Boletín Salesiano. Julio – agosto 1947
EXTEN CASAS DE LOS SALESIANOS: 1.055 SAEESIANA EN EE MUNDO EN 1946 n ii ii •j EUROPA: Alemania, 20; Austria, 18; Bohemia-Moravia, 8; Checoslovaquia 16: España, 70; Francia, 36; Holanda, 4; Hungría, 16; Inglaterra. 9; Irlanda. 2; Italia. 221: Lituania, 5; Polonia, 60; Portugal, 10; Suiza, 5; Suecia. 1; Yugoslavia, 17. ASIA; China, 26: Japón, 17; India, 47; Irán, 1; dia, 9; Turquía, 1. AFRICA’ Congo Belga, 12: Africa francesa, 8; AMERICA: Argentina, 92; Bolivia, 3; Brasil. 86; rica Central. 30; Cuba, 9; Chile, 17; Colombia, 28; Ecuador. 25; Estados Unidos, 25; Haití. 1; Méjico, 9; Perú. 13; Paraguay. II; Uruguav. 21; Venezaicla. 20 OCEAN1A: Australia. Palestina, 7; Tailan- Libia, 11; Egipto, 5. Repúblicas de Amé- n II II u CASAS DE LAS HIJAS DE MANIA AUXILIADORA: 895 l ROPA: Albania, 2; Alemania. 15; Checoslovaquia, 3; España. 31; l-r.tncia. 28; Hungría. 2; Inglaterra, 7; Irlanda, 1; Italia. 490; Polonia, 18. Portugal. 2: Suiza, 2; Yugoslavia, 3. \SIA: t hiña. 5; Japón, 2; India. 14; Palestina. 3; Tailandia. 1- XFRllA: < ongo Belga. 3; Africa francesa. 5; Egipto. 5. AMERICA: Argentina, 49; Bolivia. 1; Brasil, 60; Repúblicas de Amé-ri .< t vniral, 16. Cuba. 12; Chile, 20; Colombia, 26; Ecuador, 16; Estados 1 nidiis. l«: Haití. 1. Méjico. 8: Perú. 13; Paraguay. 5; Venezuela. 8. lee» t-sas cuartillas admfrab.ei, uu- pioy.c.o en Valencia la celebración de est* Asamblea, yo me ofrecí con toda el alma a tomar parte en ella. Luego me he visto honradísimo con la tarjeta de «asambleísta de honor», y ahora con esta promoción, con esta exaltación, que me confunde, a la presidencia do bono: tie la misma Yo me ofrecí a tomar parte, ante touo, como Obispo. La Iglesia siempre se ha interesado cariñosamente por la formación obrera por toda formación, y, con particular cariño, por la formación de les que se ganan la vida con el trabajo de sus manos, como el Divino Obrero de Nararet. Se está tratando, precisamente e n estos días, de :
un abogado digno. Estamos de ello pe-rsuaa-do*. Os felicito, pues, por la asistencia a esta Asamblea, por ‘el afán que os anima. Todo:, sabemos que al obrero hablo particularmente d«> él , al obrero que ha cristalizado en la vida, poco »e le pu de hacer adelantar en la parte técnica. Cuando c’ hombre pasa de los cuarenta años, se repite, y así pasa en las idea v en la parte moral. L< experiencia nos en.eñr. por lo que a la pai.e moral y religiosa se tiere qué fe . ir es será, ellos si Dios los coge er su mejor hora Entre tant .. conlle vándoles y dirigiér.del.s en cuanto es posib'e. Pe ro el obrero de mañana puede ser jo que neso. -queramos, al mer os e.-. su mayor parte. Es a ciedad, más o menos p<-drida (y menos tn me' rra Patria, por la gratnt de Dios), tiene, como 1« célebre manzana, sanas >as pqpiias, cuc darán. u n buen cultivo, lo-tnejqjcs frutes. De m z«-. que mi felicitación mis cu.’lial, repito, porque pensat* en ellas Adera. unas pélauia* cincelas Yo pinto un ideal de joven obren, profesionalmente bien formado. Tiene de di»-cioefao a veinte años. A menor ecad es difícil que se fe dé el ideal- Vamos a ver si la pi:-tura resulta. A’a el terreno suimi conue sw debere» y sus derechos (sus deberes, que bey que inculcarlos mucho). Salí- dil centro fo> mativo, no para amenazar el vuelco del car.-> social, sino para empujarlo .1 morosamente ptocuiai que no se desvíe. Sale con honradez, con ansia de trabajo, con >t-. eo de superarse a sí mismo, para bien propio, justamente enlazado con él bien común. En el terreno motar y reltym»o sabe que el trabajo es ejercicio útil de su$ fuerza* productoras ¡ pero sabe también que es una expiación, que es una ocasión de merecimiento, y que por mucho que *.-: afane v trabaje, no dejará de pasar por el valle de lágrimas, y que la felicidad no está ei, el paso, sino en 1» Patria inmortal. Sale deseando imitai a aquel Dio* que se h’zo hon-‘>r>- y pasó diez veces más tiempo de hijo de ubrera» v de obrero que de predicador de una doctrina divina. Sale conociendo las ideas de la Iglesia, bien metidas en el alma y con ansias de llevarlas a los demás. Sale pertrechado para nc ser digerido por utopías faltas de verdadera fraternidad, aunque se tengan sin cesar en los labios. Y técnicamente sale bien dotado. Inteligencia y voluntad y manos van a luchar y lograr la victoria en el trabajo. l a sociedad no lo recibe con resignación, ■>1110 ccn ansia, pues sabe más que los colegas que le van a rodyar (y que no han tenido formación) es mejor que ellos y más valiente que ellcs ; dispuesto a demostrar en cualquier ocasión, no para humillarlos, sino para ganarlos i la sociedad y a la Iglesia con el fuego ce un corazón de apóstol. Este es el obrero, el joven obrero ideal. Para formarlo, ¡ cuántas tentativas de buena voluntad 1, ¡ cuántas 1 Recuerdo en mi niñez, nijo como soy de un pueblo obrero, aquellas escuelas faltas de medios y de tiempo, faltas de utillaje : «Escuelas de Artes y Oficios», que tenían que reducirse a dar unas lecciones de dibujo |nc siempre correspondientes a las que la industria local pedía) y un complemento de < rotación primaria. No otra cosa. ¡Y p. r uánto tiempo han continuado así en nuestra España las pobres «Escuelas de Artes y Ofi-> tos» ! Un tribuno que no era nuestra acera dijo, en tiempo de >a Monarquía, que oficialmente no se había hecho nada práctico por la formación de los jóvenes