alojamiento. Enton-
ces él pensó... en su anciana madre. Ah, sin
duda alguna, él lo sabe, será duro. Ha du-
dado mucho antes de acudir a ella.
Durante el curso de su vida dura, Marga-
rita ha consultado muchas veces en su co-
razón cuál sería la voluntad de Dios: así
hace también esta vez. Sofoca un suspiro:
“Si crees —le dice a su hijo— que es vo-
luntad de Dios, cuenta conmigo.”
Comienza los preparativos de marcha, no
sin cumplir todavía un último sacrificio.
Sabe que la pobreza reina en Valdocco. Cier-
to que ella no es rica y el inventario de los
pocos objetos, que podrían resultar útiles
quedándose en casa, pronto está hecho. Pero
allí, en un baúl, está el vestido de seda del
día de su boda, querida reliquia, último tes-
timonio de horas de felicidad, que tan pron-
to terminaron. Se podría vender. Y podemos
fácilmente imaginamos a la humilde campe-
sina correr de noche a realizar este sacrificio,
no sin dejar caer sobre los pliegues de seda
una lágrima que los ángeles del cielo re-
cogen.
Lo que fue la vida de “Mamá Margarita”
en Valdocco es un hermoso tejido de tra-
bajo y sacrificios. Las últimas palabras de
moribunda a su hijo la retratan suficiente-
mente :
“Esta vida es un continuo sufrir. Los ver-
daderos bienes están más allá.”
Cuatro años después de su muerte, el San-
to hijo la vio en sueños, toda esplendor de
gloria celeste.
“Te espero, le dijo, porque los dos ya no
podremos estar separados jamás.”
Ambos, en verdad, son inseparables y cuan-
do nosotras invocamos a San Juan Bosco,
nosotras madres, queremos evocar envueltos
en una misma aureola al Apóstol de ardiente
celo y a la humilde madre que supo encender
tal Llama.
Luisa André-Delastre
10 —
PRIMER
CONGRESO INTERNACIONAL
SOBRE
VOCACIONES RELIGIOSAS
Un sacerdote por cada 1.300 católicos:
esta es la relación que hoy existe entre el
número de sacerdotes y el número de cató-
licos de todo el mundo. Pocos, sin duda, son
los sacerdotes ; pero examinando atentamen-
te las estadísticas no faltan motivos de alivio.
En 1960-61 el número de sacerdotes en todo
el mundo ha aumentado en 4.238.
Pero para el cuidado eficaz de las almas,
¿cuántos sacerdotes harían falta para sólo
los católicos? Los entendidos en la materia
afirman que uno por cada 800 ; la realidad
está muy lejos de alcanzar semejante pro-
medio en muchísimas naciones.
¿Cómo conseguir el promedio ideal?
¿Cómo aumentar las filas del sacerdocio de
suerte que en todas y cada una de las partes
del mundo se logre esa asistencia eficaz de
los fieles? A estas preguntas de tan subido
interés ha tratado de responder el primer
Congreso Internacional para vocaciones re-
ligiosas, que tuvo lugar en Roma a mediados
de diciembre y al que asistieron más de
doscientos especialistas de veintiséis naciones.
En él también participaron los Salesianos.
Los trabajos de la Asamblea fueron abier-
tor por el Emmo. Cardenal Valerio Valeri,
Prefecto de la Sagrada Congregación de Re-
ligiosos y Presidente del Congreso, quien
tras haber aludido a la crisis de vocaciones
existente en varias regiones del mundo y
de haber insistido que la cuna de las voca-
Un viaje a Extremo
Oriente resulta siempre
un Congreso Interna-
cional de Religiosos Mi-
sioneros.
— 11
ciones verdaderas es la familia cristiana,
planteó los fines del Congreso que no eran
otros sino los de estudiar los medios para
promover las vocaciones aportando las ex-
periencias de las diversas naciones.
Se expusieron y discutieron doce relacio-
nes dentro de un gran espíritu de unión y
solidaridad. Se pusieron de relieve los gran-
des méritos de las Ordenes y Congregacio-
nes religiosas que han dado a la Iglesia tan
gran número de Santos y en la actualidad
el 95 por 100 de los misioneros.
Se subrayó que las vocadiones floreoen
donde florece la vida cristiana y que todos
están obligados a suscitar y sostener vocacio-
nes religiosas, las cuales aun cuando proven-
gan de una inspiración del Espíritu Santo
son fomentadas por piadosas almas entusias-
tas de los intereses de Dios. Almas que lo
mismo se encuentran entre el clero secular
y regular, entre los militantes del apostola-
do seglar y entre los cristianos que han for-
mado una célula viva de vida espiritual den-
tro de una familia verdaderamente cris-
tiana.
Los Cooperadores Salesianos, ideados por
Don Bosco, con esta finalidad también, han
recibido de este Congreso un nuevo estímulo
para la prosecución de su apostolado de las
vocaciones y podrán hallar en las actas del
Congreso las sabias directrices de la Iglesia
para esta obra tan santa y necesaria.
Y no sólo necesaria sino también urgen-
te. La razón que explica que todavía sea
pagana más de la mitad de la Humanidad a
los dos mil años del mandato de Cristo a
los apóstoles: “ Id y predicad a todas las
gentes”, es que no hay todavía suficiente nú-
mero de apóstoles que enviar. Las conver-
siones vendrán entre los infieles si se envían
misioneros, de lo contrario seguirá aumen-
tando la desproporción entre católicos y
paganos por el mayor número de nacimientos
de éstos últimos.
Su Santidad Juan XXIII recibió en au-
diencia a los congresistas y subrayó la im-
portancia y sublimidad de la vocación reli-
giosa y sacerdotal y les hizo la confidencia
de que él dedica a pedir por este interés vital
de la Iglesia el cuarto misterio gozoso de su
Rosario de cada día.
“El problema de las vocaciones eclesiásti-
cas y religiosas —decía Su Santidad—, es
cotidiana solicitud del Papa, que os habla;
es suspiro de su plegaria y aspiración ardien-
te de su alma. Es la intención luminosa que
confiamos al cuarto misterio gozoso de nues-
tro Rosario al contemplar a María, que pre-
senta al Padre Celeste el Sacerdote Eterno
de la Nueva Ley: y como hemos dicho a
principios de octubre, en este misterio “es
hermoso observar las muy alegres esperan-
zas del perenne florecer de las promesas del
sacerdocio...; jóvenes alumnos de los semi-
narios, de las casas religiosas, de los semi-
narios misioneros... cuya expansión no obs-
tante las dificultades de la hora presente...
no cesa de ser espectáculo consolador que
arranca palabras de admiración y alegría
Las conclusiones del Congreso se pueden
resumir así: se trata de renovar en la Igle-
sia a los sacerdotes y fieles, esto es, de crear
en medio de la Iglesia, de la sociedad y de
la familia una atmósfera favorable no sólo
a la vida cristiana, tal como ordinariamente
se entiende, sino a la vida cristiana integral,
que lleva espontáneamente al sacerdocio y a
la práctica de los consejos evangélicos. To-
das las almas de buena voluntad están lla-
madas a aportar su propia contribución para
este apostolado tan interesante.
Proponemos a nuestros Cooperadores,
particularmente, que trabajen con la fe y el
optimismo que emanan de la alocución pa-
ternal que el Papa dirigió a los congresistas.
Tras haber enumerado las necesidades de la
Iglesia en diversos sectores del apostolado
proseguía :
“Estas necesidades esperan y llaman ope-
rarios a la mies: será, por consiguiente, ne-
cesario estudiar y realizar todo esfuerzo para
lograr que la sociedad de hoy, como la de
los tiempos de los grandes Fundadores y re-
formadores, responda a la llamada del Se-
ñor. Nuevos horizontes se abrirán en un
futuro próximo con la celebración del Con-
cilio Ecuménico. La historia enseña que des-
pués de cada Concilio vienen épocas de ex-
traordinaria fecundidad espiritual, durante
las cuales el soplo del Espíritu Santo suscita
vocaciones generosas y heroicas y da a la
Iglesia los hombres necesarios y adecuados.
Esta perspectiva de fe y esperanza enciende
nuestro corazón de confiada espera."'
12 —
ÍWWWWMWWU
BAHIA BLANCA.—La Misión Don Bosco rodante echa los frenos en las afueras
de la ciudad.
El circo
A “Misión rodante Don Bosco", que du-
rante el verano recorre ta inmensa y
árida pampa patagónica, cuando llega la es-
tación de las lluvias, se instala en los subur-
bios de fas ciudades o grandes poblados,,
tras acuerdo oportuno con los párrocos.
El factor sorpresa.
La llegada del camión con su enorme re-
DON BOSCO
de Dios
molque al solar escogido, es un aconteci-
miento. Pequeños y grandes se paran curio-
sos a observar la implantación de aquel
extraño campamento tan parecido al de un
circo ecuestre.
Lo primero que se levanta es el salón-
capilla, con sus veintidós paneles de plan-
chas de colores deslumbrantes. Por la parte
opuesta, el camión y el remolque se convier-
ten respectivamente en la casa y en la ofi-
EN LA PAMPA PATAGONICA
— 13
ciña del misionero. La Misión dispone de
una máquina de cine de 16 mm. y dos pro-
yectores para filminas y diapositivas.
Se sitúan prandes reflectores en los cuatro
puntos cardinales, de manera que nuestro
complejo parece un verdadero circo. La ins-
talación eléctrjca se alimenta mediante un
grupo electrógeno. En lugares estratégicos se
colocan altavoces, y un amplificador de
80 vatios permite la audición hasta un kiló-
metro de distancia. Este es el instrumento
número uno con el que dominamos la situa-
ción.
La instalación del Circo de Dios, como lo
han llamado en Bahía Blanca, dura dos días;
no son perdidos; por el contrario, son días
muy aprovechados por Ja gran publicidad
que se hace y el elemento sorpresa que atrae
curiosos de todas partes. Al tercer día se
inicia la Misión con un Ileñazo. Dura de
quince a veinte días. La primera tarde el
amplificador comienza a transmitir música
alegre. Entre pieza y pieza el misionero lan-
za su invitación. Es la voz del Señor que
llama a congregarse a todos sus hijos.
Al salir el sol, muy de mañana, se celebra
la Misa y se inician las visitas, casa por casa,
a cada una de las familias. Al mediodía el
misionero ha de atender a hacerse él mismo
su comida.