obreros, y que lo práctico que había era fruto de la iniciativa particular, y especialmente religiosa. Esta con-i’-sión paladma se llegó juego a imprimir < n • ñipo de nuestra infausta República por o- o tribuno. , Cuánto hemos adelantado ya 1 La reunión de < sta Asamblea es índice consolador de un ansia de formación obrera, de elevación de tos hijos del trabajo, de ir creando obreros mucho mejores de los que hov tenemos. , Cuánto hemos adelantado ya 1 Lo pregona aura reunión de todos, esta hermandad, este estudio en común de los problemas, esta tuuJa •■torosa ael Gobierno. ¡Cuánto herncs adelantado ya 1 He visto en mi vida fnuchos Centros españoles y extranjeros de divetsas clames de formación; he sencido impresiones hondas a! comprobar la eficacia de ciertas Escuelas de formación profesional ebrera ; pero tal vez nunca he sentido impresión más grata que ia sentida hace muy poco tiempo, entrando en un comedor, donde había unos mi! seú-• ■■ ntus aprendices obreros acogidos por la C. N. S. en la Institución de la Palocro. ; Gloria a la España de hcy, que se preccu; a sinceramente por la clase trabajadora ! Además de las referidas «Escuelas, de Artes v Oficios», otros intentos de buena voluntad se han hecho a través del tiempo en ciertos talleres que tenían y tienen más de un Hospicio Provincial o asilos, en los que al muchachito crecido, al llegar a los trece o catorce años, cuando va no le iba la formación maternal de las monjas y perdía tiempo, se pretencua enseñarle un oficio a fuerza de un trabajo de rutina, sin verdadera escuela, dibujo ni teoría. ir.lit.res arrendados, a veces, a un buen industria] del lugar, que tenía que sacar de ellos ei a ruendo y las ganancias justas. ¡ A cuántas Diputaciones he oido yo quejarse de lo poco ira bajadores que eran los muchachos y nasta del odio que cogían ai trabajo I Otras Escuelas he visto, r; dando por esos •lundos. que hacían cositas, trabajitos y minuta- < on muchachos muy talludos en vez El Excmo. y Kvdmo. señor don Marcelino Olaechea entre un grupo de alumnos de nuestras Escuelas Profesionales de Pamplona. a quienes in-riZd a su palacio para felicitarles po> haber terminado brillan-terne n te el aprendí saje de sus res-oecttros oficios de coí at. y trabajos útiles an ináqunvu verdaderas, con esfuerzo «crio de inteligencia v de manos. Yo me temo, por otra patte. cue las Escuela» profesionales de ciertas Emp.esas (obedeciendo hoy a una intimación de |a ley; star* sólo otra muestra más de buena volunta : v no de eficacia; sí, se limitan a crear resu te» necesarios para su industria , pero sólo reo:-íes, y no precisamente obreros ínte¿ r<-mtn.e formados. El ideal (ya lo dejo apuntado) se t coger el muchacho a los trece o cato.ce años, y con programa, textos y métodos i. en estudiados; con maquinaria propia (a est.lt* de la que suele usar la industria), hicer c:sa-útiles que la industria consuma , con no m* nos de cuatro horas de trabajo al día. No ol videmos, amigos que me escucháis, uue va mos a formar jóvenes obreros, ya que España tiene estupendos ingenieros (aquí nos honran muchos con su presencia), tan competentes e inteligentes como los pueda tener cualquiei otra nación del munde. Y tiene muy buenos peritos, pero no tiene (yo lo he oído decir muchas veces) obreros de calidad. El muro con que tropieza la inteligencia industrial es la torpeza del trabajador. Sus manos no están formadas. Cultivo, sí, de la inteligencia ; pero si no se trata de superdotados, ¡ que no pierdan las manos los callos del buen manejo de las herramientas y máquinas ! No saquemos al joven obrero de su ocndi ción sino cuando lo pida una inteligencia su perio.- y una» aptitudes especiales. Escuelas como las que yo describo jas han llevado a cabo estos representantes aquí presentes de nuestro invicto Ejército. Va a hacer un siglo dentro de dos o tres años de la fundación de la» Escuelas de Trubia para aprendices. La industria los ha utilizado al salir de la Escuela, agradecida a su trabajo, honradez v pericia. De Escuelas de este tipo, un sacerdote (hace de esto más de sesenta años) puso una en nuestra Patria, en los alrededores de Barcelona. No os extrañéis que traiga un poco el agua a mi molino, porque esc sacerdote fue un ptevisór, un profeta de los tiempos que habían de venir. Ese sacerdote, hoy elevado s] honor de los altares, es San Juan Hosco, verdadero Patrón de los jóvenes obrero». A esas Escudas, en cuanto se pueda, vamos a ir. ¿Con qué contamos? Con esta asisten cía amorosa de los Poderes oficiales, que no» congregan en Asamblea, para que lodos iun tos, con santo afán, expongamos nuestra ma ñera de pensar y saquemos conclusiones e.fi caces para la buena formación profesional obrera ; pero yo me temo, y perdone el ilus trísimo señor director general de Enseñanza Profesional y Técnica —sus cuartillas son ad mira bles, y la Iglesia las aplaude íntegramen te—, yo me temo que de esta Asamblea suri» un intento de estatificapón de la Enseñanza i zoíCoioaal Obrera. La garantía de un tirulo de c: apetencia profesional obrera nc na;-faltt que nos la dé el Estado. Hay que rene compasión del pobre, que se ha echado v-arduos problemas encuna. No interesa er- e-rr terreno la garantía del Estado: intere»-» '•» garantía de la sociedad viva, la de sus órc.r nos r>a.urales (Empresas, entidades gremi? les, sindicales,..) Esto interesa. El Estado tiene el papel de aliciente, de asesor, de con < urreute. con su dinero, que es el dinero nr todos los españoles, v de suplente, cuando no brote la iniciativa social Recuerdo (eran los días de la Exposición Universal de Barcelona) que llegó el mmis tro de una nación... retardataria. .. ruda atrasada que es Bélgica (veo vuestra sonrisa). Llegó el ministro de la adelantadísima, cultísima e industrializada Bélgica; llegó H ministro de esa gran nación y visitó las F.s-cuelas Salesianas de Sarriá, y chapurreando el español, mientras les muchachos chapurrea han el francés, se entendieron. Parecía el papá en medio de los hijos, los jóvenes apren dices. Al fin se dirigió a nosotros y nos dije-: «¿Cuánto les da el Estado para sostener estas Escuelas ?» Claro está que eran otros tiem pos los que se vivían en España. Le contes tamos ; «Excelencia ■ ¡ Si nos dejaran vi vzr... 1» (Grandes aplausos.) El se llevó las inanes a la cabeza. Hoy, gracias a Dios, es distinto. La coyuntura económica es como es , los problemas del mundo son como son ; pero justicia es justicia. , Yo, que no soy político, que jamás lo he sido y jamás lo seré, veo que se preocupa el Estado, como nunca, en España, de la for mación profesional de los jóvenes obreros. Con toda sinceridad siente sus problemas, y los siente profundamente el Caudillo. Le he oido hablar, y con todo corazón os lo digo. (Grandes aplausos.) Bien hace el Estado que r«cs aliente, nos proteja y nos socorra ■ pero que «nos deje», que no quiera darnos un ti tulo para poder respirar. Nos basta el aire . las ventanas abiertas. Así se logrará la recta formación religiosa, social, patriótica y técni ca de los jóvenes óbrenos. Yo creo, querido-amigos, que en el fondo interpreto el pensa miento de todos con la sinceridad de mis pa labra-, que a lo mejor tienen más de llaneza de hijo de obrero que de la suavidad d<-Arzobispo de Valencia. Que el Señor haga qtir esta Asamblea sea eficaz en abundantes fru tos ; que, como tan brilfantemenu nos ha recordado el ilustrísimo señor director general de Enseñanza Profesional y Técnica, ya que hoy se celebra la fiesta del Espíritu Santo, que él nos asista con luces particulares, pata que salga de esta Asamblea )a estrecha her mandad que todos vamos buscando. Para que haga el bien quien sea, con tal de que haga ce veras el bien y lo haga bien. (Grandes aplausos, que duran largo rato.) 10Í — La Escuela Profesional Salesiana ♦ Por creerlo de grao oportunidad, publicamos este artículo del M. Rvdo. don Julián Massana (q. *. q. hJ, Inspector que toé de los Salesianos de la Inspectoría Tarraconense. Estas lineas vieran ya la lux pública en la prestigiosa revista «Atenas», en su número de noviembre de 1938. LA idea de fundar las Escuelas Profesionales nació en la mente de San Juan Basco cuando, en contacto, por su ministerio, con la pobreza y la miseria, sintióse movido de profunda compasión hacia tantos jóvenes abandonados moral y materialmente. Por consiguiente. estas Escuelas tienen, ante tocio, un fin benéfico y educativo. La necesidad de dar abrigo a los menesterosos y ponerlos en el ambiente de familia, hizo surgir la Escuela Profesional en régimen de internado. Desde el punto de vista profesional. 1c necesidad de transformar a cada uno de nuestros alumnos en un obrero, capaz de ganar se la vida para sí y su familia, ha dado a estas escuelas un carácter eminentemente práctico, pues mientras otros alumnos con un título profesional no llegan a encontrar trabajo, los nuestros, terminado su aprendizaje. lo hallan con facilidad. Conviene hacer una consideración de orden generaL El tipo de Escuelas que los Sa-lesianos tienen montadas en España y en el Extranjero, mientras responden al objeto de su fundador —el cual quiso beneficiar, edu car e instruir a los jóvenes necesitados—. ocupa en la triple graduación de escuelas elementales del trabajo, escuelas profesionales y escuelas facultativas (Estatuto de Enseñanza Industrial de 21 de octubre de 1924), un lugar intermedio entre las escue las obreras y las de maestros obreros. En efecto, abren camino a loe jóvenes de inteligencia despejada para ser jefes de taller c maestros de arte, y suministran a todos les alumnos la práctica en el trabajo, las nociones de teoría profesional y la cultura genera] que necesita un obrero hábil, mientra* aleja la presunción de una habilidad que es frecuentemente demasiado teórica, y que no armoniza muchas veces con la oráctica ael trabajo. Para elevar todavía más La instrucción profesional, algunas de nuestras escuelas tivavn establecido un curso de perfecciona mlenki de dos años do duración. ENSEÑANZA PROFESIONAL La espeáalización requerida par los diver sos aprendizaje*, la* múltiples dificultad»* que se ofrecen para la formación ae maes tras aptos (son rel'gioso* saleslanos), el ré gimen de internado establecido, que es e! que presenta menos obstáculos para formar buenos aprendices, come también el capital que requiero la instalación de las escuelas, son les causas que limitan y dificultan el desarrollo que debieran' tener. De ahí que nos veamos precisado» a enseñar sólo los oficios a que generalmente si dedican los jóvenes obrero*, y qae .nosoho. agí upamos en la forma siguiente: Artes del Libro: escuelas de tipógrafos ca jistas. impresores, compositore* mecánicos litógrafos y encuadernadores. Artes del Vestido: escuelas de zepatería. curtidores, sastrería y tejedores. Artes de la Madera: escuelas de carpintería y ebanistería, escultura decorativa, es cultura, dorado y encarnado. Artes del Hierro: escuelas de mecánica, -ei ¿ajeria. electricidad y motores. PLAN DE CONJUNTO El aprendizaje del oficio se da general mente en cinco cursos, durante los cuales s> desenvuelven otros cinco de cultura general De manera que la enseñanza que rtcibei naeslros obreros comprende. l.s Cultura general. 