A primera hora de la tarde, oratorio para
chicos y chicas. Se organizan tres o cuatro
partidos de fútbol en campos improvisados
junto al campamento, para muchachos de
diez a... veinte años. Los altavoces alegran
el dinámico juego con música variada. Las
niñas, aparte, en un lugar a propósito, se
entretienen con sus juegos; para atenderlas
el párroco del lugar nos envía señoritas de
Acción Católica. A la hora conveniente co-
mienza el catecismo. Los niños, agrupados
por edades, se esparcen en torno al camión
y tienda, sentados por tierra o en cajas, o a
la sombra del remolque y se les explica la
Doctrina Cristiana. En el salón-capilla se
reúne a los que van a hacer su primera comu-
nión. Las primeras comuniones son siempre
numerosas en los días de Misión y no sólo
de pequeños... Para los mayores la prepara-
ción se organiza por la tarde, casi de noche.
Terminado el catecismo viene el entreteni-
miento; chicos y chicas se agrupan para con-
templar las deseadisimas "filminas Don Bos-
co”, que son para todos una verdadera atrac-
ción. De manera especial la “historia de
Bambo” es una clase de catecismo vivo, prác-
tico y divertido, hecha a propósito para una
instrucción colectiva. Para acabar se realiza
una pequeña lotería, esperada por todos con
ilusión, favoreciendo la suerte a algunos pre-
sentes con premios no por pequeños menos
deseados.
A la luz de los focos.
Al oscurecer los oratorianos se van a sus
pre los hombres... Invitados a dar el buen
ejemplo responden generosamente. Serán
aproximadamente el 30 por 100 de la multi-
tud que acude a la Misión.
Hoguera de cartas.
Una función muy sugestiva también es la
del último sábado dedicado a la consagra-
ción de la familia a María. Durante la fun-
ción se queman las cartas en que cada fa-
milia ha pedido a la Santísima Virgen una
gracia particular. También ahora son pri-
meros los hombres en pasar ante la estatua
de María Auxiliadora echando al fuego sus
cartas, en tanto los demás suplican a María
escuche sus preces. Frutos tangibles y con-
soladores de la Misión son las numerosas
confesiones, los muchos retornos a Dios, los
matrimonios regularizados y las primeras
comuniones. La Misa solemne y final de la
Misión la celebra el párroco en cuya demar-
cación se ha instalado la Misión rodante,
quien así tiene oportunidad de conocer una
parte de su grey. A la manifestación y cere-
monia de clausura asisten hasta unas dos
mil personas. El tráfico se interrumpe; los
hombres, con una cruz de cinco a siete me-
tros, inician una procesión hasta el lugar
donde será plantada como recuerdo. Ante
esta cruz-recuerdo los misioneros dirigen a
los congregados sus últimas recomendacio-
nes y se despiden. Todos pasan a estrechar
sus manos y besarlas y a recomendarles que
vuelvan pronto. Los más afligidos por la
marcha de la Misión rodante son los niños:
les parece mentira que vaya a terminar tan
pronto aquella especie de paraíso bullicioso
y al par devoto.
Al día siguiente comiénzanse a desmontar
las instalaciones. Ahora todos quieren echar
una mano: qué diferencia con el día de lle-
14 —
gada. Se carga todo sobre el camión y su
casas, mejor dicho, hay que echarlos para
que se vayan, pues no quisieran de ninguna
manera marcharse del campamento del mi-
sionero, que se ha convertido para ellos en
un verdadero parque de atracciones.
Después de cenar viene la Misión para los
adultos. Desde las nueve a las once de la no-
che se trabaja con ellos.
El ambiente se prepara con música agra-
dable. Al acercarse la hora un repique de
campanas, grabado y difundido por los alta-
voces, se alterna con oportunos avisos y mú-
sica.
Para atraer y al mismo tiempo disponer
los ánimos, se empieza por el Rosario, ilus-
trado con filminas Don Bosco, bellísimo, de-
voto, vivamente deseado.
Sobre el altar, bien iluminado por un re-
flector, atrae las miradas de todos una es-
tatua del Sagrado Corazón entre flores.
Después se dan dos conferencias: una, sobre
las verdades de la fe y vida de Jesús, y otra
sobre los mandamientos y vida moral.
Todas las tardes hay alguna novedad, una
función particular para las madres, o en su-
fragio de los difuntos, para los trabajadores,
etcétera...
La tarde de las madres el altar se trasfor-
ma en un pesebre como en Navidad, y cada
madre coloca ante la cuna de Jesús una ve-
lita por cada uno de sus hijos.
La tarde del trabajo se bendicen los ins-
trumentos y herramientas, los aperos de
labranza, los utensilios de oficina y los de
cocina, pucheros, ollas y hasta las planchas,
adaptándose así de lleno al ambiente donde
se desarrolla la Misión.
Impresionante en verdad es el último vier-
nes: un auténtico Viernes Santo. Un cruci-
fijo de tamaño natural colocado en el centro
del salón atrae las miradas de todos y su
devoción. Todos pasan a depositar un beso
sobre las llagas de Aquel que nos salvó con
sus heridas. Los primeros en pasar son siem-
remolque y se emprende nueva marcha ha-
cia nueva meta, en busca de otras almas a
las que llevar la alegría del “Circo de Dios”,
que siembra el amor y la Gracia no sólo en
los ranchos de la pampa, sino más aún en-
tre las descristianizadas masas de las zonas
periféricas de las ciudades y villas.
Enrique Olivares. S. D. B.
E! P. Mariano dei Río, Sale-
siano español, reoibe la Cruz
de Caballero de la Orden de
Isabel la Cató lio a.
Medellín (Colombia).—El Salesiano es-
pañol don Mariano del Río, ha recibido de
manos del Embajador de España en Co-
lombia señor Sánchez Bella, la Cruz de Ca-
ballero de la Orden de Isabel la Católica,
que el Caudillo le ha otorgado “como reco-
nocimiento a la importantísima labor de ca-
rácter hispánico, pedagógico, educacional y
cultural que ha llevado a cabo en distintos
países de Hispanoamérica: en la Patagonia
y Colombia”.
Esta condecoración internacional es con-
cedida por el Jefe del Estado Español a
prestantes personalidades, vinculadas a la
formación intelectual y cristiana, que han
descollado en las esferas de la cultura y es-
timulado las relaciones espirituales en los
pueblos de habla castellana y España.
El acto de la imposición de la preciada
condecoración por el Excmo. Embajador de
España en Colombia, resultó deslumbrante
por la calidad de los asistentes, y un triunfo
para el Salesiano que se vio rodeado de
numerosos antiguos alumnos suyos, algunos
de ellos senadores, diputados y personalida-
des relevantes en la nación colombiana.
El P. Mariano del Río lleva en Colombia
veinticinco años; en Hispanoamérica trein-
ta y cuatro y cuarenta de profesión religiosa.
El arzobispo de Medellín desde su retiro
de la casa de Ejercicios Espirituales donde
se hallaba, le envió una cordial epístola de
la que son estos párrafos: “Quienes conoce-
mos de larga data a Su Reverencia, su mo-
destia salesiana y su celo apostólico, com-
prendemos que estas distinciones casi lo
mortifican, pero son necesarias para poner
de relieve la acción de la Iglesia y el celo
con que los hijos de la madre patria siguen
velando por el patrimonio de la fe, tan ame-
nazada hoy por los hijos de las tinieblas.
Todo sea para mayor gloria de Dios. Esté
seguro que San Juan Bosco, desde el cielo,
mira complacido el triunfo de su hijo”.
— 15
DIEZ NOTICIAS EN UNA PAGINA
Ohán.—Una obra caritativa
de Orán es la «Sociedad de
los ciegos». Fué fundada ha-
ce treinta años por un anti-
guo alumno salesiano y hasta
hoy sigue regida por uno de
ellos. A pesar de las dificulta-
des, la obra florece y es como
un paraíso para todos los in-
videntes, que hallan en ella
su casa, donde celebran ale-
gremente sus fiestas, bautizos,
bodas, onomásticos. Una vez
más la alegría tiplea de Don
Bosco reina por obra de sus
antiguos alumnos.
Rosario. — Para conmemo-
rar dignamente el centenario
de la implantación de la
primera tipografia salesia-
na por San Juan Bosco, las
Escuelas Profesionales Sale-
sianas han sido dotadas con
maquinaria modernísima, en-
tre la que cuentan cuatro au-
tomáticas offset, cuatro má-
quinas tipográficas y ocho
nuevas máquinas para el ta-
ller de encuadernación. Las
bendijo Mons. Bollati en pre-
sencia del Gobernador de
Santa Fe.
Muyurina. — Hace un año
llegaron los Salesianos a esta
escuela agrícola, montada con
todos los adelantos modernos
por los Estados Unidos. Los
alumnos Jóvenes de unos die-
ciocho años recibieron al Ins-
pector Salesiano, dictándole:
«Muyurina es nuestra; váya-
se, no queremos sacerdotes».
A pesar del recibimiento, los
Salesianos se quedaron y pu-
sieron todo su empeño en ha-
cer triunfar el método de Don
Bosco. Un año después, esos
mismos Jóvenes han peregri-
nado a pie 25 kilómetros has-
ta el Santuario de Santa Cruz
para dar gracias a Dios por
haberles mandado a los Sa-
lesianos y por el feliz éxito
en sus exámenes. La idea de
la fatigosa peregrinación sa-
lló de ellos mismos.
Medellín. — Las Hijas de
María Auxiliadora, movidas a
compasión por el hambre que
pasaban la mayoría de sus
alumnas del Colegio ’’S. Juan
Bosco" del barrio Valdés, in-
teresaron la caridad del Ca-
nónigo Mons. Cardona, que
ha dado todo para las niñas
pobres, y hoy unas quinientas
muchachitos comen bien una
vez al dia, gracias a la cari-
dad del uno y al esfuerzo de
las Hijas de María Auxilia-
dora.
París.—La Federación Na-
cional de Antiguos Alumnos
Salesianos franceses acaba de
instituir una red de «Servi-
cios de Informaciones» en
doce grandes Centros con el
fin de ayudarse mutuamente
a encontrar trabajo, pensio-
nes y solucionar los posibles
problemas en caso de tras-
lado.
Verona. — Los Salesianos
han ofrecido al Papa un ál-
bum de fotografías que reco-
gen las fiestas de la canoni-
zación de Santo Domingo Sa-
vio, que fueron presididas por
él y en las que habló a los
fíeles del mensaje que Santo
Domingo Savio trajo para to-
dos, grandes y pequeños: ”pu-
reza de costumbres y sencillez
de vida”.—ANS.
Shillong.—Con gran solem-
nidad se ha celebrado el ága-
pe anual entre cristianos, al
que participaron cuatro mil.
Abundante arroz y carne es
el plato que en esta ocasión
se consume. Este ágape, aun-
que se celebra el 26 de di-
ciembre, viene a ser la fiesta
de los Reyes Magos, pues to-
dos los cristianos se presen-
tan ante el Pesebre para ofre-
cer sus dones. Después de la
comida una serie de entrete-
nimientos llenan la tarde,
creando entre todos los cris-
tianos fuertes lazos de fami-
lia.
Beppu.—Uno de los prime-
ros huerfanitos, acogidos por
las Hijas de María Auxiliado-
ra en el Orfelinato de las
«pequeñas azucenas», hace
veintiséis años ha subido las
gradas de altar para celebrar
su primera misa. La primera
bendición del nuevo sacer-
dote ha sido para su antigua
directora y su primera asis-
tente.
ZrrÁcuARO.—Con repique de
campanas, banda y alegría
popular fueron recibidas las
Hijas de Maria Auxiliadora,
pues se dejaba sentir la nece-
sidad de atender a las niñas
de la población. Durante este
curso han puesto en marcha
una escuela elemental, labo-
res y Oratorio festivo.
Ratburi.—El Colegio Sale-
siano Darunarajaburi, con 600
alumnos, ha sido reconocido
oficialmente por el Gobierno
tailandés. Para celebrarlo se
organizaron diversos festejos,
presididos por las autorida-
des provinciales; ha sido un
triunfo clamoroso para la
Iglesia Católica. Jamás se
vieron por las calles de la ca-
pital dos mil alumnos desfi-
lando, precedidos o acompa-
ñados por cinco bandas con
más de doscientos instrumen-
tos. El Ministro de Educación
dirigió la palabra a los alum-
nos, exhortándoles a aprove-
char bien las enseñanzas de
Don Bosco.
NOTICIAS
GRAFICAS
SANTO DOMINGO.—Entierro de Mons. Pittini.
Se le rindieron honores militares.
TURIN.—El Rector Mayor saluda a Mons. Olda-
ni. Obispo Auxiliar de Milán y antiguo alumno
salesiano.
GUAYAQUIL.—El Colegio Cristóbal Colón cum-
ple los cincuenta años. El Gobierno ecuatoriano
ha condecorado a Mons. Comín. que fui su fun-
dador.
SANTO DOMINGO.—Solemnes funerales por el
alma del Arzobispo Salesiano Mons. Pittini.
SUIZA.—Los Salesianos han habilitado un edificio
para recoger a los hijos de los refugiados checos-
lovacos. El Obispo de la diócesis los visita y obse-
quia con caramelos.
SHILLONG.—Unos buenos Cooperadores han re-
galado estas campanas para la iglesia de María
Auxiliadora. Antes de que las suban al campanario
son admiradas por los muchachos del Orfelinato.
ESPAÑA SALESIANA
HA FALLECIDO MONS. LISSON, ARZOBISPO DE METHYMNA
Su santa muerte no podía pasar desco-
nocida—máxime para impetrar sufragios de
nuestra familia espiritual—a los hijos de
Don Bosco. Fué él quien con mil fatigas,
pero con entrega generosa, actuó como Juez
Delegado en los tres Tribunales diocesanos
de Sevilla, Valencia y Madrid que entendie-
ron en la Causa de Beatificación de nues-
tros mártires
Nuestro Arzobispo salesiano—el de Valen-
cia— publicó con motivo de suceso tan luc-
tuoso la circular cuyo extracto honra estas
modestas columnas. La estimamos el home-
naje más vivo al Prelado de la humildad,
de la fe, de la caridad estilo de San Vicente
de Paúl:
«No queremos en nuestras palabras pre-
venir el Juicio infalible de la Iglesia, al
decir que tenemos en monseñor Lissón un
santo intercesor en el cielo, sino expresar
sólo nuestra particular y profunda persua-
sión.
El venerable Arzobispo de Methymna, Su
Excelencia Revdma. monseñor Emilio Lissón
Chaves, es conocido en todas las parroquias
de nuestras Archi diócesis.
En todas ellas dejó, al administrar la San-
ta Confirmación, al girar las visitas pasto-
rales, la impresión de un gran ejemplar de
prelados, dotado de heroicas virtudes y de
paterno y ardiente celo por la salvación de
las almas.
Ha formado parte de nuestra comunidad
arzobispal por más de doce años, y el ejem-
plo de su profunda piedad, pobreza fran-
ciscana y caridad exquisita en todo nos edi-
ficó a cuantos convivimos con él en esta
Casa.
Con un corazón grande pensó paternal-
mente en la salvación del mundo entero.
Jamás salieron de sus labios palabras que
no fueran de comprensión: es más, de ala-
banza. Era parco en soltarlas, y si habló de
sus tiempos pasados, fue para recordar los
consuelos que le habían dado hasta los sal-
teadores en sus correrías de Obispo misio-
nero.
Hijo preclarísimo de San Vicente de Paúl,
cursó los estudios eclesiásticos en Francia;
y vuelto a su hidalga tierra, el Perú (había
nacido en Arequipa el 24 de mayo de 1872),
fué elevado a la Sede episcopal de Chacha-
poyas el 16 de marzo de 1909 por Su Santi-
dad Pio X. y promovido a la Archldiócesls
primaria de Lima el 25 defebrero de 1918.
Renunció a la Sede limeña por ver en la
renuncia la voluntad de Dios; y vino a ha-
cer el bien en Europa.
Ha sido uno de los prelados más ancianos
de nuestra Santa Madre la Iglesia Católica.
Mucho debe su patria al celo y aún a la
Investigación histórica de este su santo y
sabio hijo.
Le deben también varias diócesis de Es-
paña, en las que administró sin descanso el
sacramento de la Confirmación; pero nin-
guna tanto como la Archldiócesls de Valen-
cia, en la que puso todas las fuerzas de su
salud y celo, con robustez de joven y brio
de apóstol, hasta hace unos tres años, en
que se tuvo que rendir al peso de la edad,
para edificarnos con su profunda piedad
—siempre le encontramos con el santo ro-
sario en las manos y los ojos en la «Imita-
ción de Cristo»—, la santa alegría y la In-
agotable paciencia con que supo sufrir.
Recibidos los sacramentos, y, por segunda
vez la Extremaunción, mostrando contento
al oír las bellas y largas oraciones de los
agonizantes, entregó su bendita alma al Se-
ñor. que para su gloria la creó, redimió y
exornó de excelsas virtudes
Sírvannos esta vida y muerte ejemplarisl-
mas de estímulo para ser cada día más de
Dios; que todo pasa y sólo las obras buenas
hechas en gracia permanecerán para con-
suelo eterno del alma.
t Marcelino, Arzobispo de Valencia.»
Un Hogar para una Escuela.
Sevilla.—El mismo día en que la Familia
Salesiana daba principio al triduo piadoso
de su Fundador, llegaba de Madrid esta no-
ticia: las Escuelas Profesionales, facultadas
para extender a los aprendices la carta de
Maestría en las ramas del Metal y la Elec-
tricidad.
Un regalo de Don Bosco, el Santo del Tra-
bajo.
Ayer oíamos filialmente complacidos a
nuestro Cardenal Arzobispo esta preciosa
afirmación: «Don Bosco hizo amable a los
jóvenes aprendices el trabajo, que es deber».
Hablaba el venerable Purpurado a los pe-
riodistas sevillanos en la fiesta patronal de
San Francisco de Sales.
18 —
Hoy celebramos la festividad del inmenso
Educador que dijo a los suyos: «Yo os ofrez-
co pan, trabajo y Paraíso». La fatiga junto
al premio sobre la base del sustento ma-
terial. _ , _
El ascenso que las veteranas Escuelas
acaban de conseguir plantea una cuestión
de índole complementaria: el Hogar, la Re-
sidencia para los veintidós aprendices, fa-
vorecidos actualmente por dicha ley del Mi-
nisterio.
Se trata de muchachos oscilantes entre
los dieciocho y los veinticuatro años. No con-
viene que sigan entremezclados con los me-
nores, aprendices y bisoños. Merecen, nece-
sitan trato especial por su categoria de
hombres ya, más que chicos. Una Residen-
cia pues, dentro del área escolar donde,
fraternalmente asistidos, vivan en clima ho-
gareño las horas al margen de su formación
profesional. Un pabellón con habitaciones
individuales, y su salón de recreo, su bar, su
aula de estudio. Todo suyo, privativo. En
vida de relativa independencia. Con esa li-
bertad controlada que un autor clásico lla-
ma libertad de «errantes clausi» ; la libertad
de los nobles cervatillos que, por mucho que
se alejen, nunca llegan al cercado puesto a
leguas y leguas del Centro.
Sevilla cuenta ya con una mansión sale-
siana para estudiantes: el Colegio Mayor
«San Juan Bosco», donde un centenar y pico
de intelectuales en ciernes viven su alegre
juventud cristiana en ambiente de familia
organizada. Ahora necesita el Hogar—bajo
las mismas condiciones—de los futuros res-
ponsables del Trabajo. Y éste es el mo-
mento de ayudar. Ya existen los terrenos, ya
está creado el espíritu y falta lo material:
ocho, nueve o diez millones de pesetas que
labren en nuestra ciudad la colmena huma-
na laboral para estímulo de la juventud
productora, para bien del pueblo llano.
¡Qué bien si el año próximo, en esta fe-
cha, publicáramos la noticia: «Gracias a la
Empresa Tal o al señor Cual, los veintidós
aspirantes a Maestría en la Santísima Tri-
nidad, que pronto superarán la cincuentena,
poseen su Hogar, alegre y amable, reconfor-
tador de las fatigas laborales. Hoy, 31 de
enero de 1963, acaba de ser bendecido».
Con ese Hogar se actuaría de manera
excepcional el capítulo tan esencial cuanto
sintético, de la Pedagogía salesiana: «Poner
al muchacho en la imposibilidad moral de
ofender a Dios». Y ello, cultivando el senti-
do de libertad bien entendida, óptimo don
de la munificencia divina o todo ser ra-
cional.
Francisco de la Hoz.
Bendición de un pabellón escolar.
Córdoba.—El 4 de febrero tuvo lugar el
acto inaugural del nuevo pabellón construi-
do en el Colegio de los Padres Salesianos.
Su finalidad es instruir en él. gratuita-
mente. a los niños más pobres y necesitados
de Córdoba. Consta de doce magnificas cla-
ses, con una cabida total de seiscientos
alumnos. _
El alcalde de la ciudad, don Antonio Cruz
Conde, con su presencia, realzó el aconte-
cimiento.
Bendijo el edificio el señor Inspector, don
Agustín Benito Pérez.