2-° La cultura profesional, que abarca a) Teoría (tecnología), b) Dibujo profesional el Práctica. Las diversas ocupaciones tienen la siguien te distribución: tlr Comidas y recreos ………….. 4 Clases de cultura, dibuje, musí ca y gimnasia ……………….. 5 Aprendizaje del oficio 6 Deberes religiosos y morales 1 Descanso 8 Total 24 CULTURA GENERAL Además de la enseñanza profesional, re dben los aprendices una cultura de carácter generaL tanto más necesaria, cuanto que está ligada a la capacidad praíercrú. He aquí la* enseñanzas: Religión. Lengua I/íiim luj-iliutiurti, / wy.iuilus también por >au Juan Honro, ruuluii Oe In [urinación profesional ile las muchachas española. Aritmética. Caligrafía, Historia y geografía, Ciencias tísico-naturales. Sociolo-jia. Lengua extranjera, Higiene, Canto coa!. Educación tísica: dieciocho horas sema-,alM- . . . . Fácilmente se comprenderá que estas en-leñanzas tienen un carácter eminentemente «ráctico. pues aquí, más que en parte aigu-ia. ha de servir de norma el tan conocido orno olvidado principio de que «la escuela >s preparación para la vida». En los momentos actuales es do primar-lial necesidad añadir el estudio del Fuero leí Trabajo, la organización corporativa y la listarla del glorioso Movimiento Nacional, orno so hace en escuelas semejantes. CULTURA PROFESIONAL El aprendizaje del oficio en las escuelas .alcotanas comprende: ad La teoría profesional, seis horas cenan ales. b) El dibujo profesional, seis ídem id. c) La práctica del oficio, treinta ídem id. La clase do teoría profesional (tecnolo* lia. reglas higiénicas que so han do observar. tecnología de las materias que se «san. razón técnica do los trabajos que se izan: rosón técnica de loa trabajos que se ■jecutan progresivamente, insistiéndose par icularmente en las normas para trabaja. bien y, sobro todo, los defectos que so deban evitar: principios científicos que es in dispensabis conozcan loe alumnos, breve historia do la propia arte, etc. La falta de buenos manuales para la enseñanza teórico-práctica de los diversos oficios han inducido a la Dirección general a publicar libres de texto debidos a la plu ma de nuestros maestros de Artes y Oficios. que han merecido toda clase de elogios. tanto por sus condiciones pedagógicas como por haber venido a llenar un vacio. DIBUJO El dibujo Heno capital importancia en osla clase do enseñanza, por la influencia que ejerce en la formación del obrero, dándole precisión en trabajo y. sobre todo, gusto artístico. Durante los primeros cursos se desarrolla un curso preliminar, que comprende el dibujo geométrico, proyecciones y dibuje a pulso. Sigue luego un trienio de dibujo aplicado que generalmente se divide asú Primer año. Dibujo de elementos del arte u oficio (escala, planta, elevación, proyección. etc.). Relieves-dibujos de conjunto de trabajos sencillos. Segundo año. Dibujo de trabajos comunes. Composición de objetos sencillos. Tercer año. Dibujo de trabajos de estilo. ‘b/Ur rn bi fHÍi/in-1 iri iUIM’RMOl -AH AJ/iu\roo l97 M I A AMA! ASCAV ‘VAÍtUJl vO*» V’/A IftlOJI IsTAIM*» ISIPO* Al IUO Ali«Kt(l\l 906 lASAS Superadas las dificultades del programa…, … hay que distinguir los trabajos de programa… EXPOSICION de las Escuelas Pralesiaaalcs Salesianas, que demuestra la labor I N A II (i IIII 4 i; I II N i El día 26 de mayo de 1947, en las Escuelas Salesianas del paseo del General Primo de Rivera (antes Ronda de Ato-cna), Madrid, el Exorno, y Rvdmo. señor Arzobispo de Valencia, don Marcelino Olaechea, S. S.. inauguró la Exposición Nacional de las Escuelas Profesionales Salesianas. Acompañaban a Su Execelencia Reve-•endisima el Excmo. y Rvdmo. señor don Angel Herrera, Obispo de Málaga; el limo. Sr. don Ramón Ferreiro, Jefe Na-•tunal de la Obra de Formación Profesional; los muy reverendos señores Inspectores de las Provincias Salesianas ■le España, las jerarquías y miembros •ie la Asamblea de Formación Profesional. que por dicha fecha se estaba ce-.obrando en Madrid, y gran número de uperiores religiosos, de industriales y ‘renlcos. de tal manera, que pasaban de seiscientas las personalidades presentes al acto, y todas ellas tributaron sinceros elogios, no sólo a la Exposición que se inauguraba, sino también a la Obra Salesiana en general, repitiendo los conceptos laudatorios proferidos por v-arios señores oradores en las sesiones de la Asamblea antes mencionada. .8 I T II A C 1 U N La Exposición ocupa los amplios locales de la, primera planta en los nuevos • pabellones de las Escuelas Salesianas de la Rondq., el primero de los cuales se inauguró hace dos años, mientras del segundo, en cambio, se está ultimando la austera decoración de las fachadas. D I S T R I B U C I 0 N El material expuesto se halla distribuido en siete salas o secciones, según este orden: NACIONAL ■ . hijos de Don Bosco en pro de la Formaciún Profesional del obrero Sala primera: ARTES DEL HIERRO. Sala seguunda: ELECTRICIDAD. Sala tercera: ARTES DEL LIBRO. Sala cuarta: ARTES DEL VESTIDO. Sala quinta: ESCULTURA. Sala sexta. LABORES FEMENINAS. Sala séptima: ARTES DE LA MADERA P 1 B T I C I P 4 C 1 0 N .Han tomado parte en la Exposición, enviando trabajos en mayor o menor cantidad y volumen, a tenor de las distancias y dificultades del transporte, las Casas Salesianas de Barce’ona-Sarriá, Bílbao-Deusto, Cádiz, Las Palmas, Madrid, Málaga, Pamplona y Sevilla. La sala sexta expone las labores femeninas presentadas por las Escuelas Profesionales y de Artesanía de las Hijas de María Auxiliadora, que fundadas, al igual que los Salesianos, por San Juan Bosco, llevan a cabo con las niñas im apostolado paralelo al de aquéllos con los muchachos. ENT BA DA Da entrada a la Exposición un gran retrato de1 Jefe del Estado, Generalísimo Franco, entre banderas nacionales. La preside una estatua de San Juan rfosco amparando a un muchachito aprendiz, ante un foffdo con el mapamundi. en el que van señaladas las naciones que cuentan con Casas Salesianas o de las Hijas de María Auxiliadora. CARTELES E INSCRIPCIONES Repartidas convenientemente a l o largo de las diversas salas, indican, en pocas palabras y en frases incisivas, bien el espíritu que informa la labor profesional de las Escuelas de Don Bosco; Taladradoras tipo industrial bien el alcance, volumen e importancia de la acción salesiana en el mundo. Algunas de las principales las reproducimos aquí a modo de entrefiletes. IHSPOSICION GENERAL La disposición general de los trabajos en todas las salas responde al plan de enseñanza seguido, con las modificaciones lógicas requeridas por cada país y región, en todas las Escuelas Pro lesiónales Salesianas del mundo. Este plan, que la experiencia de muchos y muy prestigiosos maestros garantiza, puede resumirse asi: Cultura general. En la Ohn« do Don Bosco. as frescas in-leligoru tas de los > stodianti s > las ma-n >s hábiles de -s jovt-i • s ,i’ t- sa torman y pertrccivan b.i i.< sol . ita Cultura profesional, que comprende, teoría del oficio (o tecnología), fiibujo profesional y práctica profesional. Cultura general. — Comprende ésta. Religión, Lengua Española, Aritmética, Caligrafía, Historia y Geografía, Ciencias físico - naturales, Sociología, una engua extranjera, Higiene, Canto coral y Educación física. Por falta de espacio, y por ser más conocido y común este asnéete de la enseñanza, no se han expuesto ejercicios de Cultura general. Cultura profesional. — a) Teoría del oficio (o tecnología).—Se exponen abun dantísimos y muy variados ejercicios, consistentes, principalmente, en el planteo y resolución de problemas técnicos I relativos a los diferentes oficios, como, para poner algún ejemplo, resistencia y aprovechamiento de materiales, cálculo de rendimiento y utilidad teórica y práctica de las máquinas, presupuestos industriales, etc., etc. b) Dibujo profesional.—Desde el sen cilio ejercicio de cuadricular el papel y los primeros elementos de representación gráfica, hasta los más complicados problemas del trazado geométrico, copias del natural, alzado de planos y cortes de piezas y máquinas a construir, bocetos y proyectos de muebles, programas, anuncios, prendas de vestir, anatomía del cuerpo humano, reproducción de obras maestras, etc., siguiéndose un muy razonado y bien experimentado orden progresivo de dificultad. Los dibujos industriales se ejecutan según las normas Din, y en todos se admira la más esmerada limpieza y exactitud a ei Práctica del oficio.—En ella hay que distinguir los trabajos de programa o ejercicios, de los trabajos de aplicación o complementarios del programa. A cada alumno se le exige para aprobar el curso un minimum de ejercicios didácticos ejecutados con un determinado grado, también minimum, de perfección, grado que puede oscilar entre el 6 (aprobado) y el 10 (sobresaliente).' Superadas airosamente las dificultades del programa, los alumnos ejercitan, completándola, la destreza adquirida ejecutando trabajos en los que su estimulo se acrecienta grandemente, bien porque en ellos puede satisfacer peculiares aficiones de su vocación profesional (base para su estudio por parte de los educadores), bien porque se trata generalmente de objetos de utilidad concreta y práctica para la vida. En las Escuelas Profesionales Salesia-nas no se construye en serie, sino que, por el contrario, se procura la mayor variedad posible en los trabajos, para de esta manera lograr que los alumnos adquieran los más amplios conocimientos respecto a todas las manifestaciones artísticas e industriales de arte u oficio. Incluso en las producciones ’ tipográficas se evitan las tiradas numerosas y los trabajos de r centenares de iglesias y capillas privadas o semipúblicqs, dedicadas exclusivamente al servicio de los .alumnos de los Salesíanos de las Hijas de María Auxiliadora Barman como las vanguardias del ejército salesiano, y tienen a gala ser siempre los hijos más devotos de la Iglesia, los primeros en secundar toda buena iniciativa en ei campo de la fe, de la caridad y del celo. Están agrupados en Federación internacional con sede en Turin r.lGPEKAIIII3ES SALESIANIIS n los providenciales sostenedores de las Obras y Misiones Salesianas. Son como 1c tercera rama de lá gran familia de Don Bos co, y su número asciende a 800.000. Don Bosco los organizó en asociación bajo el titulo de • Pía Unión de los Cooperadores Satesftmos Después de los trabajos preliminares, la Exposición presenta… Impresiones con purpurinas, con fintas metálicas y ejercicios de dorado.