FIESTA DE DON BOSCO EN CADIZ.—Como
en toda España y con las mismas caracte-
rísticas, se celebró en Cádiz la fiesta de San
Juan Bosco, de la que recogemos tres imá-
genes. El señor Obispo, Doctor Gutiérrez,
durante su plática; las Autoridades que pre-
sidieron la fiesta y la multitud de aprendi-
ces, que aclamaron y honraron a su Santo
Patrono. Las fiestas revistieron gran esplen-
dor y dieron ocasión a Cooperadores. Archi-
co f rades. antiguos alumnos y alumnos de-
mostrar su afecto a Don Bosco.
— 19
Asistieron numerosas personalidades, en-
tre ellas, don Luis González Glsbert, ins-
pector jefe de Enseñanza Primarla; don
Feliciano Piorno Cristóbal, Inspector secre-
tarlo y de la Zona; don Antonio Naranjo
Zarza, vicepresidente de la Diputación Pro-
vincial; don Pascual Calderón Ostos, primer
teniente de alcalde; don Carlos Sáenz de
Santamaria, arquitecto de la obra; reve-
rendo don Pacífico Medina Sevillano, direc-
tor del Colegio; Rvdo. don José María Iz-
quierdo, director de las Escuelas Populares;
Rvdo. don Julián Ocaña, director del Secre-
tariado Nacional de Enseñanza Profesional,
Salesiano, y la casi totalidad de los actuales
y antiguos alumnos, que por celebrar su
fiesta de la Unión, coincidieron en la Casa,
prestigiando el acto y dando una nota so-
cial de su saleslanismo, conviviendo y alter-
nando en cordial hermandad, los Industria-
les, los abogados y los médicos con los obre-
ros, todos antiguos alumnos de los Hijos de
Don Bosco.
La ampliación llevada a cabo por los Pa-
dres Saleslanos para poder ampliar al mismo
tiempo su labor pedagógica entre los hijos
de los obreros cordobeses, es digna del ma-
yor elogio, ya que no han reparado en sacri-
ficios económicos para levantar esas nuevas
doce aulas, en las que cada curso, seiscien-
tos niños de Córdoba tendrán acceso para
ir siendo forjados en los moldes saleslanos,
en el conocimiento de Dios y de la cultura,
base esencial para que en el mañana pue-
dan desenvolverse con eficacia en la acti-
vidad profesional que cada uno de ellos
elija.
Fiesta de Don Bosco en Elche
Elche (Alicante). — Los cultos celebrados
en la Iglesia parroquial de El Salvador con
motivo del triduo y de la fiesta de San Juan
Bosco, resultaron también este año muy
devotos, solemnes y concurridos.
ELCHE.—Grupo de personalidades y de an-
tiguos alumnos ilicitanos que celebraron la
fiesta de Don Bosco.
Los sermones estuvieron a cargo del reve-
rendo don Antonio Mateo Orts, Secretario
Provincial de la Inspectoría Salesiana de
Valencia. La parte musical la desempeña-
ron los alumnos del Colegio Salesiano. En
la misa comunitaria del día 31 hubo nume-
rosas comuniones. Durante el día nos hon-
raron con su presencia el señor alcalde de
Elche, don Luis Chorro y Juan; los señores
Curas Párrocos de Santa María, de El Sal-
vador y del Sagrado Corazón de Jesús, y un
nutrido grupo de entusiastas antiguos alum-
nos y de bienhechores de la Obra Salesiana.
Por la noche, en el acogedor salón de la
«Peña Madrldista», atentamente puesto a
nuestra disposición por su presidente, don
Antonio Martínez Maclá, pronunció una
amena y documentada conferencia sobre
«Don Bosco y su Obra» el mismo orador del
triduo, don Antonio Mateo Orts, cuya pre-
sentación hizo el Rvdo. P. Director del Cole-
gio Salesiano, don Sergio Q. Feijóo. El acto
fué amenizado por los alumnos de dicho
Colegio.
LOS COOPERADORES EN ACCION
Centro de Cooperadores en Herrera
de Pisuerga (Patencia)
Hace un par de años que llegaron los Sa-
leslanos a esta hermosa ciudad palentina
de Herrera de Pisuerga para dirigir un
colegio, en donde más de doscientos joven-
cltos reciben cultura y una educación cris-
tiana.
Desde los primeros momentos la ciudad
recibió con todo entusiasmo a los Hijos de
Don Bosco. Hoy se puede decir que toda ella
respira en salesiano. Son ya muchas las fa-
milias que reciben la capilla de Maria Au-
xiliadora y que asisten a los cultos que se
celebran mensualmente en la iglesia del
colegio.
El día 11 de enero tuvo lugar, presentes
las autoridades y personas que más se rela-
cionan con la Casa Salesiana, un acto de
afirmación Salesiana y la inauguración del
Centro de Cooperadores Saleslanos.
El Delegado Inspectorial saludó a todos
los presentes que llenaban el amplio teatro
del colegio, y luego informó sobre las ven-
tajas de pertenecer a la Pía Unión de Co-
operadores y los móviles que le llevaron a
San Juan Bosco a fundarla. Se extendió
luego en el movimiento que en la actualidad
se realiza en todo el mundo Salesiano, y ter-
minó animando a que con el mismo cariño
con que han recibido a la Virgen de Don
Bosco se inscriban en la Pia Unión de Co-
operadores. Esperamos que en fecha próxima
20 —
la ciudad de Herrera tenga un Centro muy
floreciente.
Actividad en el Centro de Cooperado-
res de Celano va (Orense)
Pese a que este Centro de Cooperadores de
Cànova lleva muy poco tiempo funcio-
nando, no obstante se han comenzado a
recoger los primeros frutos.
El dia 14 de febrero se trasladó a la villa
de Cànova el Delegado Inspectoría! de
Cooperadores para dar la primera Confe-
rencia Reglamentaria
El acto tuvo lugar en el salón de actos
del Colegio. Primeramente los alumnos de
la institución de Auxilio Social que dirigen
los Padres Salesianos, deleitaron a la nu-
merosa concurrencia con hermosos cantos
a dos y tres voces, y asimismo hizo su pre-
sentación la rondalla, tocando varias piezas
de su abundante repertorio, cosechando cá-
lidos aplausos.
Seguidamente, el Rvdo. señor Director,
don Macario Arconada, tomó la palabra
para saludar a los Cooperadores y presen-
tar al conferenciante, quien después de
agradecer los aplausos, desarrolló el tema
«Lo que son los Cooperadores y sus diferen-
tes actividades de apostolado».
Al final se repartieron más de un centenar
de diplomas a los nuevos Cooperadores, y
se cerró el acto con la representación en
escena de una bonita y entretenida zarzue-
la, con la que los niños obsequiaron a los
asistentes a este simpático acto.
Felicitamos al Padre Director y a estos
noveles Cooperadores Salesianos, y espera-
mos que la hermosa villa de Celanova ten-
ga un Centro floreciente, como lo indica la
puesta en marcha del Ropero y del selecto
y celoso grupo que ha entrado a formar el
Consejo local de Cooperadores.
Componentes del Consejo Local de Coope-
radores Salesianos de la Casa de Orense.
Entre ellos se halla el gran Cooperador Re-
verendísimo don Emilio Montero, que en la
actualidad vive en la Casa Salesiana como
Salesiano más.
Grupo de Cooperadores salesianos que com-
ponen el Consejo Local en él Centro Colegio-
Hogar de San Roque, de Vtgo.
Ropero “María Auxiliadora , organi-
zado por las Cooperadoras del Cen-
tro de Villaamil (Madrid)
El sábado, dia 24 de febrero, se inauguró
en Villaamil el Ropero de Coopedoras, pues-
to bajo la protección de la Virgen Auxilia-
dora, que ha de presidir todas las iniciativas
de caridad. Se ha comenzado con la con-
fección de prendas de vestir para la orato-
rianas del Centro, por ser el Oratorio festivo
la obra primordial saiasiana y ser deseo de
las señoras Cooperadoras aportar su trabajo
en bien de las niñas de la barriada. En el
ambiente de piedad y trabajo se hizo efec-
tivo el deseo de Santa María Mazzarello:
«Cada puntada sea un acto de amor de
Dios». Para comenzar han acordado una
reunión semanal, y tienen un gran entu-
siasmo por colaborar en la medida de sus
fuerzas al bien de las clases más necesi-
tadas.
— 21
DE NUESTRAS MISIONES
EL ARBOL GIGANTE
QUE LLEGABA AL CIELO
Nueve tribus khasis habitan en el cielo y siete sobre la tierra. En otro
tiempo, las siete tribus de la tierra subían y bajaban a su gusto por medio
de un árbol altísimo plantado en lo alto de una montaña. (Leyenda khasi.)
SHILLONG. — Las madres khasis rodean a
sus hijos de grandes cuidados. Los llevan
consigo a todas partes, dentro de una cesta
gue cuelga de sus cabezas y apoyan en la
cintura.
I OS monzones están para terminar y tras
*" las interminables lluvias parece que la
naturaleza exulta y sonríe con el azul de su
cielo, con el verde oscuro de la floresta y
la salubridad del aire. Me hallo a dos mil
metros de altura, en la cima del monte
Diengnei. Desde aquí se goza un panorama
encantador; a lo lejos, enfrente, Shillong, la
hermosa capital del Assam, que cual reina
se recuesta a lo largo de la cadena de mon-
tañas. Los kasis, como todas las tribus de
los montes, aman la naturaleza. A través de
los siglos han transmitido de viva voz en
narraciones folklóricas la explicación de los
fenómenos naturales. La voz de las casca-
das repite todavía antiguas leyendas, y en las
florestas sagradas, habitadas por los espíri-
tus, nadie osa cortar un árbol. El Diengnei
es un monte mitológico.
El poblado Khreit con su capilla dedicada
a Santa Teresa, desparrama su chozas por
la pendiente del Diengnei. Los católicos son
más de 250, tiernos retoños, todos ellos, del
árbol de la Iglesia. Lo que más nos conmo-
vió, después de haber admirado largamente
ei panorama, fue la sencillez y la espontanei-
dad de esta buena gente que todavía conser-
va los rasgos de un mundo antiguo que está
desapareciendo.
La reunión de todos los cristianos tiene
lugar de noche al aire abierto: la graciosa
capilla no podría contener ni la décima parte
de los asistentes. Bajo un cielo estrellado se
canta, se reza y se escucha a los oradores,
seglares y eclesiásticos.
22 —
San Pablo en su predicación recurría a mo-
tivos, que el mundo pagano le ofrecía, para
mejor predisponer las mentes de sus oyentes
a la comprensión de verdades nuevas para
ellos. El altar al “Dios desconocido” le ins-
piró un gran discurso. También yo aquella
noche, sobre el monte mitológico del Dieng-
nei, les hablé así:
“Vuestros antepasados y los antiguos sa-
bios os han trasmitido esta narración: En
un principio la paz y la alegría reinaban en-
tre los hombres; no había pecados, ni dolo-
res, ni miserias. Dios estableció un pacto con
el hombre: esta felicidad duraría en tanto
que el hombre permaneciese fiel a Dios.
Como señal del pacto creó un árbol gigan-
tesco plantado sobre la cima del Diengnei.
Tan alto era que su copa tocaba el cielo.
Mientras el árbol permaneciera intacto, los
hombres podrían subir y bajar por él de la
tierra al cielo y del cielo a la tierra. Pero si
los hombres lo cortaban el pacto quedaba
roto y la miseria y el dolor serían su heren-
cia. Durante una temporada todo fue bien.
Pero un día un monstruo horrible asomó su
cabeza por encima de las aguas del mar. Al
ver la felicidad de los hombres tuvo envidia
y persuadió a dos hermanos que cortaran el
árbol. Con artes malignas les enseñó a cons-
truir hachas afiladas. De noche y a favor de
las tinieblas los dos hermanos realizaron la
nefanda obra. Cayó el árbol y su ramaje cu-
brió la tierra. La alianza con Dios estaba
rota y ya no hubo manera de subir al cielo.
El hombre abandonado a sí mismo fue fácil
presa del error y del pecado, del dolor y de
la miseria. Es cierto que Dios tuvo compa-
sión del hombre y vuestros antepasados os lo
han transmitido en otras leyendas. Pero la
verdad es que en la religión casi predomina
un sentimiento de desesperación. Somos
como huérfanos —decían los ancianos— y no
sabemos qué hacer para reencontrar el árbol
de la vida. Pues, queridos hermanos, Dios
infinitamente bueno ha mandado al Reden-
tor, quien ha plantado en verdad el árbol de
la salvación en el monte Calvario y este ár-
bol es el santo madero de la Cruz que de
nuevo une el cielo y la tierra. Vuestros ante-
pasados y sabios tuvieron, como véis, un pre-
sagio. Ya no sois huérfanos”.
Así hablé aquella noche junto a la cumbre
del mitológico árbol. ¿Quién no ve, no obs-
tante los elementos fabulosos mezclados en
la leyenda, un sólido fundamento de la ver-
dad? En el alma de cada pueblo, incluso
entre los más primitivos del mundo, anidan
verdades eternas y principios santos de jus-
ticia y moralidad que ya hacían exclamar a
Tertuliano: “¡Oh alma, naturalmente, cris-
tiana!”. Sobre estos puntos sólidos del alma
naturalmente cristiana, nosotros nos apoya-
mos para hacer palanca y levantar los paga-
nos hasta Cristo.
Labor de los catequistas: Mario.
El misionero, como es natural, es el pá-
rroco del lugar. El catequista Mario es su
primer ayudante, su mano derecha. Mario
es padre de numerosa y ejemplar familia y
trabaja sólo para la Iglesia. Habla bien, sen-
cilla pero convincentemente; tiene celo apos-
tólico, canta y toca la armónica, es artista,
SH1LLONG. — Los catequistas constituyen
en la Misión salesiana de los khasis el más
válido apoyo del misionero. Ayudar a man-
tener al catequista es un apoyo muy apre-
ciado por el misionero.
— 23
cocinero y a su tiempo entiende algo de me-
dicina. Su párroco lo mandó por delante una
semana antes para preparar la fiesta. Mario
visitó las familias una por una, allanó el
camino al Padre, volvió al buen camino las
ovejas descarriadas. Durante la fiesta predi-
caba, acompañaba los cantos y hasta tenía
tiempo para darse una vuelta por la cocina
y preparar la comida del obispo. De noche
fue el principal artista de variedades e hizo
desternillar de risa a los espectadores, sacan-
do siempre, no obstante, un buen pensamien-
to de cada número. ¡Honor por tanto a Ma-
rio, al catequista!
¿Cómo no alabar y admirar a este humil-
de apóstol de Cristo que sin pretensiones,
con trabajo constante y paciente es el ver-
dadero agricultor de la viña del Señor? Los
sacerdotes son demasiados pocos. Y aún
quieren limitar la actividad de los misione-
ros extranjeros a obras humanitarias, exclu-
yendo toda forma de proselitismo y de pre-
dicación.
La formación del clero indígena exige to-
davía muchos años. De ahí la necesidad de
contar con muchos y buenos catequistas. La
rápida propagación de otras religiones no se
explica si no por medio de estas células que
se multiplican, penetran con trabajo largo
y paciente en todos los poblados y son como
la levadura que fermenta toda la masa. Los
catequistas son entre nosotros estas células
cristianas. En Kreit, gracias a ellos, existe
una floreciente cristiandad.
Al fin de la Misa solemne, cantada con
tanto fervor, me decía el Misionero don
Totonello:
Recuerda cuando vinimos por primera
vez? Los chiquillos salían de estampía gri-
tando y con el terror pintado en el rostro: a
nuestro paso las chozas cerraban sus puertas.
¡Y ahora, qué cambio!”.
Los ciento veinte chicos y chicas de la es-
cuela. todos vestidos de blanco, nos han
aclamado y hemos presenciado sus ejercicios
gimnásticos y escuchado sus versos y cantos.
Durante el día parecía que no sabían sepa-
rarse de nosotros. Y Kreit no es sino uno de
las cien poblados que nos esperan. ¡Si tu-
viésemos muchos catequistas como Mario!
A todos los que amáis a Jesús y deseáis
el advenimiento de su Reino me dirijo: Sed
misioneros ayudándonos a mantener a los
catequistas. Adoptad vuestro catequista y re-
cibiréis la merced del apóstol de Cristo”.
Donde reinaba el tigre
Las estadísticas del año 1961 hablan de
4.000 bautismos de adultos y de 103.200 ca-
tólicos en la diócesis de Shillong. El Assam
es, en verdad, una tierra incomparable. Los
católicos llegamos tarde y retardaron nuestro
avance dificultades de todo género: guerras,
cataclismos y oposición descarada. La Con-
gregación Salesiana preparó este terreno con
un entusiasmo juvenil, arrollador y con sa-
crificios inspirados por el heroísmo que sólo
Jesús sabe infundir. Una de las mayores di-
ficultades es la multiplicidad de las lenguas.
Los kasis son los más desarrollados entre
todas las tribus montañesas del Assam, pero
también hemos de trabajar con los garos,
mikir, lalung, munda, boros, etc...
En los últimos días de septiembre, visité
las colinas de los garos, recorriendo en seis
días 1.200 kilómetros, llegando hasta las cua-
tro estaciones misioneras del distrito, batien-
do un récord de velocidad. Los católicos son
17.000. Hace diez años este viaje hubiera sido
imposible durante los monzones, porque mu-
chas zonas eran aún floresta virgen: reino
del elefante y del tigre. Bagmara, por ejem-
plo, la estación más distante se alzaba sobre
una colina rodeada de floresta densa. Más
de una vez, durante las lluviosas noches, el
tigre se adentró hasta el portal de la Misión.
Desde dentro el misionero oía el grueso res-
pirar de la fiera.
El interior de las colinas garos es una zona
todavía salvaje, aunque los garos no lleven
ya sus trajes semiadamíticos de hace diez
años. El Gobierno trata de ayudarles en esta
obra de civilización en la que los misioneros
le prestan decidido apoyo con sus escuelas
y dispensarios. Los jóvenes garos responden
muy bien a la solicitud del misionero. Nos-
otros tratamos de educarlos aficionándolos
al trabajo que transforma la jungla en cam-
pos fecundos: creamos pequeñas escuelas
profesionales en cada misión, en las que los
jóvenes, que antes sólo conocían el manejo
del arco, aprenden a coser, el manejo de la
garlopa, de la sierra y el cultivo de la tierra.
Son escuelas incipientes, pero ¿Don Bosco
no empezó asi también? Y nuestros sacerdo-
tes. después de predicar, se convierten en
24 —
^quel día, de buena mañana, acompaña-
do de varios alumnos y de un siamés
del pueblo, me interné en la floresta con la
intención de hacer una buena provisión de
pájaros.
Al mediodía habíamos ya demostrado que
éramos pésimos cazadores, no obstante de-
terminamos que nos habíamos ganado la
comida que llevábamos preparada.
Nos sentamos y aún no habíamqs proba-
do el primer bocado, cuando de improviso,
salido de lo más espeso del matorral, com-
parece ante nosotros un hombrón, alto, ro-
busto, de rostro anguloso. Se planta bien
plantado y nos interroga : quiénes somos, de
dónde venimos y qué tal nos ha ido la caza.
Según la etiqueta siamesa, lo invitamos a
probar de nuestra comida. Aceptó un bocado
sólo para catar la comida europea. Después,
dijo :
—Conozco un árbol que siempre está lleno
de pájaros. Prestadme el fusil y cartuchos.
No haréis mala figura esta noche cuando
volváis a casa.
Ingenuamente le alargué mi arma y el
hombre desapareció en la floresta.
—Adiós fusil, exclamó nuestro guía en
cuanto consideró al hombre suficientemente
alejado. En todo el tiempo que duró la pre-
sencia del hombre no pronunció palabra.
Y demos gracias al Señor si Ta Pii no vuelve
el arma contra nosotros.
—¿Ta Pii, quién es?—pregunté intrigado.
—Cómo, ¿no conoces a Ta Pii? Claro, tú
no eres de por aquí. Por estos lugares todos
lo conocen y lo temen. A nadie le gusta to-
agricultores, carpinteros, sastres. El amor al
trabajo redimirá a esos hermanitos nuestros,
material y espiritualmente. Y uno se pregun-
ta ¿cómo los misioneros, tan escasos en nú-
mero, en una zona tan vasta, rodeados de
tantos peligros, paupérrimos, pueden realizar
tantas cosas?
Ellos merecen todo nuestro apoyo. Entre
las tribus montañesas del Assam la mies ma-
dura. En todas partes los misioneros claman:
“Ayudadnos a formar buenos catequistas,
células de cristianismo, levadura de la masa
pagana.
Esteban Ferrando
Obispo Salesiano de Shillong
— 25
par con él. Ta Pii es un famoso bandido.
Sobre su conciencia tiene más de veinte ase-
sinatos—dijo bajando la voz—. El se consi-
dera rey de la floresta. Para él no hay ley...