—Ejercicios de recortes para texto y para ilustraciones en sus diferentes sistemas.— Trabajos ejecutados en máquinas cilindricas. — Variados ejercicios de fondos tipográficos. — Trabajos en tricromía, cualricroinía. bicromía. — Impresión en relieve. . ENCUADERNACION Los trabajos confeccionados por cajistas e Impresores son terminados en la Escuela de Encuadernación, si bien aquéllos, a fin de que lleven a la vida el mayor bagaje posible do conocimientos útiles, adquieren también las nociones teó-rico-prácticas del arte de encuadernar que un día podrán serlos necesarias, especialmente si Implantan por su cuenta una industria del ramo en localidades de mediana Importancia Ven.se en la Exposición variados ejercicios referentes a; Doblado y plegado a mano.—Intercalado. Interfoliado.- -Modos de empas lar. Idem de coser.—Prensado y batido do libros.-—Cobertura de libros en rúst,-i-;>. CotiM’WC.ii’m de guardas. Perfora ción y numeración de talonarios. —Encuadernación en cartoné de talonarios y bloques.—Colocación de tapas.—Encuadernaciones en tela.—Idem en piel.—Idem en media tela, media pasta y medio pergamino.—Idem en pasta española.—Encuadernaciones de medio lujo. — Encuadernación a la “Columbini” (sistema pa- | tentado salesiano). — Cajas, estuches, marcos. — Encuadernación de libros rayados y de música.—Ejercicios de jaspeado y dorado.—Encuadernación de .álbumes.—Rotulación de lomos.—Estampado en secoi—Idem en oro.—Encuadernación de misales.—Estampado en seda y terciopelo.—Libros encuadernados con tapas acolchadas o con almohadilla.— Encuadernaciones de gran lujo, etcétera, etcétera SALA CUARTA Artes del Vestido SASTRERIA Después de los trabajos o ejercicios preliminares, tales como puntadas, dientes do perro. hibvane«. embastes, posta- En los mismos Institutos y bajo el mismo techo viven juntos y al mismo nivel do dignidad los jóvenes estudiantes y los jóvenes obreros ñas, bastillas, pespuntes, etc., etc.; confección de ojales, presillas, bocamangas, cuellos y solapas, etc., la Exposición presenta toda suerte de prendas de vestir, de paisano, de uniforme y de etiqueta, ejecutadas a lo largo del aprendizaje por orden de dificultad. Así, pueden verse las diversas etapas en la confección de: Mangas: Pasados puntos anchos y sobrehilado.—Costuras y entretelas.—Bastillado del ensanche inferior.—Cierre de la manga por la costura del codo.—Manga terminada. Pantalón: Visto con puntos anchos y sobrehilado.—Con bolsillos en los delanteros.—Unido por las costuras del costado.—Con pretinas y entretelas.—Con forros y unido por la entrepierna.—Unido por la costura del fondillo.—Terminado y planchado. Chaleco: Visto con puntos anchos, marcadas las carteras.—Con carteras y bolsillos cosidos.—Con los bolsillos terminados y puesto el pasamano.—Colocados los cubres y forros interiores. — Unido por los costados y hombros.—Terminado y planchado. Chaqueta: Vista con puntos anchos y puestos los bolsillos.—Con las entretelas y el pasamano.—Puestos los cubres con l<>s bolsillos interiores.—Puestos los fo- rros interiores y unidos los delantero». Corte y confección de prendas de uniforme y etiqueta, tales como “smoking”, levita, trajes militares, de marinero, pantalones de montar, de picador, sotanas sacerdotales y de obispo, etc., J’tc. ZAPATERIA En dos grandes vitrinas se exhiben ejercicios y trabajos en este orden general: Preparación de cabo, colocación de cerdas’, manejo de la cuchilla en la colocación de revirones, tacones, medias suelas de goma (clavadas y cosida».’sandalia» en goma montadas y cosidas a topé Reparación de calzado, colocación d<> medias suelas de cuero, cosidas, con su» hendidos y lujadas.—Sandalias y zapato» montados en trabajo mixto (con cerco» chinchados, con pisos y tacones, des vi rados y lujados), etc. Zapatos de caballero y de niño, en loque se pueden observar las diversas fases de la confección, empalmillados unos y terminados otros.—Iniciación en el corte por el método de la horma (cortos de sandalias y zapatos a la inglesa y napolitanos’con preciosos picados en las punteras . Cortes más complicados en zapato- > bota- dé caballero y calzado de séí. ‘ca., Las Escuelas Profesionales Salesianas forman obreros técnicamente pre- Traba ¡i>o de •baiiquilla ;trabajos de señora muy variados, u n o s hilvanados, otros ya con sus pisos; forrado de lacones Luis XV, de cuña. etc.). Finalinente, se pueden ver calzados de todas clases, tanto en. tamaño natural como en miniatura, que son verdaderas obras de arle. Precisamente, en esta Sección algunos de los trabajos no lian podido permanecer expuestos lodo el tiempo fijado, por estar destinados a jerarquías. entre ellas algunas episcopales, que honran y favorecen a las Escuelas Procesionales Salesianas encargándoles sus prendas de vestido y de calzado. SALA QUINTA ESCULTURA Y DECORACION Nos ofrece esta sección la marcha progresiva del aprendizaje en una serie de tablas j relieves dignos de estudio. Vtín-se, en efecto, las primeras ranuras, combinaciones de cuadritos y medias cañas, motivos ornamentales que vienen a .resumir el programa de primer curso. Hay hermosos trabajos de talla en gótico y renacimiento, propios de segundo y tercer cursos. Adquirida la conveniente destreza en el manejo de las herramientas, ef alumno pasa a la sección de escultura propiamente dicha, correspondiendo al cuarto