—Pero ¿y la policía?—interrumpí.
—Como quieres que la policía atrape a
un zorro como Ta Pii, protegido por la flo-
resta y la connivencia de los pocos habitan-
tes que en ella moran. Si hasta la misma
policía lo teme y está de su parte, pues se
sirve de él para eliminar otros bandidos me-
nos bandidos que él. Recuerdo que una vez
lo llamó un policía y le dijo : “Ta Pii, en el
pueblo de Ban Je hay un bandido, Bai, que
molesta a la población y no somos capaces
de echarte el guante. Tú lo tienes que hacer
desaparecer en seguida”. Cumplido el encar-
go los policías dijeron: “Por lo menos esta
vez tu delito ha prestado un servicio a la
población. En lo porvenir pórtate bien y te
tendremos consideraciones. ¿Comprendes?”.
Oídas estas preciosas informaciones pensé
que sería prudente levantar el campo y vol-
ver a toda prisa sobre nuestros pasos, aun a
costa de dejar el fusil en las buenas manos
de Ta Pii.
Las detonaciones que de cuando en cuando
se oían floresta adentro nos hacían contener
la respiración. Mientras recogíamos nuestros
pertrechos, un crujido de hojas secas y roce
de ramas tronchadas nos puso sobre aviso.
Llegaba Ta Pii.
—¿Cómo? ¿Ya os vais? ¿Y el fusil? ¿Y
la caza?—dijo arrojando a mis pies un mon-
tón de pájaros—. Te darás cuenta que soy
un buen cazador.
Así diciendo puso en mis manos tembloro-
sas el fusil y añadió:
—No habría la cosa terminado así si no
supiera que tú mantienes e instruyes a mu-
chos niños huérfanos. Y además... has
sido... muy gentil conmigo: me has dejado
tu fusil sin temor. Acuérdate de que el rey
de la floresta es tu amigo ; díselo también
a tus compañeros y cuando necesitéis de mí
no tenéis más que decirlo.
Desde aquel día el temido Ta Pii fue ami-
go de los misioneros y más de una vez los
condujo a la caza del daino, del jabalí, del
tigre y de las liebres. En tales ocasiones ce-
día siempre al misionero el honor de disparar
después de haber colocado la pieza a tiro.
Cuántas veces le decíamos: “Ta Pii, para
tal día necesitamos tantas liebres”, él cum-
plía exactamente el encargo. Cuando tiempo
después el misionero desboscó un trozo de
floresta para plantar bananas, nos dimos
cuenta que alguien aligeraba la fatiga de la
recolección. Se lo dijimos a Ta Pii y bastó
su presencia por los alrededores para que
nadie se aventurase a visitar nuestros fruta-
les, como si una barrera invisible se hubiera
alzado.
Al fin Ta Pii, consumido y quemado por
el alcohol de arroz, del que se había conver-
tido en feroz consumidor, declinaba rápida-
mente. El misionero le prqpuso la conver-
sión in extremis y Ta Pii aceptó sin
vacilación. A sus parientes que le sugerían
la conveniencia de llamar a los bonzos, les
respondía que le bastaba con el misionero.
Siendo catecúmeno cesó como por encan-
to de jurar y maldecir, cosa que llenó de
maravilla a cuantos conocían su tempera-
mento prepotente y colérico. Fue bautizado
pocos días antes de su muerte con el nombre
de Dimas, en recuerdo del buen ladrón del
Evangelio.
No diré que los últimos días del bandido
hayan sido los de un santo, pero su conver-
sión final fue sincera. Y todos quedamos
conmovidos ante la infinita misericordia del
Señor que no rechaza a nadie y recompensa
con largueza hasta el más pequeño servicio
que se hace al propio hermano.
César Castellino
Misionero Salesiano
DON GASPAR MESTRE, S.D.B
Falleció este santo coadjutor salesiano en Bar-
celona el 14 de enero. Su competencia técnica y
artística corría parejas con su amor a la Congre-
gación, para la que obtuvo resonantes éxitos en el
ambiente artístico y religioso con la realización de
numerosos altares de indudable buen gusto. A él
se debe la restauración de los altares de la iglesia
de Almendralejo. que, al decir del Marqués de
Lozoya, no podía haberse hecho mejor. Lo mismo
dígase del Salón del Trono del Palacio Real de
Pedralbes, que tanta resonancia halló en la prensa
española. Por sus méritos le fue concedida la Me-
dalla del Trabajo.
26 —
& MARIA AUXILIADORA
CREYERON PERDIDA TODA ESPERANZA
Barcelona.—Desde hace tiempo estábamos
mi esposa y yo en deuda de gratitud hacia
María Auxiliadora por una señaladísima
gracia, que nosotros no dudamos en calificar
de prodigiosa. Queremos darla a conocer
para animar a otras almas a confiar en tan
buena Madre.
Llevaba mi esposa seis meses en estado
cuando se le produjeron unas peligrosas he-
morragias del orden de 100 a 200 gramos
casi a diario.
Alarmado el doctor que le asistía, aconse-
jó una inmediata intervención quirúrgica a
vida o muerte y con muy pocas probabili-
dades de éxito, tanto para la madre como
para la criatura.
Conducida a la clínica, fué introducida en
el quirófano. Mi esposa se presentó en él
apretando en su mano una estatuita de Ma-
ría Auxiliadora, de la que no quería des-
prenderse a pesar de la insistencia de la
enfermera. Tuvieron que aplicarle la anes-
tesia sin que lograran hacerla desistir de su
propósito. Colocada ya en la mesa de ope-
raciones, y perdido el sentido, le fué sustraí-
da la imagen de María Auxiliadora. Yo, que
contemplé la escena desde el puesto de ob-
servación del quirófano, hice señas a la en-
fermera para que colocara la imagen sobre
un estante para que desde allí presidiera la
operación, como así fué. Entretanto, yo me
encomendaba con todo fervor a la Virgen,
prometiéndole que si se salvaba la vida de
la criatura le pondría por nombre María
Auxiliadora, si era niña.
Varias horas estuvieron los cirujanos ata
reados en la difícil operación. En un mo
mento critico creyeron perdida toda espe-
ranza, pues a la paciente se le llegó a parar
el corazón. Reanimado artificialmente y con-
tenida una alarmante hemorragia, lograron
terminar felizmente la operación.
Mientras tanto, en el quirófano cercano
se realizaba el delicado trabajo de reanimar
y salvar la vida de la criatura, al parecer
completamente asfixiada.
Al fin. con gran alegría por mi parte, pude
oir los vagidos y lloros de mi nueva hijita
Actualmente, madre e hija, salvadas mi-
lagrosamente, gozan de buena salud, y a
mi también me sacó la Virgen de una ma-
nera singular del apuro económico en que
la operación me colocara, pues tan sólo los
medicamentos de la noche en que tuvo lu-
gar la operación ascendían a varias decenas
de miles.
Por todo lo cual quedamos profundamen-
te agradecidos a María Auxiliadora.—Au-
gusto Valero y Teresa Aguilar. Parroquia
San Juan Bosco.
CADENA DE GRACIAS
Barcelona.—Quiero hacer pública mi pro-
funda gratitud hacia María Auxiliadora y
mis protectores Domingo Savio y Doña Do-
rotea de Chopitea, a quienes también me
encomendé, por dos señaladas gracias que
me han concedido.
En primer lugar tuve que sufrir varias
intervenciones quirúrgicas para la extrac-
ción de un quiste paradentario, que no obtu-
vieron el éxito deseado.
Debido a diversas complicaciones se me
produjo una peligrosa infección, que hizo
necesaria, según los médicos, una nueva
operación, peligrosa y de incierto resultado.
Yo me encomendé a María Auxiliadora, y
después de varias consultas con el otorrino-
laringólogo, obtuve una demora en la ope-
ración, que más tarde se hizo innecesaria,
puesto que el mal había desaparecido.
En segundo lugar, quiero relatar otra gra-
cia aún más señalada que últimamente me
han alcanzado mis celestes protectores.
Llevaba nueve años casada sin que pudie-
ra ver alegrado mi hogar con las sonrisas
de un hijo.
Profundamente desalentada, puesto que
ya se habían presentado dos casos de frus-
tración de nacimiento, y el tercero presen-
taba también los mismos síntomas desalen-
tadores, de nuevo acudí a María Auxiliadora
en busca de su protección y ayuda.
El doctor me impuso reposo absoluto en
cama. Hallándome en una profunda depre-
sión de ánimo, un sacerdote salesiano me
díó la bendición de María Auxiliadora, y a
partir de aquel momento comencé a sentir
una visible mejoría. Las complicaciones fue-
ron resolviéndose favorablemente, hasta dar
— 27
a luz un precioso hljito, que ha llenado de
alegría a toda la familia.
No paró aqui la protección de la celeste
Madre. Debido a mi delicado estado de sa-
lud, se me declaró un violentísimo ataque
de urea, que puso en peligro mi vida.
Al fin todo se resolvió a satisfacción. Ac-
tualmente, al cabo de cinco meses, yo y mi
hijlto gozamos de perfecta salud.
Agradecida a la protección de María Au-
xiliadora, mando decir tres misas en acción
de gracias, e invito a todos a confiar en el
auxilio poderoso de tan buena Madre.—Car-
men Villaronga de Sadurni. Parroquia San
Juan Bosco.
CON GRAN ALEGRIA DE TODOS
Salamanca.—Teniendo un hermano mío
que realizar unas difíciles oposiciones, rea-
licé con fervor la Novena de María Auxilia-
dora, pidiéndole llena de fe y confianza que
le ayudase a salir victorioso, pues eso su-
pondría para mi hermano una gran mejora,
que casado y con dos hijos, sus ingresos y
trabajo anteriores no le eran muy gratos.
Con gran sorpresa de todos, mi hermano
aprobó las oposiciones, y entonces supliqué
a María Auxiliadora que completara su gra-
cia extraordinaria ayudando a mi hermano
a encontrar casa en su nuevo destino, pues
sin ese problema solucionado tendría que
renunciar a la plaza.
Con gran alegría de todos, quince días
después de haberse incorporado a su nuevo
trabajo encontraba un piso lindísimo en
Inmejorables condiciones y por un precio
asequible a su economía. Como prometí a
tan buena Madre publicarlo en el Boletín y
dar un donativo si me concedía tan extra-
ordinario favor, cumplo gustosa mi prome-
sa, enviando 100 pesetas para las Obras Mi-
sionales Salesianas.—Isabel Sánchez.