curso numerosos modelos de pies, manos j troncos, y al quinto, estatuas diversas, como, por ejemplo, una cabeza de niño en nogal, un Niño Jesús de cuna, un Jesús Adolescente, un crucifijo, etc. Llaman la atención dos modelos en yeso pintado, un niño sentado con una paloma y un- golfillo típico. La Exposición de decorado presenta en un gran cuadro la marcha pedagógica del oficio, patentizada luego en cuadritos; los de primer curso, con trabajo en yeso, esgrafiados y relieves; en segundo curso, los primeros trabajos en la aplicación del oro y decorados a calor; un gran cuadro nos manifiesta en tercer curso la imitación del mármol en todas sus variedades; otro de cuarto curso, la imitación de iSs sedas; y como muestra de quinto curso, dos ángeles de Fra Angélico y una tabla con los Desposorios Místicos de Santa Catalina, en que se vencen serias dificultades que puede presentar el arte del decorado. Son de notar los trabajos de pintura presentados por ambas secciones: retratos, paisajes y bodegones al óleo y algunas acuarelas, copias en color de módems en yeso y algunas pinturas sobre cris-‘qies superpuestos, que dan una magnífica sensación de lejanía. Digna de resaltarse es una bellísima urna de Monumento, da casi dos metros de altura. La parte de carpintería es obra de los alumnos de primer año dé esta -eecion. los tallistas han labrado todos tos encajes góticos j a los escultores se deben las varias estatuítas y cinco cuadriles en relieve, habiendo completado la dirá los decoradores con una decoración primorosa y acabada. \ » SALA SEXTA LABORES FEMENINAS PRESENTADAS POR LAS- ALUMNAS DE LAS HIJAS DE MARIA AUXILIADORA (SALESIANAS) Costura y bordado: Costureros sencillos. Pañuelos sencillos.— Paños zurci- Don Boscc labriego, sastre, japataco. herrero. carpintero, músico y cantor, :o■ndc ‘as di’ ¡cu ‘.aces d*’ i a. acre sus braxos y su corazón al obrerc J dos.—.Tuegos de ropa interior.—Modelos de canastillas. — Vestiditos y ropa interior de caballero. — Mantelería de té.— ■Idem americana.—Bordados en blanco, ¡punto de Lagartera, deshilados, punto de Asís, segoviano, de Tenerife.—Borda- j do plano, etc. — Preciosa mantelería de J ■encaje “Richélieu”.—-Gran variedad de 5 oubnebandéjas. .pañuelos, centros, etc. ] Tetares.: Album completo con toda ¡clase de muestras para la confección de telas en lana, hilo y algodón. — Pañuelos y faldas escocesas. MÁQutftas 4e pjMto: Album completo, con variedad de ■muestras de puaítos, guantes, calcetines, medius en lana, algodón y seda.—Vestidos de niña cffiaaabi-uados con tejidos en telar. — Trajeeitoe de niño.—Manta de cuna.—Preciosa (mañanita.—Chaquetón de señora, etc. Pintura aplicada a las (abares: Gatunos de mesa pintados con realce.—Cojines. — Tapetes. — Manteles de altar-— Lámparas de pergamino, etc. Repujado y encuadernación: Marcos.— Juegos de escritorio.—Fundas de misales.— Ceniceros. — Cruces. — Bandejas.—Candelabros.—Cuadros en pirograbado.—Variedad de libros encuadernados. Trabajos on fieltro: Bonitos trabajos de adorno en fieltro: muñecas, patos, perritos, camillas, costureros, bomboneros. Mantelerías, pañuelos, centros… •i 1 fi ítír¿ ^.r<* Dormitorio completo “Chippendal”, de lujo. SALA SEPTIMA Artes de la Madera CARPINTERIA. EBANISTERIA. — BARNIZADO. TALLA. MOOELAJE En' el primer curso se ejecutan una mrie do ejercicios preliminares cuyo fin es acostumbrar al alumno al manejo de las herramientas. Por consiguiente, en la Exposición campean en primer téymino: con clavijas, pico de flauta, de rayo de Júpiter,‘etc.).—Escaleras de mano sencillas... ■ . Bancos y pupitres.—Colocación de bisagras y cerraduras.—Mesas sencillas.— Marcos para puertas y ventanas—Mesi-tas de noche-, estanterías y perchas.— Puertas, sencillas.—Escaleras dobles y caballetes. -— Entarimados sencillos. Ventanas.—Puertas para balcones.—Armarios.—Ejercicios de barnizado. ........... ... r.....— „r_ Puertas para interiores.—Persianas.— iduvíjas, ¡'uñas/ca jas” de'embalaje.—Ta- Armarios bou puertas correderas.—Mar-■______________________________________•_1_’ —■ eos y molduraos.—Escaleras extensibles.— Armaduras para cubiertas.—Buhardas,— Modelos de fundición. Entre los trabajos de ebanistería que tnás llaman la atención se cuentan: Armario-librería de estilo Renacimiento español (talla fina, ejecutada en madera de nogal). — Atril de iglesia, gótico, original.— Vitrina de comedor, estilo “Chip- Idas labradas mediante garlopa, garlopín. reglas, entreguardas, escuadra y gramil.—Acoplamientos de juntura plana.—Idem con machihembra.—Junturas con clavijas, con alma, con espigas, por rebajo.—-Chaflanes y molduras. Ensambles (a media madera, a inglete, por rebajo, con espigas, a “cola de milano", etcétera).—Empalónos de comprensión. Comedor completo moderno, en miniatura... en os, como hemos io, que no absorba Astado ni al oiuda-o ni a la familia; to es que al ciuda-io y a la familia se deje la facultad de ar con libertad en o aquello que, sal-ol bien común y perjuicio de na, se pueda hacer" León XIII. en ‘ Ron novarum' ■ Molde de fundición par uinaria... pendale”.—Dos mesilas para comprobador, estilo moderno.—Despacho completo, estilo moderno, lujo. — Varios arina-> ríos, xnesila y sillón.-—-Despacho moderno, económico.—Parte de una gran ¡nier-■ la de entrada.—Recibidor.-—Mesila con incrustaciones. — Dormitorio completo “Ghippendale”, lujo.—Un tresillo de iglesia con sus respectivos taburetes.