OTROS CORAZONES
AGRADECIDOS
Orotava (Tenerife).—Agradecida a María
Auxiliadora por una gracia espiritual con-
cedida, hago pública mi gratitud y envío
una limosna de 100 pesetas para su culto.—
Esperanza Rodríguez.
Echávarri de Cuartango.—Por varios favo-
res recibidos de María Auxiliadora, ofrece
una sencilla limosna para las Obras Salesia-
nas, Lucrecia Ortiz de Luna.
Herrera de Pisuerga.—Teniendo que re-
solver un asunto muy Importante, me en-
comendé a María Auxiliadora, pidiéndole
me ayudase a resolverlo, prometiéndole una
limosna y publicarlo en el Boletín. Habien-
do resultado todo favorablemente, doy gra-
cias a tan buena Madre y muy gustoso cum-
plo mi promesa, y envío 50 pesetas para su
culto.—Juan Carlos Saldón.
Barcelona —Por una gracia alcanzada de
María Auxiliadora por intercesión de San
Juan Bosco, agradecida a tan buena Madre
y pidiéndole siga protegiéndome, envío una
limosna para las Obras Salesianas.—Eulalia
Rubio.
Burceña.—Por favores recibidos de María
Auxiliadora y su constante protección, quie-
ro dar públicamente las gracias a tan buena
Madre, y deseo que mi gratitud sea publica-
da en el Boletín Salesiano.
Una hermana mía da igualmente gracias
a María Auxiliadora por varios favores reci-
bidos.
Al mismo tiempo entregamos una limosna
para las Obras Salesianas de Burceña.—
Iciar Gurruchaga.
Falencia.—Muy agradecida a mi amada
Madre María Auxiliadora por una señalada
gracia obtenida, envío limosna de 50 pese-
tas para su culto.—Eufemia Salvador.
Santoyo (Falencia).—Habiéndome conce-
dido una gracia muy señalada, en agrade-
cimiento a mi buena Madre María Auxilia-
dora, entrego limosna prometida.—Pilar
Alvarez.
San Sebastián.—Pesando sobre mí un gra-
vísimo problema, me encomendé a María
Auxiliadora con todo fervor, haciendo una
Novena en su honor, y Ella me lo resolvió
cumplidamente. Agradecido, entrego una
limosna para las Obras Salesianas.—M. V.
Barcelona.—Una devota manda 125 pese-
tas por una promesa hecha a María Auxi-
liadora y para que Esta le conceda una
gracia que le pide.—X. X.
Pamplona.—Encontrándose mi madre en-
ferma le fué necesaria una operación. La
encomendé a María Auxiliadora y todo salió
muy bien. En otra ocasión Ella hizo que mi
esposo encontrase colocación. Agradecida a
tan buena Madre, le envío 200 pesetas de
limosna.—Una Cooperadora.
Pamplona.—Por varios favores recibidos de
María Auxiliadora y especialmente por una
importantísima gracia espiritual, le envio
una limosna, y ruego la publique en el Bo-
letín Salesiano.—Isabel Reperet.
Juzbado (Salamanca).—En momentos muy
graves y difíciles a causa de una penosa en-
fermedad, recurrí a María Auxiliadora y
prometí una limosna de 100 pesetas para
que me curara. Habiendo curado, le doy
gracias y cumplo lo prometido.—Rosalía
Pérez.
Málaga. — Habiéndome concedido varias
gracias María Auxiliadora, una de ellas ha
sido el entrar en una empresa muy impor-
tante, ruego tenga la bondad de publicarlo
en el Boletín, como lo prometí. Envío la
cantidad de 25 pesetas para su culto.—Agus-
tín C. García.
Palamós (Gerona).—Por una gracia con-
cedida de María Auxiliadora a todos los
alumnos de la Universidad Laboral al regre-
sar sanos de las vacaciones de Navidad a
este Centro educativo y librarles de las inun-
daciones sufridas en Zamora, envío 100 pe-
setas para que se celebre una misa en acción
28 —
de gracias a tan buena Madre.—Isabel Du-
ran, Cooperadora salesiana.
Vigo.—Por favores materiales y por la fe-
liz recuperación de la salud de una tía, doy
gracias a la Virgen de Don Bosco y entrego
50 pesetas de limosna.—Josefa Losada.
Sevilla. — Habiéndoseme extraviado un
sobre conteniendo documentos de sumo in-
terés, invoqué a la Santísima Virgen Maria
Auxiliadora, prometiéndole enviar 50 pese-
tas como agradecimiento si me aparecía el
sobre. Dos horas después de haberle hecho
la súplica fué encontrado el sobre con el
documento dentro.—J. R. C.
MANCILLA (Navarra).—Encontrándose mi
hijo preso en el extranjero, acusado de de-
litos políticos con gran peligro de su vida,
acudí a María Auxiliadora mediante una
Novena, ofreciéndole una limosna al mismo
tiempo, y habiendo conseguido su libertad,
lo publico en acción de gracias y mando 500
pesetas para su culto. Igualmente habien-
do conseguido la curación de mi enferme-
dad por su mediación, sin necesidad de ope-
ración, remito otras 500 pesetas de limos-
na.—Manuel Bissié.
Villasila de Valdavia (Falencia).—Estando
mi hija en Alemania la puse bajo la protec-
ción de María Auxiliadora para que volviese
bien; y en una operación difícil de mi her-
mano invoqué asimismo la protección de
nuestra buena Madre. Agradecida por ha-
berme concedido estas gracias, envío 50 pe-
setas para su culto.—Saula Fernández de
Tejedor.
La Almunia de Doña Godina (Zaragoza).—
Agradecido a María Auxiliadora por una
gracia que ha llenado de gozo a toda mi
familia, entrego una limosna para el culto
de nuestra celestial Protectora.—A. San Ro-
mán.
Teníamos fecha señalada para desalojar
la vivienda que habitábamos desde hacía
veinte años y no veíamos la posibilidad de
encontrar piso asequible a nuestros escasos
medios económicos.
Empezamos, con entera confianza, una
Novena a María Auxiliadora suplicando su
ayuda; al quinto día y de una manera muy
providencial, nos llegó la esperanza de ob-
tener una portería. Tal esperanza se ha he-
cho ahora realidad, por lo que damos mu-
chísimas gracias a María Auxiliadora, y
cumpliendo lo prometido enviamos una li-
mosna.—Dos hermanas devotas de la Vir-
gen.
Manlleu.—Por una gracia de María Auxi-
liadora, envío la limosna de 100 pesetas.—
Pastora Rifá.
Barcelona.—En acción de gracias a María
Auxiliadora por la curación de una nieta e
hijo, envío la limosna de 50 pesetas.—Mag-
dalena Mayol. Mañana mismo le giraré las
150 pesetas.
Dan gracias a Maria Auxiliadora y envían
una limonsna: María Borrajo, 50 pesetas,
de El Ferrol; una devota, 100 ptas., de Az-
coitia; Anunciación Sánchez, 100 ptas., de
Llaranes ; Luis Meco, 50 ptas. ; Remedios
Gallardo, 100 ptas.; Angel Gutiérrez, 100 pe-
setas; una archicofrade, 50 ptas., de Ma-
drid; M. O. G-, 200 ptas., de Puerto Real;
Amparo García, 100 ptas., de Campello; un
caballero, 100 ptas., de Madrid; Jesús Agre-
da, 200 ptas., de Las Palmas de Gran Cana-
ria; Mercedes Navarro de Massanet, 1.000
pesetas, de las Palmas de Gran Canaria.
De San Juan Bosco
de Santo Dominerò Savio
RECOBRA EL SENTIDO DEL EQUILIBRIO
Florencia.—Soy la madre de once hijos,
uno de los cuales novicio salesiano. En di-
ciembre de 1960, uno de mis hijos yendo en
coche con mi marido se dió un fuerte golpe
en la cabeza a causa de un frenazo. Como
no se produjo ninguna herida visible, de
momento no se hizo caso ni se le dió más
importancia al golpe. Pero por la noche le
sobrevinieron fortísimos dolores de cabeza
que le duraron más de quince días. A los
quince días fué presa de una serie de vér-
tigos que con frecuencia le hacían caer des-
plomado en tierra. Visitado por eminentes
neurólogos, el mal seguía igual, y al cami-
nar, mi hijo tenia que hacerlo sostenido y
desviaba mucho hacia la izquierda. Me di-
jeron que todo provenía de que había pa-
decido conmoción en el laberinto con pér-
dida del sentido del equilibrio. Sentía gran
pena al ver a mi hijo caminar como sí es-
tuviese continuamente embriagado. Un día
que fui a visitar a mi hijo novicio coincidí
con el Padre Inspector, quien me dió una
reliquia de Santo Domingo Savio, encomen-
dándome le hiciese una novena. Al noveno
día mi hijo, que no sabía que yo estaba
rezando por él al santlto protector de los
niños, se me presenta de repente y me dice
que se encontraba bien. Era precisamente
el S de marzo, día de la muerte de Santo
Domingo Savio. Espero que el pequeño
Santo proteja siempre a mi familia y me
conceda, si así place al Señor, que entre los
míos alguno llegue al sacerdocio.—Ana Bar-
iletti.
Azcoitia.—Grandes eran mis temores en
la espera angustiosa de mi cuarto hijo. Este
trance había sido siempre muy doloroso
para mí; pero en esta ocasión me encon-
traba en situación desfavorable por una en-
fermedad padecida recientemente, llena de
Inquietudes y sinsabores. Mi hermano, sa-
lesiano, me sugirió que acudiera a Santo
Domingo Savio. Seguí su consejo y me puse
el escapulario del Santo. Con gran sorpresa
mía todo se desarrolló magnificamente, mu-
chísimo mejor que en casos anteriores. Agra-
decida, hago público el favor recibido para
animar a las futuras madres a encomen-
darse a él, y entrego una limosna.—Merce-
des P. Garmendia.
Burceña.—Me encontraba en un trance
bastante apurado, y conociendo por propia
experiencia los grandes favores que concede
San Juan Bosco a sus devotos, llena de fe
acudí a él, prometiéndole una limosna si
me obtenía la gracia. No quedé defraudada,
pues escuchó mis súplicas, y por este moti-
vo entrego a las Escuelas Saleslanas de Bur-
ceña, para su culto, 75 pesetas por la gracia
obtenida, suplicando se publique este favor
en el Boletín Salesiano.—Iciar Gurruchaga.
Málaga.—Habiendo acudido a San Juan
Bosco y María Auxiliadora pidiéndoles la
oportunidad de adquirir un piso, ilusión de
todos los componentes de mi hogar, a los
ocho días de la petición nos proporcionaron
el dinero y no por haberlo solicitado preci-
samente, sino debido a la generosidad de
una persona que se enteró de nuestra nece-
sidad indirectamente; naturalmente la can-
tidad es para devolver, pero ¿y quién me
dice que no fué la divina Providencia quien
intercedió? En acción tan grande pedimos
al Señor por esta persona y por otras mu-
chas que, como éstas, sigan haciendo siem-
pre el bien. Enviamos 50 pesetas por giro
postal y con el ruego de que lo publiquen.—
Un matrimonio malagueño.
FAVORES DE NUESTROS SIERVOS DE DIOS
DE DON MIGUEL RUA
Valencia.—Teniendo un hijo gravemente
enfermo y sometido a una difícil operación,
encomendé su curación al siervo de Dios
don Miguel Rúa. Habiendo salido bien de
tan grave trance y encontrándose perfecta-
mente a pesar del tiempo transcurrido, en-
vío la limosna prometida para ayudar a los
gastos de canonización de tan gran siervo
de Dios.—Pepita García.
Ubeda.—Agradecida al siervo de Dios don
Miguel Rúa por favores recibidos, entrego
50 pesetas para su causa de beatificación.—
Catalina Valenzuela.
Algeciras.—Agradecida al siervo de Dios
don Miguel Rúa por el favor obtenido en los
exámenes de mi hijo, hago publicar la gra-
cia y mando una limosna para su beatifica-
ción.—O. de García.
DE DON FELIPE RINALDI
La Almunia de Doña Godina.—Muy agra-
decido por dos gracias de don Felipe Rinal-
di, envio 25 pesetas.—P. R.
Valencia. — Encontrándome gravemente
enferma me encomendé al siervo de Dios
don Felipe Rinaldi, prometiéndole una li-
mosna y publicar la gracia en el Boletín.
cosa que hoy cumplo agradecida—M. S. M.
DE DOÑA DOROTEA DE CHOPITEA
Villanueva. — Por un favor recibido de
Doña Dorotea, le envío 50 pesetas para los
gastos de su beatificación.—Una devota.
La Palma del Condado. — Agradecidas a
Doña Dorotea, le mandamos 50 pesetas.—
Dos devotas.
Valencia.—Por giro postal le remito 100
pesetas para los gastos de beatificación de
la sierva de Dios Doña Dorotea de Chopitea,
a la cual he hecho dos novenas, y antes de
terminar la segunda me ha resuelto un
asunto económico de la mayor Importancia,
y como lo prometía, le remito la limosna,
esperando continúe ayudando a resolver los
asuntos que tengo pendientes.—Francisco
de P. Miralles.
Barcelona.—Agradecida a la intercesión
de Doña Dorotea, envío 50 pesetas de limos-
na, y otras 50 para la Obra Salesiana.—Rosa
Casas Robert.
Ubeda.—Muy agradecida a Doña Dorotea
de Chopitea por un favor recibido, envío 25
pesetas para contribuir a los gastos de su
beatificación.—M. P.
Ubeda. — Encontrándome en gran peligro
en un viaje por carretera con una niebla
muy Intensa y en un trayecto de muchas
cuestas y curvas, me encomendé a Doña
Dorotea de Chopitea, ofreciéndole un dona-
tivo para la causa de beatificación. Agrade-
cida, le envío 25 pesetas.—Eufemia MiUán.
GRACIAS ATRIBUIDAS A LOS MARTIRES
SALESIANOS
Barcelona. — Tengo el gusto de enviarle
una limosna para la beatificación de los
Mártires saleslanos y don Felipe Rinaldi,
agradecida a los varios favores de ellos re-
cibidos, mientras sigo rogando su protec-
ción hacia mi hijo, a fin de que lo hagan
un hombre auténticamente cristiano y le
ayuden en sus estudios.—Una madre muy
devota de Maria Auxiliadora.
30 -
Barcelona.—Le estoy muy agradecida al
Mártir salesiano don José Calasanz por ha-
ber alcanzado por su mediación que se re-
conciliara con la Iglesia una señora apar-
tada de ella y que se hallaba en peligro de
muerte.—Marquesa Vda. de San Román de
Ayala.
Salamanca.—Le encomendé al Mártir sa-
lesiano don Julián Rodríguez, unos asuntos
que tenia pendientes, y hoy, gracias a Dios
y a mi intercesor, están resueltos. Muy agra-
decida, envío una limosna, y suplico se pu-
blique la gracia.—Josefa Crego González.
Salamanca.—Hacía tiempo esperaba la so-
lución de un asunto muy importante, pero
en vano ; mas apenas lo encomendé al sier-
vo de Dios don Julián Rodríguez, se me
arregló al instante, en lo cual pude ver pal-
pable su intercesión, y muy agradecida en-
vío la limosna prometida y suplico publique
la gracia en el Boletín Salesiano.—Soledad
González.
Le dan también gracias y envían una li-
mosna: Aurora de Bizarro, por varios favo-
res recibidos; Teresa Brufau de Coello, Ca-
yetano José Burrieza, Mari-Tere Arteaga
Regalado, Avelina Acosta, Teresa Rodríguez,
Rafaela Rodríguez y Antonia Rodríguez.
NECROLO GlA
RVDO. D. JOSE CASTELLS, S.D.B.
En Huesca, a los setenta y siete años, falleció
este buen salesiano. Durante treinta y seis años
radicó en Huesca, en donde trabajó activamente
en la construcción de la iglesia de María Auxilia-
dora, y en donde fue durante todo ese tiempo con-
fesor y director espiritual de los alumnos y de mu-
chos antiguos alumnos oscenses.
DOÑA CONSUELO VILLALBA BRU DE
VALLBONA
Descansó en la paz del Señor, en Valencia, el
día 5 de febrero, a los setenta y ocho años de edad,
confortada con los Santos Sacramentos y la Ben-
dición Apostólica. Durante los últimos años de su
vida padeció varias enfermedades que sufrió con
santa resignación y una fortaleza admirable. Fue
fervorosa amante de María Auxiliadora, en cuyo
camarín asistió a muchas Misas de Comunión, en
compañía de su esposo, don Enrique, y de sus
hijos y no pocas veces también de sus nietos, que
venían a pedir un favor a María Auxiliadora o
darle gracias por otro ya alcanzado. Fue doña Con-
suelo Archicofrade de la Virgen de Don Bosco,
y durante varios años formó parte de la Junta de
la Archicofradía.
De su amor a la Santísima Virgen y a Jesús
Sacramentado nació su gran amor a los pobres, a
los que visitaba personalmente, aliviándoles al mis-
mo tiempo en sus necesidades. De una mujer po-
bre oímos estas palabras: «Ha muerto doña Con-
suelo. la madre cariñosa de los pobres». De va-
rios empleados de la fábrica de su esposo oímos
también esta exclamación : «Ha muerto una san-
ta». Más exactamente podían decir: «Una santa
ha comenzado a vivir la verdadera vida».
DOÑA CONCHA PASCUAL
En Allariz (Orense) entregó su bella alma al
Señor el 24 de diciembre de 1961, a los cincuenta
años de edad.
Fue doña Concha mujer ejemplar y maestra mo-
delo. Desde su puesto docente irradió luz, amor
y candad. Su labor sencilla, callada y eficiente
tenía el sello amoroso de un auténtico apostolado ;
fue colaboradora destacada y factor poderoso en
la organización perfecta de la Catcquesis inter-
parroquial de esta villa, y a esta hermosa labor
dedicó sus mejores años, esfuerzos y aptitudes ex-
cepcionales.
Los alumnos encontraron siempre en ella apoyo,
dirección sensata y guía vocacional para encauzar
sus vidas ¡ testigos de este valioso apostolado son
muchos excelentes salesianos que pasaron de sus
manos a los colegios de formación, y que en la
actualidad son ya sacerdotes... Testigos, esos jóvenes
a quienes ayudó moral y materialmente a hacerse
hombres de provecho, cristianos de testimonio.
Su magisterio ha sido tan completo que Dios
la llamó al cielo cuando se disponía a coger los
libros para ir, como todos los domingos, a ense-
ñar en su sección de Catecismo.
De una intensa vida espiritual, trasformaba en
seguida a todos los que tenían algún contacto con
ella en apóstoles valientes y en amigos de la obra
y métodos salesianos.
Su amor a María Auxiliadora era notorio. María
Auxiliadora la llamó el 24 de diciembre a celebrar
la Pascua gozosa de la Navidad en el cielo
D. E. P.
OTROS COOPERADORES DIFUNTOS
En Tarrasa, doña Rota Ño» Casablancas, falleció
a los setenta y ocho años de edad. Bienhechora de
la Obra de Don Bosco dio su nombre a la Pía
Unión apenas supo de ella por el BOLETÍN. El más
sentido pésame a sus hijos y familiares.
En Montilla. doña Concepción Ponferrada, entre-
gó su alma a Dios. Larga enfermedad fue minando
su vida ; enfermedad que llevó con grandísima re-
signación y paciencia.
Muy amante de la Santísima Virgen y de la Obra
Salesiana, gozaba en su corazón con las noticias de
la expansión de la Obra Salesiana y del bien que
hacía en países de misiones. Murió con muerte
tranquila, confortada con los auxilios espirituales y
bendición de María Auxiliadora.
En Barcelona, doña Eulalia Parellada Gallati, mu-
rió a los sesenta y seis años, después de una vida
cristiana y fervorosa ; hacía pocos meses que había
dado su nombre en el Centro de Cooperadores de
las Hijas de María Auxiliadora, de Sarria. La en-
comendamos a las oraciones de todos.
En Riela (Zaragoza) ha fallecido don Manuel
Candel, Cooperador Salesiano y gran devoto de
San Juan Bosco. Era para él una satisfacción poder
tomar parte en los actos religiosos© del Seminario
de Coadjutores de La Almunia.
En Gerona entregó su alma al Señor el Coope-
rador doctor don José Bosch Massagrau y doña
Dolores Pont, viuda de Gispert.
Por estos y por todos nuestros difuntos elevamos
fervorosas preces al Señor para que muy pronto
los haga partícipes de su gloria.
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PASEO SAN JUAN BOSCO. 74 - TELEFONO '239 40 00 - BARCELONA - 17
ESCAPULARIO DE SANTO DOMINGO SAVIO
El santito ”protector de las cunas y de las madres” realiza a diario
verdaderos prodigios mediante su escapulario, que contiene una
reliquia del Santo.
Pídalos a Alcalá, 164. - Apartado 9134. enviando una limosna de
25 pesetas para los gastos de confección
Se ruega al Remitente ponga sus propias señas para efectos de
devolución, caso de no dar con el destinatario.