—Varios ejercicios de incrustaciones de madera.—-Comedor completo moderno en miniatura. etc. . COLOFON La Exposición que hemos descrito res ponde a una realidad: es el resultado de sesenta años de lucha dura y abne- consoladora esperanza: ha comenzado en Guadalajara la construcción del SEMINARIO PARA MAESTROS DE ARTE; gada que los Salesianos han sostenido y en la que han triunfado merced a la ayuda de Dios y a la caridad de sus Cooperadores. Pero de ella se lleva el visitante una es decir, de esos abnegados hijos de Don Bosco. que son los Coadjutores Salesianos. verdaderos caballeros-monjes en las modernas lides de la educación y ele \ ación de la clase trabajadora. Armarlo-librería Renacimiento español y atril de estilo gótico… í ■ lime de tu página 104} Continuación de la composición de trabajo* artísticos o de oficio. PRACTICAS La parte más importante de la cultura profesional es la que se refiere a la práctica del oficio, que consiste en la cuidadosa ejecución de ejercicio* didáctico-profesionale* y en la colaboración a los trabajos de encargo, según la capacidad de los alumnos, bajo la dirección y responsabilidad de lo* maestro* de taller. El ejercicio del trabajo comprende, por consiguiente: el trabajo didáctico y el traba-jo productivo. En nuestras Escuelas Profesionales tenemos para cada oficio una serie progresiva de ejercicios didácticos que no exigen ni demasiado material ni mucho tiempo para su ejecución, la cual representa las principal** dificultades del oficio. Esto* trabajos se presentan luego a la* exámenes y en Exposiciones que periódicamente se organizan. Pero, además, se ejercita el aprendiz en trabajo* prácticos de positiva utilidad. Así lo requiere la condición de nuestras escuela*, que han de ser verdadera* escuela* del trabajo, esto es, que formen obrero* hábil«h» y experto* en el trabajo. Así es como adquiere práctica en el trabajo y vive la vida del taller, estimulándose su actividad, porque sabe que su obra será utilizada. Este ejercicio práctico productivo se limita a lo estrictamente necesario a los fine* de la escuela: para evitar aún la apariencia de especulación. se procura la mayor variedad de trabajos para que lo* alumno* tengan ocasión de aprender por entero el oficio. En las escuelas nocturna* esto* ejercicio* no son necesarios, pues lo* alumno* suelan estar ocupado* durante el día en talleres de la ciudad, en lo* que tienen ocasión de ejercitarse en esto* trabajo*. EXAMENES El aprovechamiento y adelanto* del joven aprendiz en su arte u oficio son controlado* por exámenes periódicos, uno semestral y otro final, que decid* *1 paso a otro curso. El alumno debe presentar, ante una Comisión examinadora formada por maestro* de taller, por representante* de los respectivo* gremios y por técnico* de empresa* de la localidad, todos lo* ejercicio* didácticos señalados para el curso, los dibujo* y el Libro de trabajo, en donde está el croquis de todo* los trabajos realizado*, la cantidad de material erqpleado, hora* que ha necesitado, calificación obtenida, etc. ‘ ¡Me et jefe de latieres que esttn dotados estos de ruante neresüen para funrumar ‘egularmente..flCÍO. Y -’n el taller donde estas ahora, quien tiene contigo una palabra de i ni tad? ¿Tus compañeros de trabajo? \ o meicr ni les has hablado jamás .na sola palabra. .Qué frío el ambien-e de tu sala! Acaso esos compañeros >e te burlan en la cara porque te ven nuy torpe en el trabajo. Que conversación tienes ahora coh is padres al llegar a tu casa ? Acaso – .fuerzas con tus gritos y malas ma- idetnas ‘le la enseñanza profesional, de carácter reciben los aprendices una cultura general… ñeras por evitar la mirada fija de esa madre que tanto se ha sacrificado por ti y que en silencio te reprocha tu ingratitud. Es que… «ya eres hom bre>. ¿Acaso no tienes derecho a tu sa lario? ¡Qué triste, si desde tan temprano ya hablas asi! Tal vez tu salario no alcanza para los gastos. ¡Qué tristeza se cierne entonces sobre tu hogar! El fantasma del mañana inseguro atormenta a tus padres… Pronto tendrás que partir para el servicio militar sin un miserable ahorro. Cuando vuelvas, otro tal vez habrá ocupado tu plaza; no tendrás trabajo. -«> Joven, en la plenitud de la vida, estás triste y sombrío. Has conocido las injusticias de los hombres que te han considerado como una bestia de carga o como una máquina… Tal vez —Dios no lo quiera— te has dejado arrastrar por la corriente inmunda de la vida fácil y has renunciado a todo ideal superior.-.. ¡Qué amarga es la existencia! , Cuántos muchachos obreros, si leyeran estas páginas podrían exclamar: «¡Esta es mi historia!». Or. ENRKMJE RAU, PWv ZAPATERO Biblioteca Profesional SALES1ANA DEL CAJISTA. DEL——– DEL Publicadas por las Escuelas Sale» •lanas de Barcelona-Sarriá Publicadas por la S. E. I. – Sociedad Editora Ibérica (Madrid) Escuelas Salesianas de Pamplona OBRAS DE EDUCACION Y FOR NACION MANUAL DE TECNOLOGIA MECANICA—Prime-ia y «.’«qxmdcr parte. METODO DE DIBUJO ELEMENTAL. — Por dan Lula CoU. MANUAL DEL ENCUADERNADOR MANUAL DEL IMPRESOR.—Primera y «sqvBda parte. MANUAL MANUAL MANUAL romea. MANUAL AGÜE TU ESTRELLA.—En retenimienia» con !o> fóreno* «obre la «¿acción de carrera. pac Kcdollo Fierro, 8. S. ¿TU, QUE QUIERES SER?—Norma* de orienta-etón hada loo profetices*. por «todoUo Fierro, S. 8. EN ¡A ESCUELA DE DON SOSCO—Valgari«a. ción del «infama educativo ealeaiasio, por